martes, 25 de marzo de 2008

¡He visto al Señor!

Y suponemos que lo vío sin tripis.

Comienza hoy una tarea ardua. La de querer creer. Hoy he querido levantarme de buen ánimo. Asombrosamente, hoy parece que hay más luz a las 7:00 de la mañana que hace una semana a la misma hora. He querido ayudarme en levantar el estado de ánimo de mi primer día de trabajo tras las vacaciones mirando el amanecer sobre el mar, que tan bien me hace todas las mañanas. CASI ME QUEDO CIEGO. El sol estaba muy alto y brillaba de lindo. Demasiada luz de golpe. Ha sido como mirar a Dios a la cara. Ahora entiendo por qué dicen que hay que prepararse antes de mirar a Dios, para no quemarte. Entiéndase que, cuando uno mira a Dios, en realidad lo que hace es verse a sí mismo desde otra perspectiva. Y muchas veces da miedo mirar a Dios, porque lo único que vemos son nuestras miserias y, si no estamos preparados para verlas desde el amor de Dios, nos pueden autoajusticiar. Algo así como cuando el motorista fantasma coge a un delincuente y este mira al fondo de las cuencas de la calavera y lo único que ve es todo el mal que ha hecho y, es este mal, quien acaba matándolo.


Sí, estoy muy peliculero. Estas vacaciones me dejaron en Divx el Motorista Fantasma y, aunque es una chorrada de pelicula, este aspecto de ajusticiamiento me llama la atención, puesto que es el propio mal de los delincuentes los que les ajusticia. Otra peli que echaon en la TV y no pude ver fue la del exorcista: el comienzo. Si no la habéis visto, no sigáis leyendo este párrafo porque puede que os destripe el final. Tras muchas muertes de los personajes que salen por la bestia, el mal encarnado en la forma en que más terror nos da, de repente el prota se da cuenta de una gran verdad. En el momento en que se está enfrentando al diablo en una de sus formas, justo cuando le va a atrapar es consciente de una gran verdad. Y salvando la vida, le dice al diablo:"No existes -refiriéndose al bicho que se le presenta-sólo existes en mi cabeza como miedo, pues el mal en sí no existe. Sale del corazón del hombre. Y me niego a que de mi corazón salga tanto mal". O algo así. Recalco eso, que el mal sale de notrosos mismos y de nosotros depende que crezca. En ese momento, el bicho que se lo iba a comer desapareció. Ante esta reflexión, no entiendo que relación existe entre esta película y la clásica del exorcista, pero una reflexión tan profunda en una película que pretendió ser taquillera, pues me sorprendió.


Hoy, nuestra querida María Magdalena, que fue a buscar a su queridísimo Jesús, se encuentra con un sepulcro vacío. Y un hombre al que ella no reconoce, le pregunta que a quién busca. Al decirle este que está buscando donde no debe, ella le reconoce y le abraza casi ahogándolo. Imaginad la sorpresa de ella y la estupefacción. Si lo vió crucificado y hecho un guiñapo hace tres días. Tan asquito estaba que daba pena. Y ahí lo tiene delante, irreconocible. Bendita ella que vió al Señor. Ahora nos toca a nosotros "verlo", recién resucitado. Pero mucho me temo que, al igual que aquella señorita, vamos a tener que mirar dos veces y fijarnos un poquito más. Y si tienes el día como yo hoy, te va a costar verle.


Y es que este año he tenido que verme la película de Mel Gibson (La Pasión) para concienciarme un poco más de lo que fueron aquellos días para Jesús. La oración por sí sola no ha bastado. Y es que este año la Vigilia Pascual ha dado un poco de pena (desde mi punto de vista). Este año no llevé la guitarra al coro, puesto que como la hija de la señora (mi gran amiga M, debería decir) que se molesta todos los años en preparar los cantos, moniciones, ofrendas, etc, no tenía intención de venir, con un menda que desde hace 12 años ha estado dándole salero al coro no han contado, pues no tenían elegidas todas las canciones para guitarra. Y luego un coro de señoras místicas que no entonan ni con Ricola ni con Juanolas... Qué pena de coro. Hasta la canción más alegre parecía de funeral. COÑO, QUE ES LA GRAN VIGILIA PASCUAL. El día más feliz del mundo mundial. Pero nada. Un poco triste.


