Viernes Santo. Este viernes, considerado dentro de la semana santa como el día del sacrificio. Si nos fijamos en el altar, este aparece desnudo, el sagrario donde habitualmente está la forma sagrada abierto (iba a decir donde se guardan las hostias, jajaja, abre y verás, jajaja) Bien, las risas no es que sean muy propias de este día.
Durante el Via Crucis rememoramos toda la Pasión de Jesús, desde que es juzgado en el Sanedrín, custionado por Pilatos y crucificado a la vista de todos, insultado, golpeado, torturado, escupido,… día en que muere crucificado para divertimento de unos y atormentamiento de otros, incapaces de hacer nada ante un destino que estaba escrito.
Hoy es día para ponerse en el lugar de los amigos de Jesús. Hoy cualquier cosa que les dijera Jesús queda en agua de borrajas. Ya no está. Ha muerto. Todo lo que nos dijo carece de sentido. Y lo peor no es eso. Entra el miedo. Les vieron con él y tienen que esconderse. Todo el proyecto de vida que Jesús les hizo imaginar una vez a la porra. Todo lo que les dijo Jesús un día se vuelve utópico de repente, un sueño inalcanzable, un estilo de vida para ilusos que tendrán que esconderse si no quieren recibir golpes en este mundo lleno de injusticias, personas que nos hacen daño, que quieren progresar a nuestra costa y pisarnos si es preciso.
¿Cómo se puede ser feliz hoy sintiéndonos traicionados por Jesús? ¿Cómo pudo ser que nos dejáramos comer la cabeza por este señor? Ahora toca apechugar con las consecuencias. Asumir el error de haber creído lo increíble. Sufrir el dolor por un amigo perdido. O quizá no. Mejor que esté muerto. El amigo que nos traiciona no merece ni que lloremos por él. Por su culpa ahora les va a ir peor de aquí en adelante. Hubiera sido mejor no haberle conocido. Si nos reconocen como amigos suyos nos pondrán el San Benito de ingenuos y tontos. No seremos de fiar.
Es un viernes gris. Sentimientos encontrados. ¿Lloramos o bailamos en su tumba?
Siempre he pensado que este debía ser el día de los ATEOS. Hoy para ellos debiera ser la FIESTA GRANDE. Hoy queda claro que Dios no existe, por lo que nadie puede venir a denominarse Hijo de Dios, y por la misma razón nosotros tampoco podemos serlo. Sólo somos hijos de nuestro Padre y de nuestra Madre. Y PUNTO. Hoy se les debe reconocer que tenían razón.
Ya ves, vivimos en una sociedad donde cobra importancia el defender una idea tan disparatada como la existencia o no de Dios. Nos peleamos por llevar la razón, tanto los que creían que Dios existía como los que le negaban. Eso mismo sigue pasando hoy. Los hay que dicen que esa idea es una patraña, los hay que creen convincentemente en él, incluso en la adversidad. Pero también los hay que, al igual que se pudieron sentir los amigos de Jesús este día, que creyendo en su palabra en vida y pierden hoy toda confianza, la vida les da un revés y dejan de creer en él. Una mala noticia, un golpe, una muerte, cualquier suceso negativo en cualquier día del año nos hace vivir el día de hoy. El día en que perdemos toda esperanza y nos hundimos. Ya no podemos ser salvavidas para nadie.
Durante el Via Crucis rememoramos toda la Pasión de Jesús, desde que es juzgado en el Sanedrín, custionado por Pilatos y crucificado a la vista de todos, insultado, golpeado, torturado, escupido,… día en que muere crucificado para divertimento de unos y atormentamiento de otros, incapaces de hacer nada ante un destino que estaba escrito.
Hoy es día para ponerse en el lugar de los amigos de Jesús. Hoy cualquier cosa que les dijera Jesús queda en agua de borrajas. Ya no está. Ha muerto. Todo lo que nos dijo carece de sentido. Y lo peor no es eso. Entra el miedo. Les vieron con él y tienen que esconderse. Todo el proyecto de vida que Jesús les hizo imaginar una vez a la porra. Todo lo que les dijo Jesús un día se vuelve utópico de repente, un sueño inalcanzable, un estilo de vida para ilusos que tendrán que esconderse si no quieren recibir golpes en este mundo lleno de injusticias, personas que nos hacen daño, que quieren progresar a nuestra costa y pisarnos si es preciso.
¿Cómo se puede ser feliz hoy sintiéndonos traicionados por Jesús? ¿Cómo pudo ser que nos dejáramos comer la cabeza por este señor? Ahora toca apechugar con las consecuencias. Asumir el error de haber creído lo increíble. Sufrir el dolor por un amigo perdido. O quizá no. Mejor que esté muerto. El amigo que nos traiciona no merece ni que lloremos por él. Por su culpa ahora les va a ir peor de aquí en adelante. Hubiera sido mejor no haberle conocido. Si nos reconocen como amigos suyos nos pondrán el San Benito de ingenuos y tontos. No seremos de fiar.
Es un viernes gris. Sentimientos encontrados. ¿Lloramos o bailamos en su tumba?
Siempre he pensado que este debía ser el día de los ATEOS. Hoy para ellos debiera ser la FIESTA GRANDE. Hoy queda claro que Dios no existe, por lo que nadie puede venir a denominarse Hijo de Dios, y por la misma razón nosotros tampoco podemos serlo. Sólo somos hijos de nuestro Padre y de nuestra Madre. Y PUNTO. Hoy se les debe reconocer que tenían razón.
Ya ves, vivimos en una sociedad donde cobra importancia el defender una idea tan disparatada como la existencia o no de Dios. Nos peleamos por llevar la razón, tanto los que creían que Dios existía como los que le negaban. Eso mismo sigue pasando hoy. Los hay que dicen que esa idea es una patraña, los hay que creen convincentemente en él, incluso en la adversidad. Pero también los hay que, al igual que se pudieron sentir los amigos de Jesús este día, que creyendo en su palabra en vida y pierden hoy toda confianza, la vida les da un revés y dejan de creer en él. Una mala noticia, un golpe, una muerte, cualquier suceso negativo en cualquier día del año nos hace vivir el día de hoy. El día en que perdemos toda esperanza y nos hundimos. Ya no podemos ser salvavidas para nadie.
3 comentarios:
Vaya... sin palabras me has dejao...
Qué pases un buen Viernes Santo!!
Besos!!!
Bienvenida Cris Sevilla. No te conocía.
No me gusta el día de hoy. Me pongo triste.
Prefiero mañana.
Porque yo es que soy más de fiesta, celebraciones y tal....
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