martes, 28 de julio de 2009

Chin-lu

Pues sí, señores. Ando sin luz. El lunes a eso de las 21:20 llego a casa. Y no hay luz. Lo primero que hago es acudir al cuadro de fusibles. Todos están hacia arriba. Qué raro.

Salgo al pasillo del portal, y compruebo que los vecinos tienen luz. Uhmmmmmm, me empiezo a oler lo que está pasando. Empiezo a recordar que cuando alquilé el piso, firmé unos documentos que traspasaban el titular del agua, luz y gas a mi persona. ¿Lo habrá gestionado la inmobiliaria?

Busco corriendo el teléfono de FECSA ENDESA. Llamo. Tras hacerme esperar, me coge una srta. muy simpática el teléfono. Al contarle la situación me dice que si los vecinos tienen luz y yo no, tendría que llamar a un electricista.

Comprendiendo que este tipo de personas no tienen mucha idea de resolver situaciones, le indico que no creo que se trate de una avería, es más, sospecho que es el típico caso de impago y así se lo hago ver. Me pide el DNI. No consto. Bingo, no se ha hecho el traspaso. Seguramente la sociedad propietaria del piso no pagó la luz y me cortaron el suministro. Le indico el número del contrato y me dice que se debe pasta. Por la información que me da, dice que desde una fecha aproximadamente a mi llegada.

¿Cómo se puede solucionar? Puede usted pagar con targeta. Por favor, adelante, no puedo estar sin luz. Tras dos intentos en darle el número de mi tarjeta, consigue realizar la transacción.

En 24 h tendrá luz de nuevo.

Pues bien, han pasado 24 h y no tengo luz. Vuelvo a llamar. Esta vez me coge una chica sudamericana con menos luces que la anterior. Me dice que se realizó la gestión pero que por problemas informáticos se hizo por la mañana. Conclusión. Se espera que me vuelva la luz mañana por la mañana. Quién sabe cuando.

¿Es o no desesperante?

Mañana toca pirarse del trabajo y visitar a la inmobiliaria que se tildó de profesional. A ver como les digo que el género de mi nevera se ha hechado a perder. Que quién me paga mi ahora los perjuicios por una negligencia claramente de la inmobiliaria encargada de hacer las gestiones de cambio de titularidad (para el agua doy fe que se dieron prisa).

miércoles, 22 de julio de 2009

Men in Trees

"Los hombres infieles son como los coches usados. Puedes seguir sacándoles brillo pero al final siempre te dejarán tirada"

Una frase de una serie que debió empezar hoy en La 2 "Men in Trees". Curiosa serie. De esas que me gusta ver de vez en cuando. Trata de una mujer escritora y orientadora en el amor hombre-mujer. Resulta que se iba a casar y su "hombre" le pone los cuernos. Se va a Alaska y parece que se instala allí para olvidar lo acontecido. Ahora todo lo escrito le parecen una sarta de tonterías. El pueblo al que se muda está lleno de hombres. Las pocas mujeres se cuentan con los dedos.

Lo curioso de la serie es que los hombres del pueblo, en su mayorá leñadores, tienen una filosofía de la vida y una idea curiosa acerca de las mujeres. Y la protagonista de la serie comienza a tomar notas de la realidad. Me está gustando. Estas series cuyo argumento es filosofar sobre las relaciones humanas con cierto sentido del humor siempre me han gustado.
Curiosamente hoy fue el día de María Magdalena, una mujer que lloró por lo que había perdido sin saber lo que realmente ahbía ganado (me refiero a cuando fue al sepulcro y lo encontró vacío del cuerpo de Jesús y a un par de ángeles y a María (la madre de Jesús) sentada fuera.

Lo bueno parece que se acaba

Y hoy es domingo. Y hace una semana que dejé atrás A Coruña.

Como de costumbre, salimos a desayunar al Delicias. tomando Juan Florez, directos al aquarium. El sábado se nos hizo tarde y hoy domingo queríamos aprovechar. La entrada tenía el precio disminuido a la mitad. No se podía ver a los tiburones, atracción principal.








Aquí está la Srta. Pepis relajando la vista con los peces




La Torre de Hércules envuelta en un halo de niebla. Se adivinaba un día soleado.







