viernes, 30 de enero de 2009

El grano de mostaza. Mc 4,26-34.

Por fin es viernes. Estaba deseándolo. Y eso que la semana se me ha pasado bastante rápido.

Esta noche me invitan a cenar. Será más arriba. Ella es gallega. Un sol. Me caen enormemente bien las gallegas. Ya era, mira que he tardado en poder pisar la casa de mi fabulosa vecina del tercero. Ha invitado hasta a Rosquilla. Le abriremos la puerta, a ver si sube como siempre las escaleras corriendo para que la persigas.

Hoy nos compara Jesús el Reino de Dios con algo tan pequeño como un grano de mostaza. Que cae en la tierra y, poco a poco, crece y se hace más grande que las hortalizas y con ramas tan fuertes que los pájaros puedan hacer sus nidos en ellas. No sé si será porque hoy es día de cobro, y ya se sabe que el dinero no es buen consejero. Pero no estoy muy inspirado.

Lo primero que me vino a la cabeza cuando leí el evangelio de hoy fue que menos mal que en lugar del grano de mostaza no usó la comparación con una grano en el culo. Porque mira que son molestos ¿Eh? Y tras pensar esta tontería, enseguida enlacé con la idea de que cuantas personas comparan el reino de Dios, en lugar de con un grano de mostaza ,con un grano en el culo.

Y es que parece que existen personas que les molesta que haya otras que pasen por la vida sonriendo, que haya otras que están siempre dispuestas a hechar una mano, que sean buenas. Como si le sacara de quicio nuestros intentos de vivir el reino de dios hoy día. Creo de verdad, que hay personas que consideran a la buena gente como un grano en el culo.

jueves, 29 de enero de 2009

La luz... para iluminar. Mc 4,21-25

Hoy toca una de mis lecturas preferidas. Por dos cosas. Pero me siento poco inspirado. Nos dice Jesús una cosa que suena contradictoria O quizá debería decir injusta: “Al que tiene se le dará, y al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene”. Visto desde la Hacienda pública, que quita más al que más tiene, no tiene mucho sentido. Pero esto no hay que verlo desde la perspectiva humana recaudatoria, sino desde la perspectiva humana, y no por ser humana menos divina, del amor. Corrientes humanas que se jactan de no creer en Dios, ya contribuyen a la causa diciendo que una actitud positiva de la vida, atrae hacia nosotros las cosas buenas de la vida. Y al revés, que si somos negativos, atraeremos todo lo malo, pensaremos que sólo nos pasan cosas malas. Pues esto, contado desde el amor humano viene a ser lo mismo. La medida que usemos con los demás, se nos aplicará con creces, dice Jesús.

Y por otro lado, me gusta eso que dice de que “no hay nada oculto que no tenga que descubrirse”, y lo de “ la luz no está hecha para esconderla debajo del lecho”. Siempre que leo esto me acuerdo de esa gente rara (para mi son raros) que busca mensajes ocultos donde no los hay, como si el mensaje de Jesús tuviera que ver con algún tipo de juego masónico, con jeroglíficos y dobles sentidos ocultos para algún fin. Por favor, si ya tiene su propio código de seguridad. Quien tenga oídos para oír, que oiga. Y no hace falta que me diga que se refiere a los oídos el corazón. Quien no tenga esos oídos, ya puede intentar entender, que no lo va a conseguir. Ojalá vendieran sonotones para estos oídos. ¿Quién no se ha estremecido nunca al escuchar a Jesús? Pues seguramente el que no ha podido oirle. Pero, de nada sirve tampoco estremecerse si al poco se nos pasa esa sensación. Sería como poner la vela bajo la cama. Sabemos que está ahí pero no hacemos uso de ella (no nos llegaría su luz).

Ayer tuve un buen día. Todo empezó porque buscando un punt de servei de FECSA encontramos un restaurante japonés barato en Martorell. Desde que no estoy en Barna iba echandolo de menos. No está mal y encima es más barato. Ya tengo un japo al que ir una vez a la semana. Esto se vió acrecentado por una llamada de una amiga entre manjar y manjar. Esa llamada subió los niveles de felicidad. Se me quedó una sonrisa de oreja a oreja que aún me dura hoy. Y es que no hay nada como estar hablando con una amiga mientras te llevas una exquisitez a la boca, jeje. Un placer de dioses.
Por cierto, no quería despedirme hoy sin mandarle un beso a la pitufa, que me saludó ayer por la mañana. Y es que es un torbellino. Me cuesta mucho seguirle. Es de lista la jodía...... Un beso, Pitufa.

miércoles, 28 de enero de 2009

Parábola del Sembrador. Mc 4,1-20

Ayer tuve una sorpresa agradable. Me dejó un comentario la creadora de un blog del coro de Fátima, coro en el que yo comencé participando hace la friolera de 15 años. Desde hace ya 4 ó 5 años dejé de ser miembro activo. Ya no acudía con frecuencia a Salamanca. Es lo que tiene trabajar. La verdad es que hay que agradecerle a esta mujer su labor de que la misa de niños siga existiendo. La última vez que fui por allí observé como un renacimiento. Y es que tuve la suerte de ver su apogeo, la pena de su declive y, gracias a esta chica, su renacimiento. La misa está llena de chavales. Impresionante.

En cuanto al tema de hoy. Sólo conozco una vez que me impresionara Jesús por mostrar violencia. Fue sobre todo física, cuando con unas cuerdas se hizo un látigo para echar a los cambistas y comerciantes con sus puestos del templo. Y hoy muestra violencia dialéctica. Como para no dar miedo. Debo decir, que a mi me hablaron siempre de un Dios Amor, tuve esa suerte, no me metieron miedos adicionales que no valen para nada sobre dioses justicieros y castigadores. Pero ¿es posible que Dios muestre mala leche? ¿Por qué no? Al hacerse hombre perdió esa inmunidad a los más bajos instintos humanos. Tuvo que padecerlos, como nosotros. Me voy a explicar mejor. Hoy nos habla de la parábola del sembrador. Cuando acaba de contarlo a un grupo enorme de gente, los discípulos le interrogan sobre la parábola:
El les dijo: «A vosotros se os ha dado comprender el misterio del Reino de Dios, pero a los que están fuera todo se les presenta en parábolas, para que por mucho que miren no vean, por mucho que oigan no entiendan, no sea que se conviertan y se les perdone».

