¿Creeis que puedo hacer eso? Mt 9,27-31

Hoy parece que va de Benny Hill. Jesús andando y dos ciegos detrás, siguiéndole, titototitotitotitotitotitot (música de Benny Hill). Los ciegos gritándole: "Ten compasión de nosotros, Señooooooor". Jesús al llegar a la ciudad, se da la vuelta y les pregunta: ¿Creéis qeu puedo hacer eso? Los ciegos responden:"Sí". "Pues que os suceda según creais". Y visto y no visto, (o debería decir mejor, no visto y visto) los ciegos salirn corriendo habiendo recuperado su visión. "Ahora vais y lo cascais", y los tiós, haciendo caso omiso de la advertencia, plenos de felicidad durante años contenida, proclamaban a los cuatro vientos el milagro obrado en ellos.

¡Cómo me llama la atención ese "...que os suceda según creais"!

¿Me irán bien las cosas porque me creo querido de Dios? Puede resultar una redundancia decir querido de AMOR, pero... si dijera un tiempo en que no estaba a gusto, sería mi último año y medio en la anterior empresa. Y digo eso porque infeliz nunca he sido. No estaba a gusto del todo. Y no sé si por mi confianza en Dios y su protección divina supe ver claro la decisión del cambio. Y no tuve miedo pese a las voces amigas que no me aconsejaban cambiar de empresa en tiempos de crisis. Cada día que pasa me siento más a gusto. Las cosas suceden por algo, de ahí nuestro aprendizaje de ellas. Bien podría haberme acojonado y quedarme donde antes, pero arriesgué. Y sin riesgo no hay gloria. La gloria de Dios será, jeje.

A veces he pensado que nos pasan las cosas que nos merecemos. Pero debería matizar que nos sentimos como queremos sentirnos ante las cosas que nos pasan, y nos merecemos esos sentimientos que hemos elegido sentir. Ceirto es que yo me entiendo y no tengo el don de la palabra precisamente, pero me gusta ser más importante que un pajarillo o un lirio del campo.

Ayer comí por primera vez en un japonés que estáal otro lado de la Gran Vía, casi enfrente del CC Gran Vía 2. Era la primera vez que que iba a un japonés. Me habían contado malas experiencias del tipo ese de ruedas que pasan platos y tu vas cogiendo, que suelen poner pocas y siempre hay algún plato que da 500 vueltas y nadie lo coje y no ponen más hasta que no desaparece.

Este NO. Este era un contínuo ir y venir de platos, recién hechos, bien hechos y preparados, riquísimos. Qué estress comiendo, jajaja, no hacíamos más que comer platos según nos los ivan pasando. Éramos 6, colocados perpendicularmente a la rueda. Los dos que estaban junto a la rueda iban acercándonos los platos, y claro, había que irles dando salida (o sake como dicen por allí, jajaja) Los shushi, unos minirollitos, las tempuras de verduras, los arroces, los noodles o fideos, una especia de albóndigas de pescado, otra especia de bolsitas como de maiz con pescado dentro, otros rollitos con espárragos trigueros.... hoy se reían de mi porque decían que comiendo el arroz con palillos en un cuenco redondo a la velocidad del rayo les recoradaba a Sin Chan, jajaja. Y es que o comías rápido o no sentías el arroz en la boca, a mi que me gusta comer a carrillos llenos, jajaja. Mi primera experiencia en el japonés fue muy buena.

Últimamente esto de no comer solo ha hecho que me olvide de lo que era comer sin hablar con nadie. Ya me había acostumbrado, y me gustaban mis reflexiones personales que me entretenían mientras comía observando al personal. Pero está bien la compañía. No sé, tengo la sensación esa de que nunca volveré a estar solo. ¿Se habrá obrado en mi según creía?

Olvidé decir la toalla caliente para las manos que nos dejaron al principio, ¡qué placer!!!!!