Carteles explicativos envejecidos por estar a la intemperie y por el sol, decían que La Coruña tenía una media de 18 días al años de calma chicha, días con viento cero, como la cocacola. Y ese viento proveniente del atlántico traís dos regalos a esta ciudad. El primero fue eliminar cualquier vestigio de contaminación de la ciudad. Y el segundo y no menos importante, que esa atmósfera coruñesa continuamente renovada por vientos de fuera, hacía a sus gentes más abiertos con todo lo proveniente del exterior. De ahí deduje del por qué del dicho ese de que La Coruña es la ciudad donde nadie es forastero.




Hace 4 días habían nacido dos foquitas. Muy riquiñas, como dicen por aquí. Estuvimos un rato esperando a que salieran del agua.





Y al salir del Aquarium nos esperaba ese SOL Coruñés que tanto me acompañó antaño en mi estancia allí.
Hoy tocaba comer en uno de mis sitios favoritos. De camino, pasamos por la panadería donde nos esperaba la media empañada de zamburiñas encargada el día anterior. Esta nos la cenaríamos la misms noche en el hotel. Nos despedimos de Adela, que se volvió a alegrar de que nos acordáramos de ella.








Y rumbo al restaurante O Bebedeiro, donde pedimos de primero zamburiñas al horno y almejas marinera, riquísimas. Y de segundo timbal de rape y marisco y lubina en hojaldre. Todo esto compartido y regado de nuevo con un Guitián, este normal, no fermentado en barrica como el del sábado.









Para bajar la comida, que mejor que un último paseo con vistas al mar.







La Playa, ayer vacía, hoy estaba comenzando a poblarse. Aquí ven el Sol y las calles se llenan de procesionarios con bolsas de playa camino del atlántico.







Nos dimos una vuelta en tranvía. La primera vez. Desde La solana hasta Riazor. Media hora de paseo en tranvía con el sol y el viento en la cara. Mirabas a los que andaban y los que andaban te miraban. Sonrisas regaladas. Qué bien se vive en La Coruña.
Paseo por el casco antiguo, la Ciudad Vella. Estaban montando el mercado medieval, supongo que empezaría a funcionar en esta semana que ya expira.
Al atardecer, me entró el agobio, la pena y la tristeza. La Srta Pepis quería tomar de nuevo ese vermuth de barril que le gustó mucho. Yo me pedí una caña y me sabía más amarga de lo normal. Notaba que todo tocaba a su fin. Solucionamos el tema yéndonos a tomar otra fabulosa Estrella Galicia. Se me fue pasando la pena de irme.
Ya en el hotel, más contento con unas cervezas en el cuerpo, nos ventilamos la empanada de zamburiñas, una verdadera delicia para nuestros paladares. Y a domir, que mañana tocaba madrugar. EL TRD nos salía a las 5:40. En Santiago cogimos el bus al aeropuerto y de allí, avión. Y a trabajar.

martes, 21 de julio de 2009

Sábado Coruñés

Bueeeeeeeeno. Se hizo el Sábado. Como no teníamos incluido el desayuno en el hotel, nos fuimos al "Delicias", un bar que dicen que no cierra nunca. Sirve a los clientes diurnos, y también a los nocturnos, pues todos los que habían estado disfrutando de la noche de fiesta iban allí antes de acostarse a tomarse su chocolate con churros. Supongo que una fruta coruñesa que yo me sé conoció su época de esplendor.






Después nos fuimos a patear nuestra querida Ciudad. Dejando atrás la Glorieta de Cuatro Caminos, seguimos hacia los jardines de Méndez Núñez. El jardín de la foto, asombrosamente, amanece con la fecha actual. Siempre dije que los gnomos de este parque trabajan a destajo de forma misteriosa.



Seguimos camino, disfrutando de ese aire fresco que envuelve a toda la ciudad. Paramos a tomar una foto con las "Galerías" al fondo.



Los colores de esta peculiar embarcación me recordaron a alguien. Y le saqué una foto






Hay que ver como disfrutábamos de este segundo paseo. Y es que es un placer auténtico dejarse los pies en esta ciudad. Seguimos el paseo marítimo, pasando por la fortaleza de San Antón. Aún sigue en obras esta parte. ¿Cuando acabarán? Tras pasar por la característica torre de control del puerto, cerca de la cual juraría que han construido esos edificios que antes no estaban. Hace tres años, cuando me saqué la foto con Ciriaca no aparecían. Seguimos camino respirando ese mar atlántico que refrescaba los pulmones. Y no sé si era el aire o mi plena consciencia de donde estaba, pero estaba pleno de felicidad. Y todo el rato iba repitiendo "¡Pero qué bonita es A Coruña!".
Se vislumbraba mi antigua morada de adormideras. Y sacamos unas fotos a un par de gatos la mar de simpáticos.
















