martes, 9 de septiembre de 2008

Pasó la noche orando. Escogió a doce y los nombró apóstoles. Lc 6,12-19

Los martes qué malos son. Sobre todo cuando uno pretendía cogérselo de vacaciones y las circunstancias de la obra le aconsejan a uno que no se vaya aún. Del miércoles no hay anda que decir, que cojo el avión para Praga. Y qué repetitivo se vuelve uno cuando se va de viaje, Praga por aquí, Praga por allá… No es que pretenda fardar, pero es la novedad.

Hoy es el día del nombramiento, del llamamiento. Jesús nos recluta para sí. Según la lectura de hoy se hace rodear de sus primeros doce apóstoles, para luego reunirse con otros de otros lugares. Dice que se acercaban a Él, que muchos trataban de tocarle, porque se desprendía de él una fuerza curativa increíble.

Increíble debía ser, que ya hoy nadie se le acerca. Al contrario, es popular desmerecer a todos sus discípulos, porque no hacen lo que dicen o se han desviado del mensaje de Jesús. Ayer comentaba la cantidad de personas diferentes que hay en la curia, como en el mundo. La Iglesia la forman todo tipo de personas con distinto tipo de vocaciones. Si de doce, uno vendió a Jesús (se llamaba Judas), ¿de qué nos extraña hoy día que haya tanto malaje en la jerarquía de Iglesia? ¿Acaso por esas serpientes (con perdón de las serpientes, es una forma de hablar) van a desmerecer el resto de los apóstoles?

No se puede decir creo en Dios y no en la Iglesia. Al igual que Dios nos llama a cada uno de nosotros, no podemos pensar que deja de llamar a los otros. Cuando nos llama a todos, ya nos está, aunque no queramos, convirtiendo en una comunidad, esto es, nuestra querida y mal llevada Iglesia.

Imagino que cuando Jesús les fue llamando, a algunos cambiándole el nombre, como a Simón, al que llamó Pedro, cada uno fue sintiendo su llamada como las tarjetas de crédito, de forma personal e intransferible.

El domingo por la tarde, tras la siesta nos fuimos a dar un paseo. Fuimos a tocar ferro, que para los de fuera de Tarragona, les diré que significa acercarse al balcón del mediterráneo, al principio de la Rambla nova, donde a unos 30 m del nivel del mar se puede disfrutar de la brisa marina oteando los barcos en el horizonte. Allí hay una heladería que hace esquina. Os tomamos sendos helados. El mío de Crema Catalana y Caramela (vainilla con piñones y caramelo). Según proseguíamos nuestro paseo degustando a lametazos el helado, pusimos rumbo a mi terraza preferida de Tarragona. No es por hacerle publicidad, pero me gusta el rincón. Se trata del Pla de la Seu, al ladito mismo de la Catedral. Aunque los asientos no me gustan, de tela y madera, que pueden resultar muy bonitos a la vista pero son incómodos de cojones para la espalda. Forma de hablar, no es que tenga los cojones en la espalda.

En ese rincón se disfruta de un silencia y una tranquilidad que no tienen otras terrazas, donde el bullicio estresa más que relaja.. Igual no es una terraza a la francesa, de esas en que la gente se sienta no de frente a la persona con la que habla, sino mirando a la gente que pasea delante. Cuando pasas por una terraza con toda la gente orientada a mirarte, parece como que estuvieras en una pasarela, o en un zoo, donde tú eres el animal. Es entonces cuando me niego a ser el animal y según paso le clavo la mirada al que más me mire. Siempre y cuando no pase un culito que me distraiga, je, je.

Yo suelo pedir siempre los helados en cucurucho, nunca en tarrina. Me gusta darle lametazos. Hay veces, mientras hago surcos con la lengua entre la bola y la pared del cucurucho con la lengua, recogiendo helado y saboreándolo, alguna se me queda mirando fijamente. Igual me paso de escandaloso sacando tanto la lengua para comer el helado y llamo demasiado la atención, pero es como me gusta comerlo. Como me gusta mascar chicles haciendo ruido con la boca abierta. Sé que es molesto para los de alrededor, pero es como más se disfruta un chicle.

Mañana a las 14 h ya estaré en la Rep. Checa. A ver qué tal nos tratan.

5 comentarios:

Namy dijo...

muy buenos dias...
q tengas buen dia.
besitos.

Mis sueños dijo...

Espero que lo pases bien en la Rep. Checa, y no eres pesado con respecto a ese tema es normal, ante un cambio de ese tipo en la vida estas deseandolo y no lo puedes evitar contar, son vacaciones y esoooo uhhhhhhhhhhh!!! qué bien sientan, un beso muy fuerte.

Moadiario dijo...

Uf, Nacho, me ha encantado la descripción de la forma en que te comes el helado!!! yo tb hago eso, pero en una chica queda peor!!jejejejeje
Seguro que lo pasaras genial en Praga, por dos razones pq estas de vacaciones y con tu chica!!!
Besitos y hasta la vuelta!!!

Juani dijo...

cofeteee que te lo pases muy bien en praga, disfruta
saluditos

Anónimo dijo...

Y yo ore y pedi volver y con ganas que he vuelto, un beso cofetero entrare para leer como saboreas ese helado de cucurucho.... MUAK