miércoles, 19 de noviembre de 2008

Al que tiene se le dará. Lc 19,11-28

Jesús cuenta hoy a la gente, que presentía que el Reino de Dios estaba cerca, una parábola. Dice que había un hombre poderoso que se iba de viaje a que le invistiesen de Rey. Sus conciudadanos, que no les hacía gracia que fuese rey, mandaron tras él una embajada para que no le invistiesen.

Antes de irse, llamó a sus 10 siervos. Dándoles una onza de oro a cada uno, les dijo, aquí tenéis, espero que hagáis buen uso de ello en mi ausencia.

Al volver, ya en calidad de rey, fue llamando uno a uno a sus siervos. El primero le dijo que había invertido esa onza de oro y había conseguido un total de 10 onzas de oro. El segundo le dijo algo parecido, habiendo multiplicado esa onza por nueve. Al llegar al último, este le devuelve la onza de oro diciéndole: señor, como sé que eres muy exigente y que recoges lo que no siembras, he guardado celosamente esta onza de oro en un calcetín pegado a mi corazón para que no me lo robaran. Tómalo.

El señor, enfurecido le contesta: ¿Así que sabiendo como soy, en lugar de meterlo en el banco para que pudiera cobrar los intereses te lo has guardado para ti?

Castigó al fulano en cuestión y dijo a los otros: Dadle esa onza de oro al primero. Los otros protestaron: “PERO SI YA TIENE DIEZ”. Dádselo al que tiene 10, porque al que tiene, se le dará, y al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene.

Siempre me llamó la atención de esta lectura esta última parte. De momento no entraré en eso de los talentos. Eso de dar pan al que no tiene dientes... La envidia y el pensar en nosotros mismos nos impiden alegrarnos por lo bien que le va al fulano de nuestro lado. A veces nos preguntamos como pueden irles tan bien y nosotros, que somos unos santos, nos tienen abandonados de la mano de Dios.

Yo no suelo envidiar al que está forrado de pasta. Siempre he pensado que mucho dinero trae problemas. Tanto de envidias como de miedo a perderlo. Recuerdo cuando me compré a Ciríaca. Me daba miedo aparcarla y perderla de vista aunque fuera un minuto, no sea que algún malaje le hiciera algo, me la robaran, etc. Decidí no darle importancia. Ciríaca está hecha para mi, no yo para ella. Envidio a esos que tengo la suerte de conocer y me transmiten Dios en ellos. Y lo bueno es que también se pega. Si pasas tiempo con ellos, aprendes a liberar espacio en ti para que entre Dios.

Cuando observo a estas personas que te reciben siempre con una sonrisa y con una palabra amable (no “sapo” precisamente, NO ME PARECE AMABLE, por muy cariñoso que sea el tono, sólo se lo tolero a una y por que desvaría por la edad), me dan ganas de preguntarles a qué escuela fueron. A mi en la mía me enseñaron así, pero no soy tan “perfecto” como esas personas a las que admiro.

Yo me siento como el siervo medio. No me he guardado la onza para mi como el último, intento siempre sacar provecho de la vida que se me ha regalado e infundir mi entusiasmo por la vida a los que me rodean. Pero no llego a ser ese que multiplicó por diez lo que le dieron. Y estoy seguro de que tengo mejor forma de llegar a “producir” más. De momento voy como las hormiguitas, poquito a poquito, mica a mica, como dicen por aquí.

ANONIMO: ¿Quién eres para que pueda disculparme? O reirte la gracia si era una broma, que todo puede ser. (Esto es lo que me pasa por tener memoria de pez y de decir lo que pienso sin pensar lo que digo, como dice Sabina).





9 comentarios:

Juani dijo...

Nachete, que rima con sapete
jajaja, ahora fuera de coñas
estas en todo tu derecho a decir que no te gusta que te llamemos asi, aunque creo que todos los que te lo llamamos lo hacemos con cariño y dulzura, mira por el lado bueno te lo decimos a la cara y no por detras por eso creo que no tiene maldad , pero en fin por mi parte pido las correspondientes disculpas y no te o volvere a decir
a partir de ahora seras mi rana gustavo
jajajaj
saluditos

Daphne dijo...

Está bien que vayas ampliando tus "talentos" poquito a poco....
Yo creo que los que corren mucho tienen más posibilidades de equivocarse.

Por cierto, qué intrigado estás con lo del anónimo!! Si te lee ya sabrá que quieres disculparte....

CAYE dijo...

Buenos días Nacho, quiero que sepas que dedes este momento nunca más te llamaré Sapo ni nada que se le parezca, pido mil disculpas.
También quiero que sepas que en ningún momento fue por mala leche, si no de manera cariñosa o graciosa, también me he dado cuenta que no hay esa confianza como para poder llamarte sapo y no ofenderte.
Lo siento mucho por tomarme esas confianzas. Espero que sepas perdonarme y no tomarmelo a mal.
Un beso "La Duquesa"

Moadiario dijo...

Yo tb tengo la misma opinion q tu de la gente adinerada o por lo menos los q los parecen... Y evidentemente el dinero llama al dinero, esa es mi experiencia...
Besitos...

LA MAMI dijo...

SAPOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO EHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH SAPITO MIO MADRE CUANTO LO QUIEROOOOOOOOO YOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
RANITA, SETA CHAMPIÑONNNNNN, MADREEEEEEEEE, BESOS BESOS BESOSSSSSSSSSSSSSS
SI ES QUE SE ME VA LA PINZA POR LA EDAD.
JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
COFETEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE

LA MAMI dijo...

CAYEEEEEEEEEEEEEE NI CASOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO, VAMOS SERA POSIBLE, POBRECITAAAAAAAAA.
NENAAAAAAAAAAAAA MIRALE LA CARA DE GUASON QUE TIENE ANDA MIRASELA
JAJAJAJAJAJAJAJ BESOS

Grace dijo...

hola Nacho! he descubierto tu blog por medio de el de caye!! me ha gustado mucho! tengo mi blog privatizado, asi que si te interesa entarr, solo tienes que mandarme un correo a grace2207@gmail.com y te envio rápidamente invitacion!
un besote desde Cádiz!

LA MAMI dijo...

COFETEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE
UN BESETEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE
REYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYY

Casandra dijo...

Vengo del blog de La Mami! :o)

Estoy de acuerdo: demasiado dinero trae problemas (igual que demasiado poco). Todos los excesos y extremos son peligrosos.

Un saludo!!