Nos acercábamos a adormideras. Pasamos a saludar a mi antigua panadera. Le decía a la srta. Pepis que lo primero que iba a decirle al entrar era "¡Hola, ¿sabes quién soy?". Pero no hizo falta decir nada. Al vernos entrar enseguida exclamo: "Cuánto Tiempo!. Qué morenos, qué jóvenes y qué guapos!". Vaya que si se acordaba. Y eso que la última vez fue hace 2 años, creo. No sé si fue mayor su alegría porque fuimos a verla o la mía por ver que no me había olvidado. Nos dimos besos y estuvimos un ratillo charlando, que era temprano aún para la hora punta de la clientela. Al final le encargamos media empanada de zamburiñas para el domingo, que las cenaríamos. Nos despedimos de ella y nos acercamos a una competición de cometas en la Torre de Hércules.











Esta foto la tengo en otras 2 épocas anteriores, con el soldadito.





Y cómo no, rememorar esa otra foto que tengo en esta misma fuente haciendo la misma tontería. Algún otro día puedo poner las dos juntas en el mismo opst para poder comparar el paso de los años.







Esta foto de fondo del Riazor la saqué porque se ven las aletas de varios delfines que se habían aventurado en la ensenada del Orzán. La primera vez que los vi. Había por lo menos 6.







Se acercaba la hora de comer. Y hoy tocaba la Domus. La carta la habían cambiado. Ya no era tan rimbombante cmo antes. Ahora con tres palabras estaba el plato dicho. De primero, las zamburiñas con crema de patata. Buenísimas. De segundo Vieiras con compota de tomate. Estupendas también. Una verdadera delicia. Y todo esto aderezado con un vino blanco godello, de cerquita de donde vivía antes. Guitián fermentado en barrica del 06. Hacía mucho tiempo que no probaba este vino elaborado en Rubiá, con denominación de origen Valdeorras. Excelente como acompañamiento. Lo siento por los ribeiros o albariños, pero es que el Guitián... es mucho Guitián. No sé si tendré aún una botella en Salamanca. Claro, que si la tengo, me daría mucha pena abrirla. De postre, cuando nos traeon la carta no vimos uno que nos apeteció que estaba en el menú del día. Y nos dijo que ningún problema. No recuerdo que era pero tenía chocolate.
En la Domus, es más bonito comer que cenar, porque por la noche no puedes ver el paisaje por el reflejo de las farolas. Estoy a contraluz, pero lo que importa es el fondo, no el protagonista zampón (madre mía como me estoy poniendo de gordo)












Después de comer, foto en la terraza. Se cubrió el sueño con ese orballo encantador. Entramos al museo, que se puede entrar gratis si comes ahí. Y aquí ocurrió la gran anécdota. Había una mesa donde te colocaban un sensor en la cabeza y te medían las ondas cerebrales, concretamente las alpha. Y para que nos diésemos cuenta de la energía de estas ondas, habían construido un aparato de competición. Se colocaba una bola en el centro de una mesa. A Ambos lados los contrincantes. El que conseguía estar más relajado, no pensando en nada o, al menos, en cosas agradables, optenciaba las ondas alpha, consiguiendo mover la bola hacia la ortería del contrario. Ganaba quien conseguía meter gol al contrario. La Srta. Pepis y yo decidimos probarlo. Antes de decir quién ganó, los que me conocen y alguna vez me han preguntado que qué pensaba y les contestaba que nada, siempre pensaron que les mentía. Me decían que era imposible no pensar en nada. Pues bien, os diré que otros que participaron dle experimento antes que nosotros, duraban un rato, avanzando la bola y retrocediendo. Los que eran más competitivos acababan perdiendo, porque eran incapaces de relajarse. Además de la bola, había unas pantallas que mostraban el gráfico de tus ondas cerebrales. Cuanto más bajas y sin picos, más relajado estabas.