Repito, “no sea que se conviertan y se les perdone”. ¿Qué quiere decir con esto? ¿Qué no todos somos dignos de su amor? He visto claro. Me he puesto en su lugar. Cuantas veces he querido decirle cosas a mis amigos y, por la tontería de hacerles pensar por ellos mismos, he hablado de forma enigmática y no he querido ser más claro. Y esto le pasa a ÉL. No es que no quiera que le entendamos. Pretende que nosotros mismos nos demos cuenta de lo realmente importante que es aplicar sus enseñanzas en la relación con nuestros hermanos. Pero los hermanos no sólo de sangre. La pena que me da es saber que no todos aprenderemos la lección a tiempo.

Pero la parábola tiene su pequeña esperanza. Ya seamos suelo de abrojos, pedregoso o de borde de camino, lo bueno es que el sembrador vuelve a pasar.

martes, 27 de enero de 2009

Estás invitado. Mc 3,31-35

Señor, tu madre y tus hermanos están ahí afuera esperándote. Jesús mira al corro que tiene formado delante y dice ¿Quién es mi madre y mis hermanos? Son aquellos que escuchan la voluntad de Dios y la cumplen.

Los hay que ante esta lectura encuentran pie a sus teorías de que la vírgen no lo fue siempre, pues Jesús tuvo hermanos, aquí lo dice. Y digo yo ¿Quién leches puede dar importancia a la virginidad de María? Yo no se la doy. Hoy no me apetece ser diplomático con nadie. No quiero ofender a nadie tampoco, pero no puedo evitar que alguien se sienta herido en el sentimiento por mi forma de pensar. Y es que mi Fe no se basa en la virginidad de la madre de Jesús. No me parece un dato relevante. Más relevante es escuchar lo que nos dice hoy Jesús.

Dejémonos de nuestras gilipolleces inhumanas y seamos más humanos. No creo que Jesús quitara importancia a los lazos sanguíneos, pero estoy seguro de que todo el mundo tiene familia con la que precisamente no comparte los mismos genes. Amigos, que son más íntimos que nuestro propios hermanos de sangre. Luego están aquellos familiares que no son dignos de mención en nuestras conversaciones, aunque sí en el recuerdo, torturándonos a unos y a otros haciéndoles más duros de corazón. Las relaciones entre las personas son tan variadas que puede parecer estadísticamente normal que haya de todo, como en botica.

Y es que, leyendo hoy el evangelio, siento la gran familia que tengo. Una familia formada por todos los que tenemos algún parentesco, por los que se han ido agregando, pareja, amigos… por los que se agregarán en el futuro… No obstante tengo mucho que aprender aún. No sé si de nociones de familia o de hospitalidad. Pero me puede que mis amigos me hagan sentir en su casa tan a gusto como en la mía. El miedo que me da este sentimiento es el que llegue algún día a autoinvitarme. De hecho, en mis viajes largos, por ejemplo a Galicia, aviso a mi amigo de Burgos que voy. Ya ni pido permiso, digo que voy directamente. Que haré escala en su casa. ¿Estarás?

Me salto los cánones y los patrones normales de conducta y buena educación. Siempre se dijo que “donde hay confianza, da asco”.

Y yo me pregunto -¿me considero hermano de Jesús? Desde luego, él me llama amigo, por lo que entiendo que soy como su hermano. ¿Me estaré autoinvitando en su casa? Imagino que cada vez que voy con el pabellón alto de “Yo creo en Jesús” y hago cosas que se salen de la “voluntad divina”, es cuando soy de esos que realmente se autoinvitan y dan ganass de todo menos de acogerles, porque son unos falsos.

Y yo tengo clara una cosa. No quiero autoinvitarme. Quiero sentirme como en mi casa. Y doy gracias a Dios, a mis padres, a mis hermanos, a mis amigos… por hacerme sentir como en casa, aunque a veces den ganas de echarme a patadas.

lunes, 26 de enero de 2009

Blasfemia contra el Espíritu Santo.Mc 3,22-30

Desde luego... Le llaman a uno gilipollas y le dicen que está como una puta cabra. Cualquiera diría que tengo que reflexionar. Es posible que me haya salido de la dinámica que tanto aburre. Hablar del evangelio no interesa. Distrae más deshogarse contra las tonterías de alguien. Decirle que está como una puta cabra. Eso es divertido. Eso relaja nuestra mala leche. Así uno se siente algo mejor. Pues me alegro. Si ya me lo han dicho veces. Nacho, tú vas para payaso. Y llegará un día en que alguien se preguntará: ¿Dónde está Nacho? Y yo faltaré. Y no tendré tiempo de explicar que me fui.



No obstante, no sería tan gratuito meterse contra el Espíritu Santo. Siempre me dió respeto, por no decir miedo estas palabras de Jesús. Quien blasfeme contra el Espíritu Santo no tiene perdón de Dios. No lo dijo así, pero viene a ser lo mismo. El que tenga curiosidad sólo tiene que leer la lectura de hoy.



Es evidente que entonces lo decía refiriéndose a los que se metían contra él. Pero hoy día, me pregunto qué formas son aquellas en las que se puede blasfemar contra el Espíritu Santo. ¿No dicen que Dios lo perdona todo? Parece ser que todo no. Hay que andar con pies de plomo. En cualquier momento nos podemos hundir.



Y volviendo al video del sábado.... tenía curiosidad por conocer las reacciones de quienes me leen. Y debo decir que sorprenden. Desde luego, mirad que algo voy conociendoos. Pero para nada me hubiera esperado esa respuesta de vosotros.

El sábado fuimos a cenar rata. Pero como hacía una noche insoportable de viento nos fuimos enseguida a casa. El domingo, en cambio, hizo un buen día. Cogimos a Ciriaca y nos reunimos en Sitges con unos amigos. Y muy bien. Dimos un paseo y nos tomamos un café. El servicio era curioso, pues disponía d eun ventanal grande. Sobre todo las chicas pasaban más vergüenza, jajaja.