Y las procesiones, qué gracia. Me contaba mi hermana que fue a ver la de "La Soledad". Entre el frío y los escasos capuchinos que le defraudó bastante. Debo decir que ella se considera atea. Y para más INRI (valga la redundancia, ja,ja) entre la gente que se ponía a cada lado de la calle, justo donde estaba ella, hubo quienes estuvieron a punto de llegar a las manos entre insultos de alto voltaje por haberse colocado delante y no dejar ver a los de atrás. Me río yo de quienes van a ver las procesiones, para que luego me vengan diciendo de sentimientos y vainas de esas. Mi hermana flipaba, desde su ateísmo. Es que ni educación les quedaba -me decía.


¿Y los que van descalzos con grandes cruces, cadenas, o los que se flagelan? No voy a hablar de ellos porque cogía el látigo y sí iban a saber lo que es bueno. Me parecen mercaderes en medio del templo. Pero cambio de tema que no quiero enrollarme. Eso de las "promesas" me saca de quicio.


Veía en la TV el domingo por la mañana haciendo zaping la procesiones, una del cristo resucitado y otra de la virgen que sale con manto negro y al encontrarse con cristo resucitado le quitan el amnto negro y aparce con uno blanco con exquisitos bordados. Al asunto, se encuentan ambos pasos en la plazo mayor y, ante el aplauso de los asistentes, turistas y paisanos míos de adopción, por que soy manchego y no de Salamanca, alzan y mueven las figuritas como si de niños jugando con el Ken y la Barbie, que ahcen que se encuentren y se den un morreo. Que conste que yo nunca jugué con el Ken y la Barbie, sobre todo porque mi hermana no tenía Ken. Aunque sí le levantaba el vestidito a la Barbie para ver que tenía debajo, je, je. Se me ve el plumero en que no me gusta mucho el que el amor de Cristo se quede en un juego de muñecas. Cierto es que muchos pasos son esculturas de gran valor histórico, bien hechas según la idea del artista de su época. También me falta el mínimo respeto hacia los que basan su religión en estas figuritas y lloran cuando no pueden sacar su muñeco a la calles porque llueve y se estropea. Sé que debo ser más humilde. Pero es superior a mis fuerzas. Ni siquiera voy a besar los pies a la figurita que representa a Cristo en los oficios del Viernes Santo. Ya sé que no hay que ser tan extremista y que sólo es un símbolo. Pero al igual que me obligo a comulgar, me cuesta ir a besar un trozo de madera, escayola, bronce o marfil.


Espero no haber ofendido a nadie. Igual algún día acabo respetando estas costumbres (espero que no).


He borrado dos comentarios de "alguienes" que dice que pinches en su enlace. Para evitar que perjudiquen a incautos os he eliminado. Quizá sean lugares con virus o así. No sé si instaurar de nuevo el sistema de identificar las letritas, pero como a mi tía no le hace gracia, de momento voy a dejarlo así.


A ver si mi amiga E. me envía las fotos que nos sacamos en Salamanca en aquél café y las puedo publicar.

Hasta mañana si Dios quiere.

2 comentarios:

LA MAMI dijo...

COFETEEEEEEEEEEEEEEE, GUAPOOOOOO.
1º El comienzo de la niña exorsis, no la he visto y no leo tu comentario, me da miedo.
2ª Esta semana Santa, mi Marido y yo nos hemos dedicado a mirar paelis de romanos que me encantan, y buscar documentales en el canal historia sobre jesucristo.
3º La Pasion de Cristo, la vi en el cine, y nunca mas la volvere a ver, llore como una idiota.
4º Los hijos de Puta de los virus, son eso hijos de puta.
5º Gracias por lo de las letritas.
6º Eso eso, pon fotitos.
ALA SALUDITOS Y HASTA MAÑANA, O HASTA LUEGO

mery dijo...

Hola... desde luego no se si seran tripis pero dame de esa hierba que fumas que seguro que me sentara de lujo jeje.... yo este año no se porque pero no me ha parecido semana santa... ha sido muy diferente a los ultimos años... pero para mejor.... es como que la cruz que llevaba arrastrando desde hace muchos años ha dejado de existir... espero que sea buena señal porque llevo tres meses que desde luego... no sabria como esplicarlo... un besele y nos leemos adeu majete..