¿Para qué vale el tiempo cuando lo tienes?
Tengo ganas de siesta. También ganas de escribir. ¿Por qué? Porque tengo tiempo.
Rosquilla al lado, con su collar isabelino para que no se chupe la herida. Hoy ha vuelto a comer. Poquito, pero ha comido.
Y ahora que está atendida, podría escribir. ¿Y qué escribo? Ahora que podría soltar grandes parrafadas como a veces me salen, llenas de mil asuntos... No me sale nada.
Esta mañana vi a travñes del portátil la pelicula Dogma. Una pelicula que nada más empezar advierte que no quiere herir sensibilidades. Que trata el cristianismo desde el sentido del humor.
Me volvió a gustar. Tiene grandes diálogos. Y eso que es una pelicula para echarse unas risas. Cuestiones al estilo ¿Dónde estaba Dios cuando me...? ¿Dónde estaba Dios el día que...? Ya sabeis, las típicas preguntas que se hace la gente cuando tiene crisis de Fe. Otros diálogos, como el que tiene el par de ángeles en un parking, donde uno le dice al otro que habra los ojos. Que cuando Dios creó a los ángeles fue para que le sirvieran. Siempre serán sirvientes suyos. En cambio cuando creó al hombre, le dotó de grandes privilegios que ellos no tenían. Les dió la libertad de elegir. Elegir reconocerle o ignorarle. Hasta hay personas que niegan la existencia de Dios. Y Dios admite esto con su infinita paciencia. ¿Y qué hay de nosotros, los ángeles? No tenemos elección como el hombre. Al hombre se le dió este mundo y el hombre lo destroza. No merecen tener lo que tienen. Tendríamos que exterminarlos.
Entre el profeta que se quiere tirar a la última descendiente de Jesucristo, el apóstol negro nº 13, el ángel exerminador, que se quedó sin trabajo cuando Dios pasó de ser justiciero a ser Dios Amor... Una película que despierta muchas sonrisas.
El apóstol nº 13 tiene otro diálogo interesante, en el que dice que las creencias no le interesan a Dios, porque por las creencias se mata en nombre de Dios. A Dios lo que le gustan son las ideas. Porque las ideas son lo que mueve este mundo. Ojalá recordara mejor esos diálogos. Ignoro si los guionistas se creían la obra de su trabajo o bien habló por sus plumas el espírit santo. Trataron el tema de la virginidad de María y la posibilidad de que, tras nacer Jesús, le diera hermanos (cosa muy probable a mi entender).
Muchas cosas tiene esta película.
Tengo ganas de siesta. También ganas de escribir. ¿Por qué? Porque tengo tiempo.
Rosquilla al lado, con su collar isabelino para que no se chupe la herida. Hoy ha vuelto a comer. Poquito, pero ha comido.
Y ahora que está atendida, podría escribir. ¿Y qué escribo? Ahora que podría soltar grandes parrafadas como a veces me salen, llenas de mil asuntos... No me sale nada.
Esta mañana vi a travñes del portátil la pelicula Dogma. Una pelicula que nada más empezar advierte que no quiere herir sensibilidades. Que trata el cristianismo desde el sentido del humor.
Me volvió a gustar. Tiene grandes diálogos. Y eso que es una pelicula para echarse unas risas. Cuestiones al estilo ¿Dónde estaba Dios cuando me...? ¿Dónde estaba Dios el día que...? Ya sabeis, las típicas preguntas que se hace la gente cuando tiene crisis de Fe. Otros diálogos, como el que tiene el par de ángeles en un parking, donde uno le dice al otro que habra los ojos. Que cuando Dios creó a los ángeles fue para que le sirvieran. Siempre serán sirvientes suyos. En cambio cuando creó al hombre, le dotó de grandes privilegios que ellos no tenían. Les dió la libertad de elegir. Elegir reconocerle o ignorarle. Hasta hay personas que niegan la existencia de Dios. Y Dios admite esto con su infinita paciencia. ¿Y qué hay de nosotros, los ángeles? No tenemos elección como el hombre. Al hombre se le dió este mundo y el hombre lo destroza. No merecen tener lo que tienen. Tendríamos que exterminarlos.
Entre el profeta que se quiere tirar a la última descendiente de Jesucristo, el apóstol negro nº 13, el ángel exerminador, que se quedó sin trabajo cuando Dios pasó de ser justiciero a ser Dios Amor... Una película que despierta muchas sonrisas.
El apóstol nº 13 tiene otro diálogo interesante, en el que dice que las creencias no le interesan a Dios, porque por las creencias se mata en nombre de Dios. A Dios lo que le gustan son las ideas. Porque las ideas son lo que mueve este mundo. Ojalá recordara mejor esos diálogos. Ignoro si los guionistas se creían la obra de su trabajo o bien habló por sus plumas el espírit santo. Trataron el tema de la virginidad de María y la posibilidad de que, tras nacer Jesús, le diera hermanos (cosa muy probable a mi entender).
Muchas cosas tiene esta película.
4 comentarios:
hola! buscando alguna informaciòn vine a dar con su blog, Dios sabrà porque, el caso es que me ha gustado la forma en que expresa su opinion sobre varios pasajes biblicos, no tengo el tiempo ahora de hojear todos los archivos, pero estoy segura que regresare en otro momento con mas calma, ya que la forma amena con la que interpreta su versiòn de los hechos de la biblia, me hace sentir un tanto identificada. Bendiciones desde Guatemala
AMEN PATER
¿Fue Dios el que le aconsejó cambiar la foto?
SABIOS CONSEJOS NOS DA DIOS
Yo también lo entiendo así, y no me mueve mi FE.
Dos mil besos
Querido Anónimo de Guatemala. Agradezco sus palabras, pero le ruego que use un pequeño filtro de comprensión y paciencia al leer mis interpretaciones, que no son infalibles ni verdaderas. Son lo que me transmite a mi cada pasaje aplicado al momento de mi vida. Hay veces que son sinceras y veces que no transmiten lo que de verdad me transmiten. Esas veces, uso una ironía tan sutil, que a veces confunde al que me lee y piensa de mi lo que no es. Eso es sólo culpa mía, pero asumo el riesgo y las consecuencias. Agradezco su comentario y es bienvenida a este blog. Opine libremente, incluso cuando no esté de acuerdo, pues muchas veces lo que busco con ideas que pueden resultar blasfemas a la óptica de un catolicismo clásico adaptado al hombre, son despertar el cristianismo dormido.
bruni: ¿Con lo guapete que me han dicho que estaba de joven? Supongo que Dios tendrá algo que ver, aunque sea de forma indirecta.
PQYLV: No me mueve mi fe para querete, ni el cielo que me tienes prometido...
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