Después regresamos a Tarragona, al Serrallo. Habíamos pasado por la Platja Llarga, pero el Toful de Mar no disponía de sitio. Todo reservado. Pero tuvimos mala suerte. Nos han cambiado el Can Capi. Ahora se llama de otra manera. Ya no podremos tomarnos esas ricas mariscadas. Nos tomamos una paella. No estaba mal. Acabamos llenísimos. Luego nos fuimos a tomar un café al Pla de la Seu. Vimos a este cordobés que conquistó Cataluña haciédose su presidente. ¿Montilla, no? Se conoco que había algún acto del any jubilar en la catedral y no nos dejaron dejar la moto cerquita los municipales. Me sorprende que seamos tan laicos y vayamos a todos los eventos religiosos. Cuánta gente, mare meva!

Es lunes ya y toca trabajar.

domingo, 25 de enero de 2009

¿Quién decís que soy yo?

Hace dos mil años un hombre formuló esta pregunta a un grupo de amigos (Evangelio de San Marcos 8, 27). Y la historia no ha terminado aún de responderla. El que preguntaba era simplemente un aldeano que hablaba a un grupo de pescadores. Nada hacía sospechar que se tratara de alguien importante. Vestía pobremente. Él y los que le rodeaban eran gente sin cultura, sin lo que el mundo llama "cultura". No poseían títulos ni apoyos. No tenían dinero ni posibilidades de adquirirlo. No contaban con armas ni con poder alguno. Eran todos ellos jóvenes, poco más que unos muchachos, y dos de ellos -uno precisamente el que hacía la pregunta- morirían antes de dos años con las más violentas de las muertes. Todos los demás acabarían, no mucho después, en la cruz o bajo la espada. Eran, ya desde el principio y lo serían siempre, odiados por los poderosos. Pero tampoco los pobres terminaban de entender lo que aquel hombre y sus doce amigos predicaban. Era, efectivamente, un incomprendido.

Los violentos le encontraban débil y manso. Los custodios del orden le juzgaban, en cambio, violento y peligroso. Los cultos le despreciaban y le temían. Los poderosos se reían de su locura. Había dedicado toda su vida a Dios, pero los ministros oficiales de la religión de su pueblo le veían como un blasfemo y un enemigo del cielo. Eran ciertamente muchos los que le seguían por los caminos cuando predicaba, pero a la mayor parte les interesaban más los gestos asombrosos que hacía o el pan que les repartía que todas las palabras que salían de sus labios. De hecho todos le abandonaron cuando sobre su cabeza rugió la tormenta de la persecución de los poderosos y sólo su madre y tres o cuatro amigos más le acompañaron en su agonía.

La tarde de aquel viernes, cuando la losa de un sepulcro prestado se cerró sobre su cuerpo, nadie habría dado un céntimo por su memoria, nadie habría podido sospechar que su recuerdo perduraría en algún sitio, fuera del corazón de aquella pobre mujer -su madre- que probablemente se hundiría en el silencio del olvido, de la noche y de la soledad.

Y... sin embargo, veinte siglos después, la historia sigue girando en torno a aquel hombre. Los historiadores -aún los más opuestos a él- siguen diciendo que tal hecho o tal batalla ocurrió tantos o cuantos años antes o después de él. Media humanidad, cuando se pregunta por sus creencias, sigue usando su nombre para denominarse. Dos mil años después de su vida y muerte, se siguen escribiendo cada año más de mil volúmenes sobre su persona y doctrina. Su historia ha servido como inspiración para, al menos, la mitad de todo el arte que ha producido el mundo desde que él vino a la tierra. Y, cada año, decenas de miles de hombres y mujeres dejan todo -sus familias, sus costumbres, tal vez hasta su patria- para seguirle enteramente, como aquellos doce primeros amigos.

¿Quién, quién es este hombre por quien tantos han muerto, a quien tantos han amado hasta la locura y en cuyo nombre se han hecho también -¡ay!- tantas violencias? Desde hace dos mil años, su nombre ha estado en boca de millones de agonizantes, como una esperanza, y de millares de mártires, como un orgullo. ¡Cuántos han sido encarcelados y atormentados, cuántos han muerto sólo por proclamarse seguidores suyos! Y también -¡ay!- ¡cuantos han sido obligados a creer en él con riesgo de sus vidas, cuantos tiranos han levantado su nombre como una bandera para justificar sus intereses o sus dogmas personales! Su doctrina, paradójicamente, inflamó el corazón de los santos y las hogueras de la Inquisición. Discípulos suyos se han llamado los misioneros que cruzaron el mundo sólo para anunciar su nombre y discípulos suyos nos atrevemos a llamarnos quienes -¡por fin!- hemos sabido compaginar su amor con el dinero.

¿Quién es, pues, este personaje que parece llamar a la entrega total o al odio frontal, este personaje que cruza de medio a medio la historia como una espada ardiente y cuyo nombre -o cuya falsificación- produce frutos tan opuestos de amor o de sangre, de locura magnífica o de vulgaridad? ¿Quién es y qué hemos hecho de él, cómo hemos usado o traicionado su voz, qué jugo misterioso o maldito hemos sacado de sus palabras? ¿Es fuego o es opio? ¿Es bálsamo que cura, espada que hiere o morfina que adormila? ¿Quién es? ¿Quién es? Pienso que el hombre que no ha respondido a esta pregunta puede estar seguro de que aún no ha comenzado a vivir. Gandhi escribió una vez: "Yo digo a los hindúes que su vida será imperfecta si no estudian respetuosamente la vida de Jesús". ¿Y qué pensar entonces de los cristianos -¿cuántos, Dios mío?- que todo 1o desconocen de él, que dicen amarle, pero jamás le han conocido personalmente?

Y es una pregunta que urge contestar porque, si él es lo que dijo de sí mismo, si él es lo que dicen de él sus discípulos, ser hombre es algo muy distinto de lo que nos imaginamos, mucho más importante de lo que creemos. Porque si Dios ha sido hombre, se ha hecho hombre, gira toda la condición humana. Si, en cambio, él hubiera sido un embaucador o un loco, media humanidad estaría perdiendo la mitad de sus vidas.

