jueves, 13 de marzo de 2008

Picando piedra

Hoy mientras comía, había dos chicas (33-38 años aprox) en frente de mi. Me pareció curioso que las dos tenían unos ojos muy bonitos, una menos que la otra, con menos vida. Y las dos perdían mucho de perfil. Sí, ya sé que este tipo de comentarios no es muy acertado, sobre todo delante de mujeres, que con los susceptibles que son, seguro que les hago recordar lo que ellas consideran defectos, que si una anriz grande, un mentón saliente...

Lo que importa no es la apariencia externa. A ver cuando os lo meteis en la cabeza. Es lo de dentro de lo que os tendríais que preocupar. Ya dicen que los ojos son el espejo del alma. Los ojos pueden llegar a decir mucho de una persona. Por eso me gusta fijarme en ellos, para ver qué me dicen. Y los de la chica que tenía los ojos llenos de vida me entretuvieron la comida.

Ayer fui a comer con mi amiga de Burgos. De camino, en el metro, había una chica medio mora con unos ojos negros impresionantes. Para los tikismikis lo dejaremos en oscuros, pues no existen los ojos negros. Y ayer, que tenía el día alegre, me fijé, que mientras yo iba radiante de felicidad, la gente el metro iba muy apagada, con desgana. Yo creo que si les dábamos una pistola se quitaban esa vida arrastrada de un tiro. Y claro, pensaba, es que ellos no han contemplado hoy cómo amanecía un sol en el horizonte, entre el cielo y el mar. No es que me alegre de que la humanidad del metro tenga esa desgana, pero doy gracias a Dios por permitirme contemplar el mar todas las mañanas, pues me ayuda a tener una sonrisa y ganas de vivir el día (aunque muchas veces sepa los problemas que me va a deparar).

Hay una historia corta que me medioinventaré, porque no recuerdo mucho. La leí en unos panfletos de los Misioneros de Marianhill, o incluso en su revista, que llega a casa de mis padres sin falta desde que me metí a catequista en mi parroquia (hace años ya de eso, cómo pasa el tiempo). Seguro que cuando llegue a casa tendré un número esperándome.

Esto era un príncipe que había mandado hacer una catedral y decidió hacerse pasar por un trabajador másy un día pasó por la cantera donde se picaba la roca. Allí se tallaba y se esculpían las piedras que iban, todas juntas, a formar una catedral, cada una con sus forma y su tamaño, destinada a formar una parte del arco, del pilar, etc. Y se encontró con tres hombres. El primero de ellos no dejaba de jurar y maldecir a cada golpe de roca. El príncipe le preguntó:-"¿Por qué estas tan malhumorado?. y el hombre le respondío: -"Pues porque he nacido pobre y la mierda de vida que me ha tocado vivir es esta. Aquí me ves, picando piedra y sudando para seguir malviviendo". El príncipe siguió caminando y se encontró con un segundo hombre: -"¿Qué tal estás?"-le preguntó-"pues aquí ando, picando piedra, no es un trabajo que me guste, pero me pagan por hacerlo, por lo que entiendo que no me puedo quejar". El príncipe siguió andando y se encontró con un tercer hombre que con una gran sonrisa picaba mejor que los otros dos, desprendiendo un entusiamo que no había visto en los otros trabajadores. El príncipe, intrigado por esta alegría no propia de un hombre que trabajaba en un trabajo tan duro como aquél, le inquiere: "Buenos días, buen hombre. ¿Le importaría decirme por qué está usted tan contento?".
Y el hombre, se vuelve al príncipe con una gran sonrisa y le contesta: "¿Es que no lo ve? ¡Estoy construyendo una catedral!"

Tras este cuentecín habría que preguntarse a qué tipo de personas pertenecemos cada uno, si al primero, un hombre que se queja constantemente e la vida que le ha tocado vivir; al segundo, un hombre que no se queja pero que tampoco se alegra, que es demasiado conformista y prefiere no meterse en líos por mejorar su situación o la de los demás. Y el tercero, con quién me identifico yo, que pone ilusión en todo lo que hace y le da ese toque personal a la piedra para que quede constancia de su paso por esta vida. Así que ¿picais piedra o construís una catedral?

4 comentarios:

mery dijo...

Hola Nacho!!! yo siempre he dicho que los ojos son el espejo del alma... Yo si quieres que te diga... mi lema es que ante los problemas siempre hay que buscar soluciones y positivas.... es facil de decir pero hay que ser positivos en la vida aunque te peguen golpes... un beso y nos leemos.... adeu.

pensar en positivo dijo...

Anda,anda,así que "paginas de chicas" eh???jajajajaja pero si tú eres bienvenido siempre...(de verdad que doy ese pérfil...ainssss,es que me parto!!!).
Iba a comentarte el otro "post" porque antes no me dió tiempo pero ya paso a este que si no me enrollo mucho(aunque me has traído a la memoria muchos recuerdos de mis "juventudes marianas"...)
Yo ya hace tiempo que se me ha metido en la cabecita que lo importante no es la apariencia externa y es verdad que los ojos dicen mucho de una persona(por eso es lo primero en lo que me fijo jajajajaaja)-
Y yo tambien me identifico contigo(o por lo menos lo intento)en ponerle ilusión a todo lo que hago.
Espero que cambies de idea y que no me consideres "superficial" ok???jajajajajaja,Un besote y féliz Semana Santa.(ahhhh,y os he "pillado" cuchicheando a "la tiatan" y a tí jajajajaja...cuidadín,cuidadín!!!)

LA MAMI dijo...

COFETEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE
VUELVE PRONTO
UN SALUDO CON LA MELODIA DE LA BELLA Y LA BESTIA (QUE ME ENCANTA)

Nacho dijo...

Mery, sigue con tu positivismo, que es bueno. Me identifico contigo. Decimos lo mismo pero de forma diferente.

Tia... volveré pronto. Espero no ser uno de los afortunados de los 103 que caen todas las semanas santas.

Melocoton. No pienso que seas superficial, si así pensara todas las chicas seríais superficiales. Ya sabes que lo chicos no vemos de la misma forma las cosas. Está bien que nos hayas pillado, je, je, si es que no se pueden tener secretos, ja, ja, ja. Que pases una buena semana santa también.Seguiré leyendote (igual aprendo algo de la psique femenina)