jueves, 25 de febrero de 2010

Prometo comentar

Evangelio según San Mateo 7,7-12.
Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; llamen y se les abrirá.
Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá.
¿Quién de ustedes, cuando su hijo le pide pan, le da una piedra?
¿O si le pide un pez, le da una serpiente?
Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará cosas buenas a aquellos que se las pidan!
Todo lo que deseen que los demás hagan por ustedes, háganlo por ellos: en esto consiste la Ley y los Profetas.


Esta es la lectura de hoy. Ayer me preguntaban si el haber dejado de escribir se debía a que había dejado de leer la lectura del evangelio y, por eso, había dejado de dedicar entradas al evangelio del día.

Debo decir que me gusta leer el evangelio diario. Algunas veces me pilla sembraado y otras no. Hay días que Dios me dice algo y otros que tengo tapones en los oidos que no me dejan escucharle. Y luego está el tema de que tenga tiempo de comentar. Hoy no lo tengo, pero la lectura de hoy es una de las que más me llenan y que me apetece comentar. Lo haré en un futuro próximo, aunque a título póstumo. No porque me haya muerto, sino porque otro día no será la lectura del día. Pero como nunca viene mal recordar lo que nos dijeron ayer....

lunes, 22 de febrero de 2010

Hasta lo más hondo.

Sí. Debo reconocer que el comentario de capataz me ha hecho mucho daño. Es mirarme al espejo y decir "Tienes pinta de capataz", jajajaja -río histéricamente.

Si fuera mujer estaría hundida psicológicamente. Que se metan con mi forma de vestir nunca me importó. Pero los comentarios se me quedan. ¿Cómo viste un capataz? Como Nacho, debe ser la respuesta. En fin, dejaré atrás estas ideas peregrinas. Y el 9 de Julio voy de boda. Un viernes. Aún no he confirmado mi asistencia, pero me gustaría ir. Me viene realmente mal, pero supongo que si me apetece, debo dejar atrás la pereza y acercarme por Salamanca. ¿Qué me pongo? ¿Me ponga lo que me ponga dejaré ver que soy simplemente un capataz? Desde luego, iré sencillo. Soy sencillo. Y la boda es de lo más pijo, por lo que me han dicho.

Hoy estuve comiendo con 3 jefes. El directo, el pasado-futuro jefe, y el jefe de los tres. El pasado-futuro jefe comentaba que había visto ayer un documental en el canal 33 (por el canal que ve todos sabemos de qué palo va) en el que dos tribus urbanas estaban en guerra. El rito de iniciación de una de ellas consistía en dar una paliza al iniciado y, si sobrevivía, era digno de formar parte del clan. El jefe de los tres, dirigiéndose a mi, comentó que la empresa nuestra es una hermanita de la caridad, que así no iniciaban a los suyos. No pude morderme la lengua. Vosotros no dais una paliza-salté- usais la táctica de la guerra psicológica, que no sé qué es peor. Mi jefe se empieza a reir, "vaya bala que ha soltado el Nacho". A lo que el jefe de los tres me dice "No tientes a tu suerte".

Y es que de suerte está la cosa. Hablando con compañeros de mi antigua empresa me dicen que es vox pópuli el cierre de la delegación de Barcelona. Al parecer no fue desfoturnada la idea de irme en su día, y mira que le di vueltas. Me costó mucho.

LA vida siempre me ha sonreido. Unos dicen que tengo suerte. Yo siempre he pensado que no tomo sólo las decisiones. Dios, ese que algunos consideran que no existe, me ayuda en mi camino. Me llena de bendiciones. Me colma de atenciones. La tarde del domingo fue una tarde para el recuerdo. Bastante poco le meto en mi vida para lo mucho que me da.

Puedo decir que con toda la pena que me envuelve alrededor, los malos ratos del trabajo y los golpes que da la vida, soy feliz. Y soy feliz porque no estoy solo. Dios permanece a mi lado a través de las personas que ha puesto ahí para velar por mi. Y para invitarme a chupitos de aguardiente.

Nació el niño de una amiga de la Srta. Pepis. Me mandó una foto con él. Le dije que le quedaba muy bien la imagen de mamá que daba en la foto. ¿Quedará igual de bien papá Nacho?

La vida pasa y el trabajo me absorbe. Sí, estuve desaparecido. Estoy seco. No tengo qué escribir.

Empece a leerme el libro "El vencedor está sólo" de P.Coelho. Un autor que la mayoría de la gente dice que tiene afan de espiritualista y que sólo viene bien para una época determinada de la vida. N he leido todos sus libros. Sólo "La quinta montaña" donde narra la historia del profeta Elías (libro que me regaló una de mis amigas guapísimas que tengo). Y este es el segundo que voy a leer. Ataca de forma humanamente abrumadora a la sed de ambición y poder del ser humano. Si el argumento que utiliza convence, ¿cómo es posible que sigamos deseando el poder, la fama y el dinero? Yo sigo contento con lo que tengo y con mis vestidos de capataz. Me gustó como definió lo que es la moda. Aunque ahora no lo recuerdo como para ponerlo aquí.

Rosquilla es la que acompaña mis solitarias noches Duerme conmigo. Se acurruca conmigo y me regala sus ronroneos. Me atormenta con sus maullidos de alma en pena cuando no le hago caso, pero me gusta mucho Roquilla.

El pasado-futuro jefe me ha felicitado porque en todas las actuaciones de fin de semana aún no hemos pinchado. El mérito no e smío, sino de la gente buena y profesional que tenemos. Dejar de lameros la polla-añade mi jefe de ahora.

