Hoy me he levantado a las 8:30. No podía más. Ella se quedó viendo el comisario mientas yo a las 22:30 ya estaba en la cama.
He parado el emule, que baja pelis a todo trapo. He reiniciado el ordenador.
Aún no tengo sensación de haber acabado con mi pasado profesional. El lunes pasaré por la obra. Me despediré de los curritos, devolveré el coche, el teléfono y las llaves. Como inmediatamente comenzaré mi nueva andadura, no creo que hasta la tarde del lunes de regreso a casa sienta el cambiio drástico que ha tomado mi vida.
Ayer estuve pensando en el racismo. Nunca me he considerado racista. Aunque sí con determinadas personas (pero me pasa con los nacionales también) he experimentado cierta sensación de superioridad, no de raza, no me entendáis mal. Una sensación como que soy yo quien puede ayudar al otro por mi mejor posición que al revés, la de ser ayudado.
Ayer acudí a la oficina de un banco santander Rocafort-Avda Roma. Dadas las horas tardías, cerca de las 13 h, estaba lleno de personas. Me fijé que había ecuatorianos, algún colombiano y un argentino. Me sobrecogío una sensación extraña. Me sentí a disgusto. Como que yo no encajaba allí. Cuando cobré el cheque de mis gastos no tuve´más remedio que reflexionar sobre aquella sensación. La mayoría, siendo 31, iba a ingresar dinero. Y yo a sacar. Gente que me pareció con menos recursos que yo. Y yo me sentí incómodo. ¿Por qué?
3 comentarios:
(Gracias, Nacho.
Sí, ha fallecido, pero bien.
Un beso).
Y tu propuesta de ser tu hermana mayor, OK, estoy preparada.
"Otro besito, chiquitín".
Vaya en algo coincidimos..yo tambien siento a veces ser extranjera en mi pais.
Un besito y una estrella.
Mar
Porque estaras cabreado,o quizás porque ellos tienen muchos gastos y tu no tantos y puedes permitirte sacar los fajicos jijij MUAKKK
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