El sábado. Un día que puede hacerse largo o rápido. En mi caso se hará simplemente sábado.
Caricias a Rosqui. Fui a comprar. Caricias a Rosqui. Me haré la comida. Una musaka receta griega del Carrefour, jeje. Si no cocino es por no manchar y, por tanto, por no limpiar después.
Supongo que me veré Cuéntame por TVE a la carta. Un gran invento.
Ayer descubrí con mucha sorpresa y satisfacción la cara de una mujer que me despierta mucha admiración. Desde aquí le quiero mandar un gran abrazo. No sabe lo bien que sienta poner ojos y cara a alguien por el que sientes un gran cariño. Y la verdad, no es que mantengamos mucha comunicación, pero su forma de hablar, sus diferentes conocimientos, sus comentarios... me gustan.
Seguramente lo haya dicho ya alguna vez. Pero sigue pareciéndome curioso que se pueda coger cariño a personas a las que no has visto en tu vida.
Un psicólogo podría decir que ese sentimiento se da habitualmente en personas sin mucha relación social, con pocos amigos, personas solitarias... ¿soy yo una persona solitaria?
En mi adolescencia, recuerdo que me gustaba mucho estar solo. En la soledad buscada me crecía, me indagaba y me encontraba. Entonces tenía muchos amigos, unos más que otros, pero muchos. Me tenía que repartir. Cuando empecé a trabajar, perdí esa etapa de tener mucha gente con la que compartir experiencias mano a mano. Tuve que irme fuera para buscarme la vida. Perdí muchas cosas y, cuando parecía haberlas encontrado, la Srta. Pepis se marchó buscando la suya y yo, tuve que dejar mi recien lugar donde empezaba a asentarme para ir detrás de ella. Y esto no es un reproche. Es ley de vida. Y hay que adaptarse. Lo malo es que el proceso de adaptación es largo. Hacer nuevos amigos no es que sea muy fácil. Y eso me sorprende, ya que todos buscamos amistad para poder elegir cuando queremos estar solos.
El otro día cometaba con otra persona el tema de las amistades. Uno que como yo, estaba en Girona, decía que no quería ni buscaba nuevos amigos. Que le bastaba con los amgios de toda la vida. Que esos eran los verdaderos amigos. Lo demás se quedaban en conocidos. Y está claro por qué decía esto. Porque los amigos de toda la vida son aquellos con los que has vivido desde que no levantabas un palmo del suelo. Seguramente muchas cosas e inicios de la vida se hayan vivido con ellos. Y esas cosas que se han hecho juntos une mucho.
Me siento raro e incomprendido cuando defiendo que se puede tener nuevos amigos. De hecho, hice dos amigas VyB(Very Ymportant Berson, jajaja) en Burgos de las que me acuerdo mucho. No trato con las dos por igual, pero las quiero de igual forma. Conocí a alguien más , pero la vida no ha querido que tenga la misma confianza como con V y B.
Ahora estoy haciendo mis pinitos en Girona (la srta. Pepis y yo) con una pareja que conocimos en la Riviera Maya. Y mira que son agradables los dos. Y aunque andan siempre muy ocupados, las pocas veces que han tenido tiempo lo han compartido con nosotros.
También tengo amigas cibernéticas. Unas me han abierto su confianza más que otras y nos hemos dado cuenta de que también vale. Y yo soy amigo para lo bueno y espero que también para lo malo.
Y con tanto rollo sólo puedo resumirlo de una forma: MERECE LA PENA HACER NUEVOS AMIGOS, sin por ello pensar que hacemos de menos a los de toda la vida.