Pensamientos de restaurante.

Voy a actualizar otra vez. Como se nota que estoy sólo en la oficna, que no la hinco, ja, ja,ja.

Hoy estaba comiendo sólo y mi cabeza no ha parado de pensar cosas. Ahí estaba yo, de pie, sólo, esperando mesa, mientras dos amigas hacáin lo mismo, 3 compañeros de trabajo también esperaban y mucha gente desconocida levantándose de su sitio para dejar el sitio al siguiente comensal. Observando a tantas personas que se ven en la obligación de vestir traje de ir a trabajar en día de diario, que en un primer vistazo me ahce verles a todos iguales. Sobre todo a los chicos, que son mas iguales en caunto al vestir, quizá variando el tono de la corbata y del traje, pero por lo general abundan los azules marinos y grises. Pierden personalidad. No obstante yo tampoco desbordaba personalidad propia, al contrario. Parecía uno más, con mi zapatillas guarras y mi chaqueta estilo chandal con capucha de color gris, vamos, una vestimenta propia de aquél que quiere pasar desapercibido.

El traje a los chicos les suele quitar protagonismo. Alguno parece más acostumbrado a llear el traje. Otros denotan obligación de ir de traje. Lo llevan como un fantasma lleva cadenas. Una carga pesada. y debe ser eso lo que hace que lleven esas caras largas que no me gustan nada.

¿Cuantas de esas personas, chicos y chicas, hombres y mujeres, que a simple vista parecen no tener vida a diario (salvo los fines de semana enque puedan ser ellos mismos) tendrán un blog donde puedan evadirse de su quehacer diario y mostrarse tal cual son, incluso bajo una identidad falsa? ¿Alguno se habrá topado con mi blog?

No he contado que la tarde-noche que yo quedé con mis amigas en Madrid, el resto de compañeros había quedadoapra cenar y salir por ahí. Los que quedaron hasta tarde contaban que fueron a un bar donde los 5 primeros metros desde la puerta hacia adentro del local estaba lleno de chicas. Dato curioso, sobre todo porque era un martes y los bares suelen ser un campo de nabos.

Pero lo que más me llama la atención es que muchas de esas chicas son prostitutas que yo llamo de bares. No son la típica puta de calle ni de local de alterne. Son chicas que salen y sólo se van contigo por dinero. Y además no por poco dinero, que pedían 200 euros. Uno de mis compañeros nos decía que no se conocía. Aunque le dijo a la chica que no tenía dinero, esta le siguió hasta el hotel y durmió con él. Por la mañana, cuando se levantó se fue a dar un ducha, suponiendo que la chica aprovecharía para marcharse. Pero al salir del baño allí estaba ella todavía. Aunque reconocía ir bastante cocido, no sabe que le impulsó a hacer aquello. A lo de llevarse una desconocida a su habitación de hotel, me refiero. No hizo nada con ella en primer lugar porque iba cocido y, en segundo lugar, porque ella no era tonta y le cayó simpático para dormir con él (esto me sorprendeen una mujer puta) pero no para follar gratis. El compañero luego le dió 20 € para un taxi. También nos contaban que este y otro, mientras iban buscando un lugar donde seguir tomando copas, vieron unos bombones de chicas al que se dirigieron (un poco cocidos de las cervezas de la tarde) para preguntarles un lugar donde ir. al acercarse resultaron ser maromos de 2 m con las tetas al aire y con un mango de negro mandingo. Ja, ja, ja. Salieron corriendo cuando estos les querían meter mano ahí, en medio de la calle. Y es que Madrid por la noche está lleno de gente extraña, transexuales exhibicionistas como estos llaman mucho la atención.

Ya me decía a mi una asturiana a la que me recuerda mucho melocotón que yo no sé lo que hay por ahí por la noche. Cuando oigo este tipo de cosas flipo con la gente. Aunque más que los transexuales esto, lo que má me llama la atención son esta chicas que, aparentemente pueden ser chicas normales que salen a divertirse y luego resulta que son prostitutas. Y luego uno piensa, ya decía yo que esta gente que está hasta las tantas un día de diario pudieran madrugar o ir de empalmada a trabajar al día siguiente.

La anécdota que voy a contar ahora va por Namy, para que vea que no tengo vergüenza ninguna. Estando en la Playa de Las Canteras, en Las Palmas de Gran Canaria, con mi amigo el canario, tras disfrutar de varios saltos en el ascensor, una oquedad en la barrera donde el agua sube y baja de 2 a 3 m, y cuando la amra está baja, esta barrera natural, paralela a la playa, aisla el agua del mar abierto provocando una balsa de aguas mansas a modo de piscina natural. Pues bien, estaba yo tan contento con aquel agua tranquila y caliente que grito: "¡Este agua está supercaliente!", a lo que mi amigo canario repite entre carcajadas-"¡super, super! Ja, ja, ja"-mofándose de mi vena pija y cursi que me había salido en aquél momento. Nos echamos a reir. Eso pasó ya hac tiempo, pero lo recuerdo como si fuera ayer. Y es que a veces además de vena pija me sale ramalazo, vamos, que parezco gay total. Y es que había una serie en T5 de cuando empezó la cadena que no sé si era "Las chicas de al lado" o algo así. Había un tío cachas llamado Gerard que hacía de profesor de gimnasio gay. Y es que era encantador. Aunque físicamente estaba hinchado (culturista que era), el personaje enamoraba. Cuando en alguna conversación sale este persanaje mi novia me dice: "yo creo que tú eres un poco gay, como me descuide..."

No sé por qué me da, cambiando de tema, que este sábado el programa de Eurovisión va a ser el más visto desde hace años. Ya mi amigos están diciendo de quedar en alguna casa para echarnos unas risas y ver a frikilandia. Cómo son las cosas, un concurso que en un principio servía para dar a conocer la calidad artística de un país y en lo que se ha convertido.

Pues nada, PERREA! PERREA!