Conocerle no es una curiosidad. Es mucho más que un fenómeno de la cultura. Es algo que pone en juego nuestra existencia. Porque con Jesús no ocurre como con otros personajes de la historia. Que César pasara el Rubicón o no lo pasara, es un hecho que puede ser verdad o mentira, pero que en nada cambia el sentido de mi vida. Que Carlos V fuera emperador de Alemania o de Rusia, nada tiene que ver con mi salvación como hombre. Que Napoleón muriera derrotado en Elba o que llegara siendo emperador al final de sus días no moverá hoy a un solo ser humano a dejar su casa, su comodidad y su amor y marcharse a hablar de él a una aldehuela del corazón de África.

Pero Jesús no, Jesús exige respuestas absolutas. Él asegura que, creyendo en él, el hombre salva su vida e, ignorándole, la pierde. Este hombre se presenta como el camino, la verdad y la vida (Juan 14, 6). Por tanto -si esto es verdad- nuestro camino, nuestra vida, cambian según sea nuestra respuesta a la pregunta sobre su persona. ¿Y cómo responder sin conocerle, sin haberse acercado a su historia, sin contemplar los entresijos de su alma, sin haber leído y releído sus palabras?"
José Luis Martín Descalzo

sábado, 24 de enero de 2009

Extracto de la Carta a Dios

He sido felíz, claro. ¿Cómo no iba a serlo? Y he sido felíz ya aquí, sin esperar la gloria del cielo. Mira, tú ya sabes que no tengo miedo a la muerte, pero tampoco tengo ninguna prisa porque llegue. ¿Podré estar allí más en tus brazos de lo que estoy ahora? Porque éste es el asombro: el cielo lo tenemos ya desde el momento en que podemos amarte. Tiene razón mi amigo Cabodevilla: nos vamos a morir sin aclarar cuál es el mayor de tus dones, si el de que tú nos ames o el de que nos permitas amarte.

José Luis Martín Descalzo.

He leido hoy la carta y he puesto lo que me ha llegado hoy al alma.

eXHIBICIONISMO

viernes, 23 de enero de 2009

Muchos son los llamados. Mc 3,13-19

Muchos son los llamados, pero pocos los elegidos. Cuantas veces me han querido explicar esta frase. Y es que hoy, Jesús nos llama, por nuestro nombre. Dice "Nacho, ven". y voy yo y... ¿voy? Está claro. el llamó a doce, a los que él quiso, y los doce eligieron: le siguieron. Hasta el que luego le vendió. Esto quiere decir que está en mi mano elegir. Elijo yo. No elige nadie por mi.
¿Por qué tan pocos elegirán seguirle? Y que no me digan que para seguir a Dios hay que hacerse cura, ¿Eh? Que eso desde aqúi os digo. NO. Probablemente, si los curas se sacasen podría decir que sí, jeje, pero no es el caso. Todo llegará. Como mujeres sacerdotisas ¿por qué no? Y no, Melo, no soy evangelista aunque diga esto. Por si acaso, jeje. SOY CATÓLICO. ¿Qué piensan las mujeres que creen y no creen? ¿Sería bueno que hubiera Sacerdotisas?

Voy a contar una conversación curiosa que escuché comiendo ayer en una masía a la que estábamos intentando ir por 2 veces ya y siempre estaba cerrada. Estaban hablando de la pseudonivia de uno de ellos. Quiero decir que no tengo claro si era su novia o no. Debían haber estado dos meses sin verse o algo y contaba su conversación con ella. Que si pensaba ella que él se iba a creer que estos dos meses había estado a dos velas. El otro le interrumpía: ¿dices que se puede haber tirado a otros en ese tiempo? O tirado-contestaba el chaval- o ligado o lo que sea. no me creo que haya sido buenecita. Y aquí viene mi primera sorpresa. No sé si fue ella o una amiga de ella quien le aseguró que no se había tirado a nadie, pero que se había estado "haciendo dedos" (Aquí yo añadí en mi imaginación: "pensando en ti, no te jode").
La segunda sorpresa fue que el chaval decía que no le había hecho gracia. Le echaba para atrrás imaginarse a su novia masturbándose. Y digo que me sorprendió porque no me imaginaba esta contestación en un chico de su edad.
Una pena que acabaran antes que yo de comer.
Ya es viernes y FELICIDADES!!!! La aludida sabra que es por ella. ¿Ves cómo me he acordado?
A ver si hay suerte, no llueve y puedo coger la moto este fin de semana, y dormir.

jueves, 22 de enero de 2009

ALTAVOCES BIEN ALTOS

¡Que vienen los tullidos! Mc 3,7-12

Esto es como para imaginárselo. Jesús, va yendo de aquí para allá. Muchedumbre le seguía. Él haciendo milagros, la voz que se corre y miles de personas tullidas le rodean, le atosigan, unos ciegos, otros sordos, otros mudos, otros con una pierna, otros …

Me recuerda a una película de zombies. Lo suyo sería que el tío se librara paso a tiros. ¿No os daría miedo?

Me sorprende como hay personas que se desviven por los demás. Jesús, sin asco ninguno, iba curando, iba amando… Yo me hubiese aturullado. Y algún listo dirá, “es que tú no eres Dios”. y yo diré, “Pero Jesús era una persona como yo”.

Y tendría que hacer de tripas corazón y estar siempre dispuesto a echar una mano. Pero es que a veces…. Te cruzas con gente fea, que la hay, pero fea, fea, y no me refiero a fea de cara, me refiero a que parecen tener una bestia dentro. Y esos…. Esos sólo me producen ganas de correr y alejarme de ellos.