No me gusta que me feliciten, pero tampoco que otro se ponga mis medallas. El mérito no depende nunca de uno solo, sino de la unión de muchos. Es lo negativo que le veo a la empresas.

Y dicen que sigo teniendo mucha suerte.

Seguiré tentando. Total, ¿Acaso hoy la lectura no va de las tentaciones?

domingo, 21 de febrero de 2010

¡Cuanto tiempo! ¿Como va eso?

Hacía tiempo que no escribía. Sin tiempo y, el viernes, con algo de él, no sabía que escribir.

Hoy es el día del Señor. Domingo. Y debo decir que me ha regalado un domingo estupendo. Antes de irme a dormir diré que ha sido un domingo cachondo, buena compañía, alegría del borracho, visión de una ninfa... Lo ha tenido todo.

Hoy me han dicho que visto como un capataz. Al principio me sentí insultado. Pero al instante, en el fondo, me sentí halagado.

Se supone que un capataz viste humilde. Incluso cuando se pone sus mejores galas. Se le ve. Cuando pretende vestirse de fiesta se pone las ropas de los domingos. ¿Esa es la pinta que tengo? Incluso herido en mi amor propio me ha hecho gracia. Ahora quiero tomarlo por bandera.

Ya mi jefe alguna vez se ha metido conmigo porque parecía capataz. Qué risa. No sabe que fue el primero de un comentario que ha sido repetido. Claro que él lo decía por una chaqueta de "trabajador" que me pongo para no mancharme mis exquisitas prendas. Exquisitas prendas que hoy me han dicho que son de capataz.

Me he mirado al espejo. Estos pantalones ya no me hacen justicia. Estoy contento por ello, porque estoy adelgazando. Me los compré porque los de siempre ya no me valían. Ahora esconden un cuerpo de infarto (a mi me duele el pecho cuando me miro, jajajaja)

La morena delgadita de capucha sobre jersey también estaba de infarto ¿verdad? Tenía algo.

Qué buena velada. Desde luego las 4 rondas de aguardiente de hierbas ayudaron. Y la camarera...
Un encanto.

Me voy a domir, con sueños de capataz y de princesas que me observan.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Otra comida más

Hoy no tengo mucho que contar.

Como había mucha gente comiendo, nos tocó esperar. En la espera nos pusieron una cerveza. Con el estómago vacío se me subió enseguida a la cabeza. aún ahora, según escribo, todo me da vueltas. Ando con cierta euforia. Qué melopea llevo encima. Desde luego, así no se sufre trabajando ni se toma todo demasiado en serio.

A las tres menos diez y a las dos y diez tenía sendas mujeres que contactaron con mis ojos ebrios de cerveza. Y aderezados con un poco de vino malo de mesa. Ya me había fijado en ellas, pero hasta que no me sentí observado no les comencé a prestar atención. La de mi derecha tenía un niño. Un uniforme que, según mis compañeros, era del mercadona. Comía con quien parecía una amiga. Me cayó en gracia. Era alta con el pelo corto. El tipo de mujer que parece demasiado seria para mi pero que tiene algo. Ese algo que tocando en los resortes adecuados transformas en una alegría similar a la que yo llevaba.

La de mi izquierda iba más arreglada. Noté el peso de su mirada cuando quedó a solas con una de los 8 compañeros que habían comido con ella. Estaban las dos solas en una sobremesa personal.

Me pareció curiosa la sensación de ser "atacado" desde dos frentes diferentes e independientes entre sí.

Obviando ya mi hora de la comida, que ha sido regada con muchas risas, diré que hoy el evangelio ha llamado mi atención con un par de frases. Jesús es despreciado por los vecinos de su pueblo. No les cabía en la cabeza que el carpintero pudiera hablar con tanta claridad y sabiduría.

Dice también que allí no sucedió ningún milagro, a la vez que dice que Jesús se sorprendió de su falta de Fe.

Siempre se ha dicho que Jesús hacía milagros para que las personas creyeran en su mensaje. Qué equivocación más grande pensar eso. Está claro: si no crees, serás incapaz de ver el milagro.


martes, 2 de febrero de 2010

La otra cara del fin de semana


Los momentos que pasé despierto este pasado fin de semana bien podrían formar parte de un sueño. Me sentí arropado. Ahí estaba, como siempre, la srta. Pepis. No vino sola, pues Rosquilla no podía quedarse sola en casa. Las dos me calentaron el hogar para combatir el frio que yo traía.

El sábado fue un día grande. Disfrutamos de la grata compañía de mi gran amiga. Pasó el día con nosotros. Dimos un estupendo paso por Girona al que quiso unirse un cielo azul estupendo y un sol que alegraba el corazón.

Me lo pasé muy bien. El domingo, además y como colofón a un fin de semana que sólo iba a ser de trabajo, se nos ocurrió ir a saludar a nuestra amiga, la mitad de la pareja que conocimos en la riviera maya. Y tras saludarle nos citamos para la tarde. No pudieron estar los dos, pero estuvimos de café muy bien.

Me gustan estos fines de semana en los que tienes con quien compartir tu tiempo.

lunes, 1 de febrero de 2010

Mucho frío


Este fin de semana ha sido muy frío.

Cuando te toca trabajar un fin de semana, sólo deseas que la semana siguiente pase rápido. Deseas que llegue el viernes rápido. Descansar…Tener un fin de semana normal. Lo bueno es que los trabajos del fin de semana salieron bien. Lo malo, el cambio horario.