domingo, 12 de abril de 2009

JESÚS VIVE!

Así rezan algunos escritos en muros de carreteras secundarias. Cómo me alegra leer esto cuando vas conduciendo pensando en valoraciones económicas, donde coloco a la gente que acaba un tajo, etc. De repente, en medio de la rutina del trabajo, me sigue aún sorprendiendo y emocionando este tipo de mensajes escritos por vete a saber quién.

Jesús vive! Hoy domingo estas dos palabras corren por boca de todos. Entonces y ahora sigue habiendo incrédulos. Unas mujeres que iban al sepulcro se preguntaban cómo iban a poder mover aquella gran piedra que tapaba la entrada. Y mayor fue su sopresa al encontrarsela ya corrida y un joven al lado de donde tendría que encontrarse Jesús de Nazareth.

Este joven les preguntó a las mujeres: ¿"A quién buscais? ¿A Jesús de Nazareth? Aquí no le encontraréis".

Las mujeres no sé si se asustaron, pero estoy seguro de que no terminaron de comprender, al menos en ese momento, las palabras de ese extraño joven. Hoy parece ser que nos lanza esa pregunta a nosotros.

¿A quién buscamos? ¿Acaso buscamos también a ese Jesús Resucitado? ¿Por qué entonces lo buscamos donde se encuentran los muertos?

Ya lo dice esa canción que canté en la Gran Vigilia Pascual pasada durante el rito bautismal. Mi Dios está vivo, el no está muerto... Mi Dios es un Dios de vivos, no de muertos.

¿Cuantos años se viene celebrando esto de la resurrección? ¿más de dos mil? ¿Cuantos todavía necesitan pensar en como mover esa gran piedra que no les deja cerciorarse de que Jesús yace dentro bien muerto?

Viendo una procesión el otro día, vi aquellos que iban descalzos, otros cargando cruces pesadas... Y me pregunto: aquellos que cojan alguna pulmonía o enfermen por haber cogido frío, ¿luego pediran a Dios por recuperarse? ¿No es eso del género tonto?

Siempre he dicho que un día como hoy sirve para cargarse las pilas. Para coger la vida por los cuernos, para esquivar los golpes que da la vida . Para repartir y dar todo lo que se nos ha dado, porque lo que no se da, se pierde.

Un día como hoy sirve para reavivar esas ilusiones perdidas por la desconfianza, ilusiones que vuelven a cobrar fuerza.

No estamos solos. Jesús VIVE!

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya se acabó la semana santa, y aquí solo la empezamos, que curioso. Espero que te sientas mejor!

Un abrazo.

Eva.

LA MAMI dijo...

UFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFF
BESOSSSSSSSSSSSS SAPITOO

Yuria dijo...

Hola hermanito (creí q te había perdido)Fíjate q cuando me llamaste "hermana" me sonó a "monja" Jajaja.

pues sí, hermanito, Jesús está vivo, entre nosotros, dónde va estar. Sólo se quita de en medio para orar con el Padre.
Te veré más de seguido, Vale?

Juani dijo...

has vuelto con las pilas recargadas
saluditos

Yolanda Pérez dijo...

Hola Nacho!
Soy Yoli, de Fátima!
Por una total casualidad he encontrado tu blog mientras buscaba material para preparar una catequesis para los niños sobre la parábola del sembrador, y google me ha llevado a una de tus reflexiones del mes de Enero con ese título.
La verdad es que al principio no miré de qué era la página, comencé a leer lo que decía el artículo, y encontré que decía "Me dejó un comentario la creadora de un blog del coro de Fátima... Ya no acudía con frecuencia a Salamanca...". Y eso me llevó a mirar el nombre de quien firmaba el artículo y... sorpresa!... La verdad es que me alegró un montón encontrar en la web a una de las personas con las quien he compartido momentos muy importantes de mi vida, que me han marcado y me han hecho crecer como persona y ser como ahora soy, momentos como las celebraciones de la Pascua en la parroquia de Fátima.
Curiosamente este año, fui el jueves santo a la misa de la tarde, después de varios años sin ir, y la verdad es que para mí fue un momento bastante triste porque recordaba aquellos días en los que los jóvenes de la parroquia estábamos presentes en el altar junto a Miguel en todas las celebraciones y participábamos de ellas y las vivíamos todos juntos. Me dio mucha pena, pero no tengo ningún derecho a quejarme, ya que considero que soy parte de la culpa de que eso ya no sea así…
No quiero ser pesada, quizá me he enrollado un poquito en este comentario. De todas formas, ahora que sé que existe tu blog, me gustará leer tus reflexiones cuando pueda, y seguramente algún día comparta algunos de mis pensamientos.
Un fuerte abrazo.
Yoli