Hablando de feos (y no va por nadie del blog, jajaja, yo como Melo, haciendo advertencias para evitar que alguien se sienta aludido, jajaja) los hay feos feos feos. Dicen que tienen que ser muy simpáticos porque si no… to tendrían chungo chungo. Por lo general, de los feos se dice que les cuesta tener éxito. Que nadie se les acerca al principio a hablar con ellos. Yo creo que ese problema lo tienen también los guapos. Nadie se tiene por dignos de hablar con ellos. Son tan guapos que ¿cómo van a querer hablar con uno? En mi caso, por ejemplo, debería decir guapas, para hacerme entender. Pero calor, si te vas a decirle algo a una guapa, ¿Qué va a pensar? Pues lo de una tía normal que se tiene por guapa, que quieres ligar con ella.

¿Es que no se puede ser simpático con una mujer sin que ella piense que quieres llevártela a la era?

Luego, si no es así, y ven tus intenciones simplemente amistosas, se enfadan por no haberlo ni siquiera intentado, aunque sea un poquito, porque su orgullo personal se vería resentido.

Nunca sabes como entrarle a una chica guapa. Y a una fea tampoco. Siempre he tenido curiosidad en cual sería la frase de éxito para entrarle a una mujer sin que te mande a la mierda, jajaja.

Y llego a la siguiente conclusión: No existe frase de éxito. Depende únicamente de que le entres por el ojito derecho. A partir de ahí da igual lo que digas, te reirá cualquier parida que sueltes.

Hoy sí que se me va la pinza, jajaja

miércoles, 21 de enero de 2009

Hazme caso y estira el brazo, coñoMc 3,1-6

Estaba Jesús en la sinagoga un sábado. Ese día había allí un hombre con la mano seca. Pero debe ser algo más malo que la habitual mno que te das un poco de avena kinesa para manos y te la deja perfectamente hidratada. Los fariseos y herodianos, estaban al acecho a ver si le pescaban curando en sábado. Jesús, descaradametne sitúa al hombre en medio y pregunta en alto "¿Es lícito en sábado salvar la vida a un hombre?

Y delante de los que allí callaron como putas, le dijo "extiende la mano" y quedó curado. Y es que parece que estamos esperando a que alguien haga algo bueno para reirnos de él. ¿Es pecado en esta sociedad de descreidos hacer el bien? Y digo descreidos porque creo que son los menos los que niegan la existencia de Dios. Hay mucho que le gustaría creer y no puede. Y es que no hay nada peor a que se junte el hambre con las ganas de comer.

Ayer fui a comer a un sitio donde hacía mucho tiempo que no me veían .El lugar esta regentado por dos señoras que sonrieron al verme. Y aunque yo allí no es que estuviera mucho tiempo, da gusto ver como se acuerdan de uno. Fue allí donde quisieron emparejarme con una compañera de tabajo. Una de las dos señoras hasta quería traernos unas velas a la mesa para ambientar a la que le pareció dulce parejita. A esta me dirijí preguntándole si habían vuelto a ver a alguno con los que yo iba a comer, pero me dijo que hacía tiempo que no. Los dos topos con los que fui estaban sorprendidos de lo bien que nos trataron. No fue necesario siquiera gritar para que nos repusieran el pan. Tomé la parrillada de verduras d primero y de segundo bacalao con pisto (aquí lo llaman sanfaina). Y de postre un plátano. Que dicen que de lo que se come, se cría. (Aunque yo no sé que voy a hacer con lo que me sobra)

A alguien le creí entender que al hablar yo de tanto rezar, posiblemente me viera afectado por algún efecto secundario de la medicación que estaba tomando. Y digo yo, ¿Cuántas veces he citado las veces que Jesús se retiraba a orar? ¿Por qué no puedo hacer yo lo mismo? La verdad es que me gusta orar. Me gusta rezar el padrenuestro. Me gusta sentir de cerca a Dios, como siento de cerca a mis amigos. O viceversa, claro que es imposible separar a Dios de los amigos. Está claro que la palabra rezar está descatalogada. Suena a beato enfermo. Orar a eufemismo pijo/etudioso/entendido religioso. Hablar con Dios. Eso siempre me ha gustado. Quizá porque suena a loco de la colina, pero hablar con Dios como se habla con los amigos. Ya lo decía Barrio Sésamo. Sólo no puedo con amigos (Dios),SÍ.

martes, 20 de enero de 2009

El sábado se hizo para el hombre. Mc 2,23-28

Vuelven hoy a reprender a Jesús. Es sábado y Él y sus discípulos pasan por un sembrado y ellos empiezan a recoger granos con las manos. Me gusta el ejemplo que plantea Jesús a sus queridos críticos. ¿Acaso David, caundo se vieron faltos de comida y hambrientos no entraron en el templo y arramplaron con todo el pan sagrado destinado sólo a los sacerdotes?

Estoy un poco parco en palabras. Ayer recé mucho y hoy también. Y mañana. Y es que ¿cómo puedes estar cuando estás lejos? ¿Qué puedes decir que no le hayas dicho ya? Sentir. Dile como te sientes. Comparte.

lunes, 19 de enero de 2009

El novio está con nosotros. Mc 2,18-22

Discípulos de Juan y varios fariseos estaban de ayuno, como cuando es la campaña de Manos unidas y el segunod viernes de Febrero algunos practican el ayuno voluntario y destinan el dinero que iba para la manutención de ese día a Manos Unidas, para paliar el hambre en el mundo. Aunque aquí pasa al revés. Allí era normal ayunar, aquí lo normal es no ayunar. Que me pierdo. Le preguntan a Jesús que porqué él y sus discípulos son tan cojonudos que no ayunan guardando la tradición. "Los invitados del novio ya tendrán tiempo de ayunar y lamentarse cuando el novio deje de estar con ellos".
Me gusta de la lectura de hoy que enseguida eran reconocidos. Llamaban la atención. Simplemente por ser discípulos de Jesús. Y en eso quiero yo también destacar. Escapar de tradiciones o custumbres que nos "obligan" a menospreciar al que tenemos al lado, estar ahí cuando deberíamos dar una patada, hacer oidos sordos de los amigos, que por nuestro bien nos inducen a ser malos....
¿Será la fiebre? Llevo malito desde el jueves. Qué mal lo estoy pasando. La suerte de tener ángeles revoloteando a mi alrededor que me animan y me hacen esto más llevadero. ¿Quién dijo que no tiene ventajas creer en Dios? ¿Acaso os pensais que me iba a dejar de lado en mi sufrimiento? No señores. Mandó a sus ángeles a que me hicieran compañía, unos me hacían zumitos, otros se pasaban horas conmigo al teléfono, otros me decían que, aunque con dolores y con un riñon menos, se encontraban bien, otros.... cuantos ángeles, por Dios, valga la redundancia.
Si es que el novio está con nosotros.

domingo, 18 de enero de 2009

Fin de la agonía.

