miércoles, 12 de noviembre de 2008

¿Donde están los otros nueve? Lc 17,11-19

Miércoles y casi ni me entero. Se pasa la semana rauda y veloz. Ayer por al tarde tuve una buena noticia. Llamaba a una amiga profesional que trabaja en ADIF. La conocí antes de que trabajara allí. Le estaba diciendo que me había ido de mi antigua empresa, le decía donde estaba ahora y que se quedara con mi nuevo teléfono. Aunque no somos amigos del alma me agrada mucho su compañía y su forma de ser. Nos conocimos profesionamente y cuando entró en ADIF dejé de verla. Pues resulta que voy a tener que tratar con ella por temas de mi nueva obra. Por fin una cara bonita para tratar en el día a día. Qué bien.

Hay que ver lo entrelazada que está la vida. Como el evangelio. Está Jesús camino de Jerusalén cuando 10 leprosos se cruzan en su camino y le dicen:"Señor, Maestro, ten compasión de nosotros!" Jesús les dice: "Id y presentaos a los sacerdotes". Según iban de camino se fueron curando. Uno de ellos, Samaritano (de fuera, a nuestros efectos como si fuera un moro), al darse cuenta de que estaba curado, se dió la vuelta y postrándose ante Jesús agradecía a Dios aquel gesto con él. "Vete, tu fe te ha salvado" le dice Jesús. Se vuelve a los discípulos y les dice ¿Donde están los otros nueve? ¿Sólo este extranjero ha vuelto para dar gloria a Dios?
Lecturas como esta hacen que tenga tantos momentos de acción de gracias a Dios, sobre todo cuando me rindo a la belleza del mar o de la montaña, o de personas como la que antes citaba que Dios me puso en mi camino una vez y vuelve a regalarme su presencia. ¿Cómo no voy a estar agradecido por estos gestos? Cierto es que podría estar lamentándome porque va a ser una obra de mucho ritmo y muchas horas diarias, incluso fines de semana. Pero cosas como esta y regalos como la vida que disfruto no son para menos.
Le comentaba a mi tia esta mañana que soy un mendigo de amistades. Hago por intimar y forjar nuevos amigos con los que poder contar donde vivo ahora. Y no es por menospreciar a los que ya tengo, pero ellos están lejos. Y siento que la vida es muy corta como para andar perdiendo el tiempo. Algo así como que cuando tienes 18 años, si tienes la suerte de encontrar pareja, aún con el ímpetu que tenía yo entonces de mirar hacia el futuro, querer casarme, etc, etc, lo normal era ir despacio. Sin presiones. Poco a poco. Cuando se es mayor y se encuentra pareja, enseguida te casas, o te rejuntas o lo que quieras, el caso es que te das cuenta de que te queda menos vida para aprovechar de la compañia de los que quieres. Ese sentimiento es el que tengo yo con los nuevos conocidos. Si veo que hay feeling ataco a la yugular. Procuro crear pronto lazos de verdadera amistad. Sé que asusto y lo normal es que acojone al personal. Pero hoy que estoy pletórico y que esta lectura me conmueve especialmente, expongo mi pensamiento a corazón abierto.
¿Y los otros 9? Hay veces que pienso (y juraría que los demás piensan siempre) que esta sonrisa que Dios me ha dado, que por suerte muestro el 99% de las veces, se debe a que debo tener unas circunstancias favorables, que he sido tocado con el dedo de Dios y tengo la suerte de vivir feliz. Pero no señor. soy tan normal como todo hijo de vecino. Tengo mis dificultades. Tengo mis malos momentos, tengo mis desgracias familiares, tristezas que me rodean y odio que me acecha. Lo que pasa es que me niego a ser de esos 9. Como esos nueve yo he dispuesto de mi vida. Y el único modo que tengo de glorificar a Dios es poniendome al servicio de los demás (al menos lo intento, porque la maldad que también lucho por erradicar de mi también está ahí y hace de las suyas). Y no quisiera ser de esos 9 a los que Dios a dado la vida y prefieren ser egoistas, guardarsela apra ellos y malograrla por esos mundos de Dios, quejándose de lo que les toca vivir como si su vida fuera peor que la de los demás. Yo, de lo que sí estoy seguro, es que tengo que agradecer las circunstancias en la que me ha tocado nacer. Igual he tenido la suerte de no nacer en un jardín de malas hierbas y sí en uno de rosas y jazmines, pues aunque sólo sea por eso, debo dar gracias a Dios.

2 comentarios:

Juani dijo...

pues 7 se han ido con blancanieves
y los otros dos en busca de un destino
jajaja
saluditos

pensar en positivo dijo...

La amistad no se "mendiga" QUE-LO-SE-PASSSSSSSSSS...se forja ella sóla a base de detalles y circunsancias...
Y yo me pregunto...hay alguien féliz féliz???...yo hasta ahora no he visto a ningun@...puede que se le acerque pero felicidad plena no creo que exista...
El título de hoy parece la canción de los diez negritos que me cantaban de pequeñita jajajajaja...

Besotessssss y a ver cuando nuestras miradas se cruzan jajajaja...pero ten cuidadín que yo sé disimular muy pero que muy bien jajajajaja...