Pues bien, fue ponernos los sensores y enfrentarme a ondas alpha con la Srta. Pepis que la bola empezó a avanzar contra su portería y en cuestión de 5 segundos (y las risas que me entraron) la dejé derrotada. Decía que había perdido porque no le había dejado concentrarse con mi risa. Y lo más gracioso de todo es que la guardiana del aparato me dijo que era la primera vez que veía un gráfico tan plano como el mío. Y nos empezamos a desternillar de risa, jajajaa. Yo le dije que el secreto era en ser como Hoomer ("Quiero cacahuetes")







Nos fuimos a tomar un café luego al Vecchio. No eran tan buenos como yo recordaba los cafés. Pero bueno. Paseo por el Marítimo, Calle Real, María Pita... ¿Qué fueron de esas flores violeta que adornaban esta plaza? Quedaban pocas en los soportales, pero habían quitado las de las ventanas. Pierde mucho, pero bueno. Supongo que sus razones tendrán.











Como llevábamos hecha una verdadera maratón a paseos, decidimos probar los cines de un centro comercial que hicieron enfrente del NH Atlántico. La peli que vvimos fue la de Harry Potter. Nos vinieron de lujo para las piernas esas dos horas y media de pelicula. Por cierto, estuvo entretenida, pero sin un final, cosa que me jode. Habrá que esperar a la siguiente.
Subimos arriba del todo, a las terrazas, desde donde saqué esta foto. Desde allí pudimos contemplar una celebración en barcas en el puerto. como si de un rocío naviero se tratara. Un coro cantaba una especia de habanera que decía algo que me llegó al corazón: "Qué máaaas se pueeedeeee pediiiiiiir que viviiiiir en Laaaaaa Coruñaaaaaaaaaa"
Cuanta razón tenía la canción. Quien vive en La Coruña lo tiene todo. Qué añoranza de mi vida allí. Sigo pensando que cuando me jubile me iré a morir a La Coruña.






Después nos fuimos camino del hotel. Serían las 22 h. Decidimos pasar por la Cervecería, que el viernes estaba a rebosar y nos agobió entrar. Y aunque había mucha gente, me soprendió una cosa. En todo el local (salvo arrriba) ESTABA PROHIBIDO FUMAR. Qué bien se estaba. Un grupito de tres, al igual que nosotros dos, con la Estrella Galicia en la mano esperaba encontrar mesa y asiento. Parecía que la mesa que se encontraba entre nosotros dos, iba a vaciarse enseguida. En lugar de competir a ver quien se la quedaba, le hice gestos a una de las chicas del trío (no se las iba a hacer al chico, claro, que eran dos chicas y un chico). Me entendió a por gestos accedió a mi propuesta. Pero nuestro gozo en un pozo. Una señora del grupo se quedó sentada y se le juntaron otros señores. La srta Pepis y yo, cansados de todo el día de pie (el cine amortiguó el cansancio pero no lo quitó del todo), empezábamos a notar el otro amargor de la cerveza. Pero a nuestras espaldas, media mesa quedó vacía y la ocupamos. El trío nos vió y maldijo su mala suerte. Pero como había sitio, esta vez al chico, tambén por gestos, le dije que podían ponerse a nuesto lado. Y como no, aceptaron. No sienta igual la cerveza sentado que de pie.
Ya en la mesa, nos pedimos otra y una ración de raxo, por cenar algo.
Acabó el sábado.

















lunes, 20 de julio de 2009

The Dream is Over







Esa fue la sensación de esta mañana, cuando realizaba la programación de trabajos.
Joaquín Sabina se equivocaba cuando cantaba que "al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver".
El domingo por la tarde, la estrella galicia que se me colaba por el gaznate me sabía amarga. Tenía sabor a despedida. Fue necesario que me tomara una segunda cerveza para volver a recuperar la alegría del sueño vivido. Y es que me puse de lo más contento.


Me llevé una gran decepción de todas las expectativas que llevaba. Sí, ya no existía. Aunque el local permanecía allí, ya no era el A Cova Folk.