Atendiendo a una solicitud de mi buena amiga Sanve, vamos a slir de lo cotidiano y a volver, aunque sólo sea por unos minutos, a una pretendida espontaneidad que dice que he perdido. Y claro, dice que desde que programo las entradas todo suena muy envasado. Y falta de razón no tiene.

No me toca más remedio que salir de la agonía que venía sufriendo. Aún ahora me siento como anémico, con cierto mareo, como si mi corazón queriese vovlerse taquicárdico. Cierto es que , uhm, gracias, me acaba de traer un zumito de naranja recién exprimido, qué rico. ¿Querías espontaneidad? jeje.

Decía que cierto es que he comido más bien poco, pero mi cuerpo tiene que volver a su estado perfecto. Y mañana toca currar. Lunes, principio de semana, y yo recién convaleciente.

Y aunque parezca increible, desde que fui al médico el viernes por la mañana, no he vuelto ha pisar la calle. Me he perdido un bonito día de moto. La pobre, un mes sin que nadie la monte. Imagino que nadie mejor que vosotras sabréis como se siente mi pobre Ciriaca, jeje.

Bueno, por hoy, yo creo que ha ahbido un poco de espontaneidad y algo de sentido del humor.

A empezar bien la semana.

Gracias por vuestros buenos deseos.

viernes, 16 de enero de 2009

Hoy estoy malito

jueves, 15 de enero de 2009

Jesús VIVE ! Mc 1,40-45

Una cosa que yo no llevaría tan bien como Jesús es la cantidad de leprosos que se le acercaba. Hoy se le acerca uno y se le planta delante de rodillas (por lo que no creo que lo dijera con chulería) y le dice “Si quieres, puedes limpiarme”. Y va Jesús y le dice que quiere. Y quedó limpio. Le hace una observación, que no dijera nada a nadie y que fuera al templo y ofreciera su purificación según prescribió Moisés. Pero el antes leproso haciendo caso omiso se puso a pregonarlo a los cuatro vientos con mucho entusiasmo.

Y digo yo: a sabiendas que Jesús solía decir esto porque su hora aún no había llegado…¿No sería que no quería que vinieran más como él? Porque imagino la publicidad de semejante mentecato. Millones de leprosos que oyeran esto, que le conocieran y le vieran ahí, tan sanote, se le plantarían a Jesús delante y no le dejarían marchar hasta que les curara a ellos también.

Y creo que a mi me pasa como a los leprosos. Que soy un puto envidioso. Aunque debo considerarme dentro de la normalidad, porque, ¿acaso no van masas ingentes de personas a sitios como Lourdes, Fátima, etc porque uno una vez presenció un milagro? Y parece que fuera el pistoletazo de salida para no perder comba y que con nosotros hiciera lo mismo. Y así no funcionan las cosas. Dios, Jesús, el Amor no es algo que necesite de marketing, ni de publicidad en autobuses. Tampoco necesita de manifiestos y palabras escritas en un papel y leídas en un micrófono. Dios está ahí, para el que quiera creer en él. Y yo creo. Para que deje que obre en mi. Para que deje ser su vehículo de hacer milagros. Depende de mi y de que yo quiera dejarme hacer. Obras son amores y no buenas razones. Eso sí, la alegría, el confort y la tranquilidad que me entra cuando voy conduciendo y en la pared de una casa desvencijada al lado de la carretera leo: JESÚS VIVE! …

Y parece mentira que a veces lo olvide.

miércoles, 14 de enero de 2009

Recién instalado











Cuando se acaba de llegar y está uno sólo en la oficina....

Todo el mundo te busca. Mc 1,29-39

Jesús hoy se va a casa de la suegra de Simón con sus discípulos. La pobre está con fiebres en cama. Le cura y la mujer se levanta y se pone a servirles (como buena mujer de su casa).

Luego Jesús, tras la comida se retira a orar. Es tal la expectación que levanta que Simón acude en su busca y le dice: Señor, todos te buscan.

Me llama la atención la suegra de Simón. Jesús obra en ella e inmediatamente se pone a servir. Y no por ser mujer de su casa, como bromeba antes. También yo siento que ha obrado en mi y no soy tan servicial como la suegra aunque sí lo pretendo. Siento que podría serlo más. Y a ello me dedico. A ser lo más servicial posible. De momento empezaré en casa. Guardaré la ropa en el armario, que me gusta dejarla por ahí tirada y da sensación de desorden, al igual que los papeles, etc.

Y me quedo con la frase de Simón. "TODOS TE BUSCAN". y ahí debo decir que yo tngo mucha suerte y soy muy consciente de eso. Yo te he encontrado. Cierto que soy como el que tiene un Ferrari y no lo pasa de 140 km/h. Podría sacarle más rendimiento a mi vida contigo al lado. Igaul chuleo un poco. Si tienes un Ferrari ¿para qué correr? Mejor pasar despacio y que todo le mundo te vea bien. Sí, no suena muy bien. Pero es que tú necesitas que farden de ti. Necesitas que cuando pregunten por mi sonrisa responda que es porque creo en ti, necesitas que cuando me pregunten por qué estoy contento en mi desgracia responda que porque tú estás a mi lado, necesitas que cuando me pregunten por qué no tengo miedo al futuro responda que porque confío en ti. Todos te buscan y yo te he encontrado.

Ya me mudo. Hoy mismo me ahorro 20 min de coche y 30 km. Tanto para ir como para volver. Mira que es feo de cojones. Como dice uno de Aiguas de MArtorell, es un barrio de negros y moros. Ni una tienda cerca. Una zona deprimida. Evidentemente se refiere al barrio donde se encuentra la obra, n a la localidad en sí, que sí es fea en general, todo hay que decirlo.

