viernes, 25 de diciembre de 2009

NAVIDAD

Ayer, mientras cenaba, me llamó mi amigo Antonio.

Me hizo mucha ilusión. Como en Canarias era una hora menos, supongo que no fue consciente en ese momento de que en la península estaríamos cenando. jeje. Es uno de los amigos que siempre echo de menos. Lo curioso es que hacía tiempo que no hablábamos. Le debo una llamada larga de teléfono.

Una amiga mia ha tenido malas noticias. Encima en día de Navidad. ¿No da rabia tener lejos a aquellos a los que estarías dispuesto a compartir tu tiempo para estar a su lado? ¿Y qué haces? Pues disponer de la tecnología para decirles que ojalá pudiéramos acompañarlos en persona.

Una vez más, Dios ha querido nacer en nosotros. Como la primera vez, no es que venga a un mundo de rosas. Viene en medio de calamidades, pena y tristeza.

Ayer coincidí con mi amiga Marta en la Misa del Gallo. Me decía que era una pena que no se completara ni el 30% de la capacidad de la Parroquia. Y no sé por que, no me dió pena. Al contrario. Me sentí como los primeros pastores. Unos pocos elegidos allá congregados, admirando el nacimiento del niño Dios. Y supongo que, como decía quien oficiaba la celebración, también me sentí un poco ladrón, como los pastores de la época, gente de mala ralea que a la menor, se robaban las ovejas unos a otros.

Y en medio de toda esta vorágine navideña, nos dejaron ayer en DVD la pelicula "El Código Da Vinci". Y me hizo gracia. Aunque había leido el libro, bastante simplón, la película enfatizaba más que el libro el papel de la Iglesia Católica como la Gran Mentira que dura 2000 años.

Me hace pensar una cosa. ¿A quién le importa de verdad si existe o no la dinastía Merovingia? ¿Acaso es importante que Jesús hubiera estado casado con María Magdalena y hubiera tenido descendencia? Hay quien dice que, si fuera cierto, la Iglesia tendría que estar dirigida por una mujer, María como originaria y no por Pedro. Y luego que si Jesús no hubiera sido hijo de Dios sino un ser mortal como todos.

¿Pero qué cachondeo es este? ¿No decía el mismo Jesús que TODOS somos hijos de Dios?
¿Qué importancia puede tener todo lo demás?

Supongo que debe ser muy difícil saberse hijo de Dios cuando anda atacando un gordo de rojo inventado por la CocaCola (sí, ya sé, otros dirán que los Reyes Magos fueron un invento de los grandes estafadores de la Iglesia).

Amar a la Iglesia para cambiarla. Eso es lo que decía D. Matías. Una gran verdad. No se pueden cambiar las cosas sólo criticándolas.

Me hizo gracia esa chica de 25 años que quiso por segunda vez abrazar al Papa. ¿Para eso valen los guardaespaldas? ¿Para protegernos de la gente que nos quiere abrazar?

Cuantas personas irán por la vida como guardaespaldas de sí mismos. Evitando contacto mayor con las personas que sólo quieren quererles. Personas que han sufrido y piensan que encerrándose en sí mismas estarán a salvo de sus miedos y de sufrimientos. No me seais como el Papa. No os protejais. Es cierto que si abres las puertas, no sólo entraran las cosas buenas a vuestra vida. También las malas. Pero lo que sí es cierto es, que si cerramos las puertas, nos perderemos lo mejor de esta vida.

Si sales a la calle, es posible que te resfríes pero, ¿no habrá merecido la pena?

Me han dicho que han montado una pista de hielo en la Plaza de la Concordia, en la trasera del nuevo Corte Inglés de Salamanca. Espero animarme un día. Me gusta patinar. Aunque estoy algo mayor. Con lo que yo fui.

Como dice mi amigo, los años pasan y los cuerpos no son lo que eran. La de veces que me ha atormentado esta frase. Hacerse mayor. ¿Quién puede soportarlo? A mi me cuesta. Y mira que lucho contra ello. Pienso que eso de hacerse mayor sólo le sienta bien a las mujeres, que se me vuelven de un atractivo que... me tienen que agarrar para no saltar sobre ellas, jajaja.

Mientras escribo esto, esperando a la Srta. Pepis, estoy escuchando a mi violinista favorito, Alasdair Fraser, que me transporta a tierras escocesas.

¿Sabeis que le voy a pedir a los Reyes? La oportunidad de conoceros en persona.




5 comentarios:

Karol_a dijo...

Hola Nachito. Ay qué verdad y qué bonito, pues yo no sé que es lo que tú tendrás Pater, pero me has ganado a fuerza de ternura y de paciencia, no hace falta que te diga que tienes mágia, y pues sí, ojala que los reyes nos trajeran todo lo que pedimos que al menos en mi caso, nunca es material, creo que pido cosas imposibles, pero dicen que las más verdaderas son esas, las imposibles, las innombrables y las invisibles, todo lo difícil siempre pensé que tenía un extraño vínculo con lo verdadero. Un beso Nacho.No cambies.

Nacho dijo...

Karola: Todavía me acuerdo de nuestro primer desencuentro. ¿Crees que pido un imposible? Te sorprendería el poder que tienen los Reyes Magos, jajaja.

Gracias por todo lo que me dices. Significa mucho para mi.

Jo dijo...

si nos tardamos en conocernos en persona..me haré vieja.... que te agarre la señorita pepis a ver si saltas como esa que apañó al papa sobre mi


ja


es broma

Jo dijo...

me dormi y hoy que desperté estoy convencida que yo sigo creyendo en los reyes :D

Nacho dijo...

Jo, haces bien.