martes, 13 de octubre de 2009

¿Quién inventó a quién?

Una invitada que ha entrado ayer por la puerta grande de mi Blog (con un excelente comentario, quiero decir), me ha sugerido este tema: ¿Quién inventó a Dios? Cuestión que me ha llevado a preguntarme ¿Inventó Dios al hombre?

Para discernir sobre tan interesante tema ( a mi me lo parece, a otros se la traerá al pairo) me voy a valer de las herrramientas que dispongo: La Biblia y el corazón.

Dice el cascarón (lo primero que vemos del huevo) que Dios creó al hombre a imagen y semejanza. Los que ven el huevo por fuera, (supongo que como Hommer, se imaginarán un huevo frito) sin plantearse que puede haber vida dentro, dirán que está muy claro. Es Dios quien inventó al hombre. Y encima no se hernió pensando. Se miró al espejo y realizó una vulgar copia. Y con taras, no te jode -dirán otros. También están los que, como quien lee un libro más, no deja de ser consciente de que es ficción, y jamás podrán llegar a pensar que el hombre sea obra de Dios. De estos últimos nacen muchos escépticos y filósofos.

Pero, ¿qué me dice el corazón? Hay una canción de niños (la cantábamos mucho en la misa de niños de mi Parroquia de Fátima de Salamanca) que decía: "Y es Jesús, está en ti, está en mi, está en todos mis hermanos...." Jesús, según el Nuevo Testamento, nos dice que no hay mal en el mundo que no salga del corazón del hombre. Si juntamos todo eso con que estamos hechos a imagen y semejanza suya... ¿Puede ser cierto que nos haya hecho con taras? ¿Es acaso un defecto la capacidad divina, podría decir, la capacidad que sólo tienen los DIOSES de hacer lo que se quiera, esto es, hacer el bien o hacer el mal? Desde luego, para creer en Dios, a veces sólo es necesario creer en si tenemos la capacidad de elegir. Dios es amor, como dice otra canción. El hombre ama (y odia, no olvidemos su libertad de elección). Y desde el punto de vista de Dioses que somos (he pueso la "D" en mayúsculas, porque somos DIOS todos y cada uno de nosotros, me río de la Santísima Trinidad. Si ya cuesta imaginarse a tres en uno, como para ir predicando los millones de DIOSES (personas) que hay en el mundo en uno, jajaja. Le tacharían a uno de loco) nosotros hemos inventado a Dios, pero a la vez Dios nos ha inventado a nosotros.

Conclusión: No tengo claro ni me importa quién inventó a quién.






2 comentarios:

Bruni, Carla, ¡¡of course!! dijo...

Dios es un negocio como cualquier otro que aun hoy es rentable para muchos, como la política o los trajes

GGGRRRRR..!!!!!

MARIETA dijo...

Páter sublime que estás allá lejos... Por las catalunyas...