Resulta que un regalo de SSMM no funciona bien. Es un rollo eso de que se tarde tiempo en arreglar. No se puede descambiar. Habrá que esperar a disfrutar de él. Paciencia.

martes, 13 de enero de 2009

¿Quién es este que habla con autoridad? Mc 1,21-28

Desde luego, qué difícil se hace dedicar un rato a la lectura del evangelio cuando se empiezan a tener problemas y la cabeza tiene que perder (o ganar, según se mire) el tiempo en resolverlos. Sí, la obra en la que estoy parece que está empezando a rular.

Jesús con sus discípulos va a Cafarnaún, allí van a la sinagoga y parece que Jesús impresiona a todo aquél que le oye. Hasta a los que se tienen por malvados se percatan de su presencia y le "reconocen" su autoridad. Llamo malvados a los que aquí cita como hombres con espíritus impuros o malos espíritus.

Me da miedo darme cuenta de que día a día, cada vez me impresiona menos lo que dices. Llegará un día en que te olvidaré. Ya no te daré importancia. Ya no me estremecerá tu verdad. Porque cierto es que dicen que la verdad depende quien la diga. Y parece que convence más que tú, que dices ser la verdad. Menos mal que aún te reconozco algo de autoridad. Aunque eso también me da miedo. ¿Acaso seré espíritu impuro?

Dada la profundidad de mi reflexión y en atención a mis amigos que me siguen para saber de mi vida voy a compartir un chiste que me ha hecho mucha gracia y me ha enviado hoy mi amiga E. (¿No es para volverse loco esto de las iniciales con un punto?)


Dos amigos se encuentran en un ultramoderno edificio de oficinas en el año 2078.
“- Hola, Juan, ¿cómo te va?”
“- ¡De maravilla!, Carlos, muchas gracias. A propósito, te felicito, ¡qué hermosa secretaria tienes!”
“- Pues ahí donde la ves,
resulta que es un robot”
“- ¡Ah! ¿Un robot? A ver, explícame”
“- Mira, Además de guapa, domina siete idiomas y once códigos alfanuméricos. También sabe utilizar el ordenador, conoce el word, access, excel ó power point
ó el sistema que tú le digas.
Y si le aprietas la teta izquierda te toma dictado, y apretándole la derecha te repasa la agenda.
Además, si le lengüeteas la oreja derecha te sirve café, le lengüeteas la izquierda y te pone el azúcar. Y eso no es todo. Hace el amor mejor que cualquier mujer de carne y hueso”.
“- ¡No me digas!”
“- ¡Cómo te lo digo! Sí, es una maravilla... Es más... si quieres te la presto un rato para que te ayude en tu trabajo”.
El hombre acepta y se la lleva supuestamente a su despacho. A los pocos segundos, desde el baño
se escuchan unos gritos espeluznantes.
“-¡Aaayyy!, ¡Aaaayyy!,
¡Aaauuuuuxiiiiliooo!, ¡¡¡Ayúuuudenmeee por favoooorrr!!!”

Al oírlos el amigo dueño del robot sale corriendo hacia el baño gritándole al otro:

“- ¡Juan! ¡Juan! Perdona, que se me olvidó decirte que por el culo...


ES UN SACAPUNTAS!!!! JAJAJAJAJAJJAJAJAJA

lunes, 12 de enero de 2009

Convertíos y creed en el evangelio. Mc 1,14-20

Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el evangelio de Dios. Decía: "Se ha cumplido el plazo. Convertíos y creed en el evangelio". Luego pasó por el borde del lago y vio a Simón, a Santiago... y les dijo que le siguieran. Él les haría pescadores de hombres.



Se ha cumplido el plazo. Parece ser que ya está bien de que todo siga igual. Que siga con el mismo comportamiento de antes, con los mismos miedos, con las mismas tonterías. Es hora de cambiar. Es hora de pararse a escuchar. Dios me llama. Quiere hacerme pescador de hombres. El problema es que yo no quiera ser pescador de hombres. ¿Es eso lo que quiero ser? ¿A quién hay que matar para eso?



Hay muchas formas de pescar. De momento me conformo con no haber pescado ninguna gripe de esas que circula por ahí.



El sábado por la mañana me levanté tardísimo. sobre las 10:15 más o menos. ¿Tanto cansancio pude acumular en dos días de madrugar? Me dió que pensar. Me entró de nuevo un cansancio de repente pensar en hoy lunes ¿Madrugar de nuevo?



Me ha entrado una nueva obsesión. Localizar a una amiga de la infancia. La última vez que la vi tenía 8 años. Al acabar 3º EGB nos fuimos de Irún y le perdí el rastro. Mis padres no recuerdan su apellido, por lo que será tarea difícil. Ana Verónica se llamaba. Era una de las tres amigas que me venían a buscar a casa "¿Baja NAcho?" Dice mi madre que decían al telefonillo. Venían una detrás de la otra. Anduve buscando en casa un recuerdo de su 2ª comunión, pero no lo encontré. Allí vendrían sus apellidos. Llama la atención eso de 2ª comunión. hoy ya ni hacen la primera y ella hizo la segunda. La primera la hizo conmigo, en Irún. La segunda la hizo en Alcázar de San Juan. También era de allí, fíjate tú. Me enteré de eso estas navidades.

El domingo desaproveché una salida en moto con un amigo porque pensé que iba a llover. Pero se despejó e hizo un día de sol y cielo azul. Aprovechamos y se nos ocurrió sacar al gato a dar un paseo. En brazos claro. Lo bajamos hasta la playa del miracle. Allí hizo lo que todos los gatos gustan de hacer en la arena. Se pensaría que aquellos era el paraíso de los gatos.

Me tendría que haber visto como corría detrás de ella cuando le dió por jugar a que le persiga, como gusta hacer por casa. Empezó a trotar y a galopar de alegría entre tanta arena. y yo detrás. Al final paró, tras trazar un amplio círculo. La cogí y pa casa de nuevo.

Nos cambiamos y nos fuimos a correr. Me pesaba tanto el culo que no hice los últimos 200 m habituales. Pero qué gusto da aún así la primera carrera del año. O la segunda, que la primera fue detrás del gato.

viernes, 9 de enero de 2009

¿Publicidad Atea?

