miércoles, 29 de abril de 2009

San Mateo 11,25-30

En esa oportunidad, Jesús dijo: "Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has querido. Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, así como nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana".

Esta lectura me ha traído a la cabeza uno que comentó un post diciendo irónicamente algo así como que me tomaba demasiada libertad a la hora de interpretar el evangelio. Y esto de “haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelados a los pequeños…” me recuerda irremediablemente a ese comentario.

Soy consciente de que es muy difícil aceptar el concepto de “libre interpretación de la biblia”. Pero tengo clara una cosa. Independientemente del contexto histórico en el que se escribió, así como de la costumbres de entonces que explicarían de una forma razonada el por qué de las palabras de Jesús, debo añadir que existe un factor mucho más importante que todo eso: El mensaje al corazón. ¿Acaso Jesús no nos habla directamente al corazón de cada uno?

Ya puedo ser el “number one” de Teología, que si leo dos veces la misma lectura en dos circunstancias diferentes de mi vida, puedo asegurar que Jesús me dirá una cosa diferente cada vez. Y de eso se trata.

Me cansaron de oir en catequesis (cuando era más pequeño que ahora), que intentar ser cristiano era una cosa muy difícil. Que seguir el mensaje de Jesús era algo que implicaba un gran sacrificio y mucho esfuerzo por nuestra parte. Y craso error, amigos míos. ¿Acaso no conocemos todos el manido refrán “sarna con gusto no pica”? Y no, no es que esté asemejando a Jesús con la sarna. Pretendo decir que si él dice que su yugo es ligero y su carga liviana, no creo que mintiera. Se trata de vivir de una forma diferente. Aceptar que sólo hay una forma de vivir entre semejantes, sin pisar a nadie, sin insultar a nadie, respetando las libertades. Y esto no es algo que cueste mucho. Supongo que lo que cuesta es cambiar nuestra actitud cómoda y egoista ante la vida.

Cada vez que me dicen a mi que me soprendería saber cuanta maldad y malos pensamientos hay en el mundo me complazco. Porque quiere decir que he aprendido a presuponer que todo le mundo es bueno. Y eso es un gran logro.

5 comentarios:

Reales dijo...

Hoy me has encantado!!!!, interpreta como quieras, porque cada uno puede hacer infinitas lecturas de una misma frase, como bien dices, dependiendo del momento vivido.

Mil besos

Moadiario dijo...

Está claro que leer las cosas en diferentes circunstancias, hará q las veamos de diferente forma...
Cuánta razón tienes, querido Nacho!!!
Muchos besos...

Yoli dijo...

Esta lectura me parece bonita y a la vez compleja.
A mí me dice hoy que el día a día de la vida es sencillo de llevar si vamos de la mano de Jesús, iluminados por su palabra. Problemas siempre tendremos, pero serán más llevaderos si vivimos sabiendo que lo verdaderamente importante es amar, como Jesús nos enseña.
¿Vivir así es fácil o difícil? En teoría parece fácil como bien dices, pero cuando llega la hora de la verdad cuesta renunciar a los intereses propios, cuesta moverse para que los demás puedan vivir mejor. Y es por ello que quizá intentar ser un buen cristiano me parece también difícil, porque exige un cambio que yo al menos en muchas ocasiones no estoy dispuesta a asumir. Jesús dijo “El que quiera seguirme, que renuncie a sí mismo, cargue con su cruz y me siga. Pues el que quiera asegurar su vida la perderá, pero el que sacrifique su vida por causa mía, la hallará”. La duda que siempre me surge y que a veces me asusta es: si yo verdaderamente creyera en esto ¿no le seguiría sin excusas?

Eva dijo...

Nacho, lo que nos gusta es precisamente tu libre interpretación de la biblia ¿ es que no lo sabes? pues eso....

Nacho dijo...

Eva: Gracias EVA, pero no me animes, que acabaré diciendo barbaridades.

MOA: Perdona que no te visite como antes, ando apurado. Gracias por estar ahí.

REales: El encantado soy yo.

Yoli:Esa cruz que dijo Jesús que cargáramos nos la ponen los demás, como de la misma forma se la impusimos a ÉL. Al final todos le seguimos, más rápido o más despacio, dando más o menos rodeos, gastando más o menos combustible. Pero creo que al final, todos llegaremos. Aunque claro, como todo en la vida, algunos quedarán en el camino. Me gustan tus comentarios. algún día me enzarzaré en una guerra dialéctica contigo.