Muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María para darles el pésame por su hermano. AL enterarse Marta que venía Jesús, salió a su encuentro dejando a María en casa. "si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto"-le dice a Jesús. Le contesta este: "tu hermano resucitará". Marta contesta: "sé que mi hermano resucitará en el último día" lo que suele decir el cura en los funerales.
Jesús le contesta: "Yo soy la resurreción y la vida, el que cree en mi, aunque haya muerto, vivirá, y el que está vivo y cree en mi, no morirá para siempre. ¿Crees esto?
Hasta aquí lo leo. Es un lectura difícil. Recuerdo las muertes de dos abuelas, relativamente seguidas, casi una por año. En esos momentos es difícil recordar este tipo de lectura. Aunque esto sólo le sirve a uno. Al igual que Marta intercede por su hermano, en el funeral, todos los que asisitimos rogamos a Dios por la persona que nos deja.
No obstante, siempre he pensado que Dios nos lanza la pregunta de forma personal. ¿Crees tú? Por tanto, de poco puede valer que nosotros creamos y el muerto no. Es un tema harto complicado. No me gusta hacerme pajas mentales sobre esto. El Dios en el que creo es un Dios de vivos y no de muertos, por lo que esta pregunta que lanza nos la tenemos que plantear en vida y para la vida. Es por eso que intento todos los días tener presente a Dios y preguntarme qué quiere de mi. ¿Qué quieres que haga por ti (por mi)? En tus manos me pongo.
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