'Probablemente Dios no exista. Deja de Preocuparte, y disfruta la vida'

Así reza una campaña publicitaria que denominan ATEA en autobuses de Barcelona. Yo no le he visto. Desde luego, mi opinión consise en pensar que estos ateos, o los artífices de la idea que quién sabe si son ateos o los más beatos de la tierra, han cogido una parte del Evangelio y la han transformado un poco. ¿Alguien recuerda haber leido o escuchado en misa o en una película como puede ser "La Vida de Brian" ese pasaje donde Jesús cuenta que si los pajarillos del campo no se preocupan por lo que van a comer al día siguiente, por qué nos vamos a preocupar nosotros si somos mucho más importante paa Dios, que hasta los pelos de la cabeza los tenemos contados.

Pues eso quiero decir yo, debe de haber una errata o una deliberada tergiversación.

Esa frase debería poner: "Probablemente Dios exista. Deja de preocuparte y disfruta la vida".

No obstante, la errata o tergiversación me ha gustado. Puede sacar del aborregamiento a todo aquel que se llama cristiano y vive preocupado, cuando si se sintiera amado por Dios, como cuando eras pequeño y te fiabas de tus padres, las preocupaciones no existian para ti.

Vaya susto. Mc 6,45-52

Tras el milagro de los panes y los peces, Jesús les dice a sus discípulos que se vayan a la otra orilla del lago. A Betsaida, creo, y que le esperen allí. Los tíos se van y Jesús se retira al monte a orar.

Al atardecer, Jesús, que ve la barca aún en el medio del lago, se pone a caminar sobre las aguas. Hay que decir que los pobres dicípulos estab remando contra el viento y estaban muy fatigados. Jesús, chulo como él solo, va y les pasa de largo. Entre el viento, las olas que levantaba el viento formándose un temporal, la fatiga de estos y la figura de un hombre adelantándoles por la derecha y sin intermitentes, les acojonó vivos. Pa fantasmas estaban ellos. Jesús, que debió quedarse satisfecho del susto causado, le dió pena y dando media vuelta se dirigió hasta ellos diciéndoles. ¡Animo!. Y no temaís, que soy yo, cojones! Y subiéndose con ellos a la barca calmó al temporal con unas palabras.

Dicen que Dios aprieta, pero no ahoga. Nunca me gustó ese dicho, pero aquí podía venir al pelo. Dios puede llegar a asustar, pero si le reconoces, al final te llega una calma y una tranquilidad inmensas.

Sustos me ha dado muchos la vida. Y de haber estado solo me habría perdido. Y con Dios pasa con todo. Tenemos muchas cosas, tenemos amigos, tenemos familia, tenemos... y por tenerlos, conocemos que los tenemos, valga la redundancia. Pero ¿los reconocemos? Reconocerlos es más que volver a cconocerlos. Reconocerlos es saber que están ahí y obrar en consecuencia. Disfrutarlos y estar con ellos. Y luchar por ellos. Porque puede pasar lo contrario. De no reconocerlos se pasa a sólo conocerlos y de ahí al olvido. Quizá me ha pillado este mensaje divino (y no digo esto por mi ramalazo gay), en una etapa en que me aferro a un amigo (tanto nuevo como viejo) como a un clavo ardiendo. Me acabo quemando y con heridas, pero lo prefiero a caerme en el vacío.

jueves, 8 de enero de 2009

Primer día

Me acabo de incorporar. Primer día. Me ha costado madrugar. Comenzó a sonar el móvil. Y pensaba que no era para mi. Tras un rato largo incordiando, me di cuenta que era para mi. Tuve que apagarlo.

Hoy seré breve. La lectura va del milagro de los panes y los peces. Pero no la comentaré. Me viene repetitiva y no le he hecho mucho caso. Mis amigos lo agradecerán que no empiece ya tan pesado.

Fue una odisea buscar el librín de los evangelios de este año. Tuve oportunidad de comprarlo en Burgos. Pero me disuadieron. Ya lo harás en Salamanca. Me pasé por la librería Arts, llevada por dos monjas o mujeres consagradas, no lo tengo claro. La de gafas me dice que se han agotado, que vendrán en dos días. Queda la versión más grande, para ciegos imagino, pero como vale 3,31 € no lo compro. ¡Es que es el doble de grande! Vuelvo a la semana. Se han vuelto a agotar


El lunes, antes de ir a Medina del Campo, me acerqué a primera hora. La misma mujer de gafas me vuelve a decir que se han agotado. Que para las 10:30-11 de la mañana recibirán más.

Me fui algo enfadado para casa. Este año me parece que no va a haber Evangelio, le iba diciendo a Dios por el camino.

Por la tarde, tras regresar de Medina y antes de la Cabalgata, me vuelvo a acercar. Pero no me atiende la antipática de gafas con una guindilla en el culo. Me atiende la otra que es más amable. Me dice que llegaron, pero ya no quedan. Que si hubiera dejado el nombre me lo habrían reservado. Miro a la de gafas, que hace como que no va con ella. ¡Será puta! ¿Acaso no he venido ya tres veces y ni siquiera le ha dado por pedirme el nombre? Para no despertar esa cólera que vive dentro de mi e intento aplacar, me vuelvo a dirigir a la simpática mientras tres personas que entraban detrás de mi se vuelven tras cerciorarse de que no quedaban más librines como el que yo quería comprar.
Le digo: "Deme el grande, total, ya no voy a venir más.... A todo esto, para que luego digan que nadie lee el evangelio". "Eso mismo digo yo" me dice la simpática apreciando mi observación.

Pues eso, en un país aconfesional como en el que estamos, es muy difícil encontrar el EVANGELIO 2009 de editorial EDIBESA, porque la gente se pega por conseguirlo.

Y antes de finalizar, decir que si mi peso normal-acetable está en los 70 kg, peso actualmente 76. Me llevé 3 pantalones a Salamaca. Uno de ellos ya no me abrochaba y no lo pude utilizar. VAYA DESASTRE. Parezco un osito.