miércoles, 24 de septiembre de 2008

Los envió a proclamar el reino de Dios y a curar. Lc 9,1-6

Qué bueno es esto de las lecturas. Cuando uno cree que no le dice nada, otro viene con una inspiración divina. Debo agradecer a Reales el pequeño GRAN comentario que me dejó ayer. Cierto es que a los amigos los elige uno, pero debo añadir que su comentario me ha abierto la mente y puedo decir que a la familia también. Pues desde el momento que alguien es amigo mío, forma parte ya de mi familia. Y así me lo enseñaron mis padres y amigos míos que me han tratado como un miembro más de su familia. Aunque no entraré en traiciones, pues considero que se pueden dar tanto en familia consanguínea como en la que no lo es.

Y la lectura de hoy tiene mucho que ver con esto. Pero hay que leerla con amor, pues lo que voy a decir cogido literal puede resultar antievangélico. Jesús envía a su familia a predciar el evangelio y comienza dándoles una serie de instrucciones. Como que lleven lo puesto, que una vez que alguien les de alojamiento, se queden allí hasta que se vayan de la ciudad, que allá donde no sean recibidos se sacudan hasta el polvo de los pies… etc.
Y es esto de “sacudirse hasta el polvo de los pies” lo que siempre me ha llamado la atención. Esta expresión si se analiza puede resultar dura si se toma literal. Si al salir de una ciudad te sacudes hasta los restos del polvo que puedan haber quedado en los pies, polvo que es de esa ciudad, estás diciendo como que no quieres nada que ver con esa ciudad, ni siquiera su polvo. Y eso entiendo es así. Pero no debe interpretarse como una retirada de ayudar a alguien que desprecia tu apoyo. No hay que cogerlo por ahí. Nuestro afán de hacer el bien debe ir más allá del rechazo. Está (o debería decir que yo lo encuentro) vinculado al mal que nace del corazón del hombre y a una historia muy bonita que contó Mar en su blog acerca de ese viejo samurai, que no atacando a su adversario, ante la mirada tonta de sus discípulos, esquivaba los golpes que con odio le intentaba propinar su rival. Al final le venció por cansancio del otro. O algo así. Y cuando le preguntaron que por qué no le devolvía los golpes, el viejo samurai les dijo que cuando alguien te regala algo y no lo aceptas, vuelve a él, al igual que el mal. Si el mal que nos desean no lo hacemos nuestro (cultivándolo en nuestra alma), se queda en el otro, y es el otro el que sucumbirá al mal. A eso entiendo (y siento que me dice) que se refiere lo de sacudirse HASTA EL POLVO DE LOS PIES.

7 comentarios:

Juani dijo...

No se si estara al que yo diga esta verdad pero puedo deci que tengo algun amigo qe es mas familia
que muchos de mi familia de sangre
saluditos.

Daphne dijo...

Es cierto que un buen amigo puede considerarse más que un familiar... y en ciertas ocasiones, puede ayudarte mucho más.

Gracias por ofrecerme que te escriba un e-mail...Es que yo me sentí algo incómoda dando ciertos datos sobre mí...

Pero he "fisgado" por tu perfil y no he visto tu dirección de correo electrónico...¿dónde está???

Reales dijo...

Dónde no te reciban, es decir, dónde el egoísmo y la maldad reinen, sacúdete hasta el polvo de tus zapatos, me imagino para que no se nos pegue nada de maldad.
Los amigos, tienes razón, forman parte de la familia, de la nuestra más particular e íntima.
Mil besos

Yuria dijo...

Ay, Nacho, con lo que me apetece leer lo que nos dices sobre la lectura, y voy como una moto.............. , como tu ciriaca. No tengo minutos, literalmente, minutos para internet estos dias.

Me asombras, Nacho. Cuando te han maltratado, volver a ayudar. Es tremendo.
"es el hermano que tenemos delante en ese momento quien nos necesita más, independientemente de si tiene o no relación con nosotros, de si nos "cae bien" o no, y de si es "digno moralmente" o no de nuestra ayuda.

Edith Stein, "El misterio de la Navidad", 1931

Te he transcrito unas palabras al margen de unos de los blogs q leo habitualmente, "Ser persona".



Contigo tengo en este rinconcito un apoyo y aliciente para acercarme al evangelio.
Un abrazo.

Nacho dijo...

Juani: Y no estás sola. Creo que todos podemos decir lo mismo.

Daphne: Vas a tener razón. Hubiera jurado que el e-mail aparecía en el perfil. jivarag@tecsa.es

Reales: Cierto. Eso mismo quería decir.

Yuria: No me alabes tanto, por favor. Que mi interpretación a veces es demasiado libre y podrían excomulgarme. Tú sí que vales.

Estela dijo...

Que filosoficos que estas hoy no??? bueno es agradable leer en todos tus momentos... un saludo :)

Nacho dijo...

Estela: Yo siempre filosofo. Unas veces con más humor que otros días, pero siempre filosofo.