Hoy voy a contar el primer día. Llegada a Santiago de Compostela a las 8:10. Un autobús de la casa Freire nos acercó del Aeropuerto a la ciudad en sólo 15 min. Mientras nos tomábamos un café y una estupenda caña de chocolate, nos llamó mi amiga. Estupendo fue compartir un segundo café con ella. Y una tostada, que pese a la caña de antes, seguía con gusa. Volvimos a tomar un tercer café. Y conocí a J. El famoso J. Fueron apenas unos minutos. Mentiría si dijera que me cayó bien. Hay que entender que no tengo datos directos. Pero si diré que pese a su timidez del momento, porque no me pareció una persona tímida, me transmitió calidez en su saludo al darme la mano.
J., un verdadero placer haberte estrechado la mano.
Tras la despedida en la estación, cogimos el TRD que nos llevaría a mi querida A Coruña. Caía orballo (orbayu). Supongo que la ciudad lloraba de la alegría del encuentro. Y yo también me emocioné, claro está.
Nos acercamos al hotel. De camino, una rubia me preguntaba sobre la dirección del Hotel Plaza. Y mientras cruzábamos Alfonso Molina por la pasarela le indicaba: "¿ves aquel cartel que pone PALAS? Pues si vas por allí, poco antes de llegar a la Glorieta de Cuatro Caminos, llegarás al hotel, según creo recordar. Porque claro, lo primero que me preguntó es si éramos de allí. Y yo le dije que no, pero seguramente le podría ayudar. Y estuvimos toda la pasarela charlando. Ya me décía la Srta. Pepis que poco estaba tardando en dejarla por otra, jajaja.
Una vez en el hotel, dejamos maletas y nos fuimos a tomar el pulpo a la pulpeira de Arzúa. Estupendo. No defraudó. El vino quizá un poco, porque no tenía esas cosas flotando como yo recordaba. Al comentárselo a la pulpeira se sonrojó, porque decía que era el de siempre, que quizá según salía del barril a veces salía más turbio que otras.
Luego siesta. Y vaya siesta. Estábamos cansados. Luego un paseo corto. O no tan corto. Que fuimos por la costa hasta el Orzán, pasando por las Galerías, la Torre de Hércules... Mi casa en adormideras... bueno, mi antigua casa. Y cañitas en la Barrera. Con sus pinchos. Y a dormir. Qué bonita es A Coruña

viernes, 17 de julio de 2009

A Coruña.


Sí señor. Por fin. Estoy En A Coruña. Está claro que esta entrada está programada. Hoy toca comer pulpo en la pulpería de Arzúa.

Ardía en deseos de volver a pisar la ciudad donde nadie es forastero. Visitar el O Bebedeiro, la Domus, la cervecería Estrella Galicia... el A Cova Folk...

Lástima que vengamos a pie, no podremos visitar el Vila do Couto, pasado Lorbé. Pero da igual.

Fotos en la Estación de San Cristóbal, donde fui forjándome en materia ferroviaria. Hay que ver lo que ha cambiado, lo que era y en lo que la convertimos. Y lo que es. Y es que han pasado 8 años desde que le di ese aspecto. Y es que antes del 2001 era una estación tercermundista.

Visitaremos el Aquarium. Es el segundo acuario que más me gusta, por detrás del de Lisboa y por delante del Oceanografic de Valencia. El cuarto que vi fue el de Barcelona, que no merece la pena. Recuerdo que tenía una sala donde había unos bancos donde te podías sentar y observar 4 grandes peceras enormes. Una luz tenue, relax... Ideal para relajar la mente, mientras observas el pausado movimiento de los peces.

Está bien esto de tomarse un viernes libre para disfrutar de un amplio fin de semana en A CORUÑA.

De momento y, a poco menos de una hora desde que se publique esta entrada voy a verme con una gran amiga, la misma que monta a Ciriaca.

A Coruña, p'allá voy!!!!!

miércoles, 15 de julio de 2009

Un artista en SAUS







Hoy estuvimos de excursión. Pasamos por Saus, un pueblecito medieval. En él vive un artista que dicen que recuerda a Dalí (??¿¿?¿?¿)

Una de las calles del pueblo la tiene llena de sus obras. Es curioso.

Aquí aparece mi imagen de moro. Aunque esta barba me la voy a recortar esta noche, que ya está bien.

martes, 14 de julio de 2009

A Casa

Es lo que me dije a las 20:15. Ya está bien. Tengo que poner lavadora, ducharme, limpiar el cuarto de baño, cenar un poco y, antes de todo esto, comprar gel, desodorante, si es que encuentro el que uso, que llevo 3 semanas sin encontrarlo, guantes, que para fregar me gusta tener mis delicadas manos de artista protegidas (me refiero al cuarto de baño, que para fregar los platos lo hago a pelo)

Pues bien, hice todo eso y ahora estoy reviendo de nuevo (reviendo, qué palabro) tripler X en antena 3. Claro que hoy no la veré terminar porque tengo sueño. Y la he visto mil veces. Me gusta la chulería del triple X. Yo de mayor quiero ser como él.

Mañana toca la lectura que siempre me gustó mucho. La de un Jesús que da gracias al Padre por haber ocultado a los sabios de este mundo lo que de verdad importa.

