Escuchar y cumplir. Mt 7,21.24-27

No todo el que dice "Señor, Señor" entrará a formar parte del reino de los cielos. Nos cuenta Jesús. Y aquí viene la canción que cantaba en los scouts (msc): "el que escucha mi palabra y no la cumpleeeeee, seráaaaa semejante a un hombreeee, que edificóooo su casa sobre arenaaaaaaaaa, que edificóoooo su casa sobre arenaaaaaaaaa.

(Estribillo)
Cayóooooooo la lluviaaaaaaaaaaa, soplaaaaaaaaaaarooooooon los vientoooos, bajaaaaaaaaaaaaron los torreeenteeeeeeees.... como edificóooooooo su casa sobre arenaaaaaaaa, se hundióooooooo, seeeeeeeeeee hundióooooooooo.

Lo mismo se repite para el que le escucha y la cumple, este se asemeja a un hombre que edificó su casa sobre roca, pasó todo el estribillo y no se hundió.

Y siempre me pasa lo mismo. Oigo esta lectura y me retraigo a mis 14 -18años. Mi etapa de boy escapao, como dice un amigo mío. Yo creo que fue allí donde descubrí a Dios en la naturaleza, esos montes de Gredos, ese Lago de Sanabria (donde cogí en aquel campamento unas fiebres tifoideas que casi me mandan al campo de nabos) De 150 caímos 18. Dicen que por beber agua en mal estado. Pero lo curioso es que no fue en el campamento sino en una marcha de 3 días, y no todos los 18 pasamos ni bebimos por los mismos sitios. El caso es que no dieron con el foco. Qué tiempos aquellos.

Que me voy del tema. O igual no tanto, el caso es que es cierto que, quien vive cercano al mensaje de Jesús (ya sea que crea en él como que no) sin querer está viviendo del reino de los cielos y, ante las dificultades, tiene una mejor respuesta para afrontarlas sin hundirse. Aunque de una cosa sí estoy seguro. El que se fía de Dios, se tambaleará menos. Y aquí es donde se gana la partida en la vida a los que no creen. Es aquí donde envidio menos a los que no creen.

No fueron pocos los que me advirtieron de que eran malos tiempos para cambiar de trabajo. Y aunque uno examina todos los pros y contras "terrenales", no dejé de mirar a Dios (de mirarme a mi corazón esta vez, porque Dios está dentro de cada uno de nosotros si dejamos la puerta abierta) y con su consentimiento, tomé la decisión. ¿Cuando en toda mi vida me he visto necesitado de Dios? Según lo pregunto, siempre, sin Dios no soy nadie, y como siempre he sentido su brazo en mi hombro, no le tengo miedo a nada, ni siquiera a vivir debajo de un puente (eso se dice rápido cuando se vive confortablemente en un hogar, ya lo sé), pero hay que entender que es mi modo de hablar.

Cuando estoy en un momento muy íntimo con un amigo, tan íntimo que se tocan estos temas divinos que suele dar vergüenza expresar, siempre le digo que siento un halo de protección a mi alrededor, una especie de escudo insible o campo de fuerza que me protege del mal exterior. Y a medida que pasan los años, me doy cuenta de que lo que realmente existe no es el mal de fuera, sino el que sale de mi si le dejo nacer. Y mientras de mi dependa... dosificaré en la medida que pueda su salida, porque el tapón definitivo aún no he aprendido a fabricarlo.

Esta semana he sido visitado por desconocidos para mi, como Lina, An, Vicky, Eva... no sé si olvido alguien, lo estoy deciendo de memoria y no suele ser buena. El caso es que comentan lo que alguien ha dicho ya, que da pereza leerme, y que gusta como escribo. Os puedo decir, si es que repetis y leeis el post de hoy, que mis amigos de carne y hueso, a los que conozco y he tenido la suerte de poder abrazar y besar, dicen que soy un VERDADERO TOSTÓN cuando saco mi vena religiosa, que es el 90% de de las veces. Pero esa vena religiosa que llaman ellos, que es mi Fe y mi forma de ver la vida que Dios me ha regalado, es el sentido primitivo del blog, y les digo siempre: A JOROBARSE!!!!. , Por no decir A JODERSE!!!! (si no lo digo no sería yo).

Lo digo por no causar decepciones.