Qué buen día!!!

Odio la carretera de los viernes. Matizo, odio la carretera de los viernes saliendo de Barcelona. Los viernes miles de barceloneses que sólo están acostumbrados a coger el coche para meterse en atascos no saben lo que es la educación al volante.

Ayer casi no llego a casa. Esa costumbre catalana de conducir por la izquierda que ignoro dónde se la enseñan, o su alternativa de no abandonar nunca el carril central hace que uno se las tenga que ingeniar para que no le toquen mucho los huevos.

Ayer venía con mucho tráfico, como siempre. Concretamente iba en el carril central con el intermitente izquierdo. Veía un hueco para meterme. Pero también veía un coche que viendo mi intermitente se decidió a no dejarme entrar en su carril y comenzó a acelerar. Claro, no estaba lo suficientemente cerca como para cerrarme el paso y me metí. Conclusión de mi maniobra: tuve que obligarle a perder toda esa energía acumulada durante la aceleración, cosa que no debió sentarle muy bien por esas ráfagas de luces largas que me daba.

Pues bien, como debe ser el tipo de personas que tiene que decir la última palabra, en medio de la vorágine de coches, con los tres carrile petados, decidió dar un acelerón y adelantarme por mi derecha. Mientras me pasaba por la derecha empezó a hacerme signos y aspavientos y supongo que mentaba a mi familia, todo enfurecido, con otra maniobra bastante arriesgada, se pone delante mío y frena de golpe el muy desquiciado. MEnos mal que soy un tipo de muchos reflejos y no me lo comí, pero esa maniobra suicida pudo habernos costado la vida a él, a su mujer, al coche de al lado, al de detrás mío y a otros muchos más que íbamos pegados.

¿Es que la gente no es consciente del peligro que supone hacer gilipolleces al volante? Odio a estos que desconocen lo que es la solidaridad al volante.

Odio también a esos que van únicamente por el carril central. y mientras yo avanzo por el derecho con intención de adelantar a un camión, aunque ve de sobra mi intermitente que acotumbro a señalizar con tiempo antes de maniobrar, el tío, sin nadie en el tercer carril, en lugar de abandonar el central para dejarme adelantar, sigue su camino oblig´
andome a frenar. ¿Es que pasa algo si se abandona el carril central?

Lo dicho, me revientan los viernes con conductores de fin de semana con prisa.

Hoy está haciendo un sábado cojonudo. He vuelto a experimentar el sol y la brisa marina en la pechera mientras corría esta mañana a la orilla del mar. Sin lugar a dudas, correr sin camiseta es un placer únicamente reservado a los dioses.

La playa ya tenía chicas en bikini y en tanguita. Cómo me gusta el buen tiempo!!!