Uhm, estoy soñoliento. Creo que aprovecharé el tirón y me iré a dormir.

domingo, 12 de julio de 2009

Parezco un moro

Últimamente me estoy dejando la barba demasiado larga.

Esta tarde, regresando d ela palya, nos cruzamos con una pareja de musulmanes. Y el niño pequeño, que debía tener unos 4 - 6 años, me mira y me saluda con la mano.

Y la srta. pepis me dice: ¡mira, te ha reconocido como uno de los suyos! jajajaja

martes, 7 de julio de 2009

La amistad

Hace tiempo que quería escribir sobre la amistad. Ese sentimiento que tiene el ser humano tan controvertido. Lo malo es que hoy no me salen las palabras. No estoy muy seguro de decir lo que quiero decir. El otro día sí, estaba inspirado, pero también muy ocupado. Y pasa lo que pasa. Que aceptas la invitación de la musa en su momento o cuando te decides a salir con ella ya se ha marchado con otro.

Estamos muy acostumbrados a oir hablar de los amigos como que son estupendos, que son la releche, que son peritas en dulce, que no sabríamos vivir sin ellos, que están tanto para los buenos momentos como para los malos, ... y tantas otras cosas empalagosas y vomitivas que entendemos los que nos gusta presumir de odiar el mundo de los osos amorosos. (Aunque luego anhelemos vivir en él).

De tantas veces que halagamos la virtud de los amigos, olvidamos quizá lo más importante de la amistad. Un amigo está para mandarnos a la mierda. Un amigo está para enfadarse con nosotros. Un amigo está para desconfiar de nuestra palabra, para dudar de nuestro honor y para cuestionarnos las veces que quiera. Como acostumbran a decir los catalanes: "¿Sí o no?"

Cuando alguien que tiene en nuestro corazón la consideración de amigo nos pierde el respeto y la confianza, la maldad que todos llevamos dentro y que muchos, en lugar de ahogar, dejamos salir y que se haga más grande, hace que pensemos que no merece la pena conservarle tan honorable título. Nos sentimos tan heridos en el fondo de nuestra alma y de nuestro orgullo propio que no creemos que tal persona esté a nuestra altura. Pero, ¿cual es nuestra altura? ¿Esa que tiene el betún al creerse más claro que el agua?

Es un tema delicado para nuestro propio amor (sé que no digo amor propio), porque el tema amistoso del que estamos tratando es reversible al 100%. Nos gusta hablar de la amistad respecto al otro, pero no nos gusta tratarla con respecto a nosotros mismos. ¿Nos gusta que nos perdonen? Sí. ¿Nos gusta perdonar? No, porque consideramos que lo que nos han hecho no tiene perdón de "dios". (Lo pongo así porque Dios perdona todo, absolutamente TODO).
Señores míos, es una pena que el género humano no haya aprendido aún a perdonar. Y el que suscribe todo esto, no está por encima de lo que escribe, porque no es un ser perfecto, sino un ser humano.

lunes, 6 de julio de 2009

Sabado 30 Mayo




































































Bueno. Y este día empezó sabiendo ya a último día. Amanecía sábado. Y un sábado de calor. Nos cuentan la idea del día a la salida del Pazo de Lestrove. Iríamos a Pontevedra. Allí nos darían un rato libre (unos 20 min). Después el alcalde, que tras cerciorarse de que la mayoría éramos de fuera nos soltó un discurso en galego, porque decía que estábamos en Galicia, nos invitó a un pequeño ágape.
Luego nos fuimos a comer al parador de Tui, donde nos esperaba un calor de agárrate y no te menees. Tras una calurosa sobremesa y unas fotos con las recepcionistas, nos dirigimos a nuestro último destino. Baiona.
Allí fue la cena de despedida y la última noche del encuentro. Me hizo gracia como el pan venía envuelto como si de un polvorón se tratase. De ahí la foto. Debo decir que antes de la cena, nos tomamos una cervecita en un bar que debía ser conocido allí. No recuerdo el nombre. De ahí saqué las fotos de las motocicletas, con las islas Cíes al fondo.
La cena estuvo bien. Y luego un grupo de música amenizó la fiesta final. Y aunque algunos salieron de fiesta al acabar (serían las 2:30 de la mañana) yo me fui a la cama, que al día siguiente me esperaba un día también cansado. Tenía que subir a Santiago (viaje de placer) para luego reanudar camino a Burgos, donde haría parada y noche antes de segui camino de casa.