jueves, 16 de abril de 2009

Viernes ya. Y Jesús se presentó en la orilla. Jn 21,1-14

Podía transcribir el evangelio de hoy, pero voy a contarlo a mi manera. Aunque recomiendo leerlo. Tiene frases muy sencilla pero con mucha miga.

Situación: El lago de Tiberíades.
Personajes: Simón Pedro, Tomás, llamado el Mellizo, Natanael, el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos.

Y dice Pedro: Me voy a Pescar. Era de noche. Los demás le siguieron. Y esa noche no pescaron nada.

Pongámonos en situación. Jesús ya ha resucitado. Y Pedro, convertido en pescador de hombres, vuelve a lo que sabía hacer: pescar peces. Y los otros que estaban con él, también. Me pregunto si el hecho de que Jesús resucitara sirvió para algo. Es evidente que ya no estaba con ellos. Al menos no como antes. Y Pedro no sabemos si dejó eso de ser pescador de hombres por volver a lo que hácía antes de conocer a Jesús, o precisamente en eso consistió su conversión, en ser pescador de hombres, pero sin dejar de ser él ni su profesión. Seguramente sea esto último (o eso quisiera yo pensar).

Muchas veces a los seminaristas le venden la idea de que para ser curas tienen que dejar todo, familia y amigos, para poder dedicarse mejor a todo el pueblo de Dios. Y les cuentan la milonga de que cuando Jesús les llamó, ellos dejaron todo por seguirle. ¿Hay que dejarlo todo de verdad? ¿No será que en nuestra situación personal bien podemos "seguir" el mensaje de Jesús y vivir amando a nuestros hermanos? Con no pelearnos sería suficiente.

Sigamos . Según amanecía, ellos se acercaban a la orilla con las redes vacías y allí, un hombre que les esperaba, les preguntó si tenían algo para comer. Como le dijeron que no, les dijo que echarn las redes a un lado de la barca. 153 peces dice que pescaron. Y de los gordos. ¡Es el Señor! gritaron reconociéndole. Dice el evangelio que es la tercera vez que se les pareció Jesús a los apóstoles después de resucitar.

No me digan que no es de lo más interesante la lectura de hoy. Cuantas veces nos enfrascamos en nuestra monótona vida y, sin "pescar" nada, nos volvemos a casa al "amanecer". Y, de repente, se nos aparece un "Jesús resucitado" y desaparece toda esa ridícula vida que creíamos tener y cambia por una alegría inmensa de sentir la vida.
Dicen que tanto amó Dios al hombre que dió la vida de su Hijo por nosotros. Vamos, nos lo dió, sí, pero sabiendo que nosotros le mataríamos. Así como nos pone en la vida circunstancias (soy yo y mi circunstancia, como dice la canción) favorables o positivas y no sabemos aprovecharlas, no sabemos disfrutarlas y, lo más importante, NO SABEMOS RECONOCERLAS. ¿Y qué hacemos? Ser unos pobres infelices que viven en la amargura creada por ellos mismos.
Podría parecer, como dicen los sabios (que aquí se equivocan, por tanto, no son tan "sabios") que las oportunidades sólo se presentan una vez en la vida. Imagino que se refieren a las oportunidades que yo definiría, perdón por la expresión, de mierda. Las verdaderas oportunidades se nos presentan una y otra vez. La vida ya nos da suficientes disgustos como para que encima no nos vinieran "oportunidades" a menudo. De igual manera que Jesús no vino, se presentó, nos contó un cuento sobre la forma de vivir, unos se lo cargaron y otros le echaron de menos. Resucitó y se fue pensando que con eso ya sabríamos ir solitos. NO. Se volvió a aparecer a los dicípulos. NO UNA, NI DOS NI TRES.
Se nos vuelve a aparecer. Cuando acaba nuestra jornada y creemos tener las redes vacías... tenemos que mirar donde arribamos, para saber donde volver a echar la red y sacarla rebosante. Ese email, ese amigo al que hacía tiempo que no ves, esa buena noticia que nos cuentan, ese amigo que siempre se acuerda de ti, ese otro que sabes que reza por ti, ese compañero de trabajo que te saca de un apuro, ese saludo de... Dios se nos presenta después de resucitar, para que no olvidemos que no estamos solos, para que sepamos reconocer la vida que nos ha regalado. Estad atentos a aquello que os indica donde echar las redes.
Por cierto Yoli, gracias por tu comentario. Ese jueves yo estaba en el coro. TAmbién me acuedo de aquellos buenos tiempos. Pero he aprendido a no sentir tristeza por aquellos tiempos. No es que me guste como estamos ahora, pero es lo que hay. Y serémos 100, 50, 40, 30 ó 4 gatos, pero aún siendo 2, podemos vivir juntos de nuevo la Pascua. No tendremos el bullicio de 100, pero sí al menos la alegría del par. ¿no te parece? A mi tambien me daba pena. Pero aprende de nuestro querido D.Miguel. ¿No te da una palmadita en la espalda cada vez que se cruza contigo por el pasillo? ¿No le notas ese brillo en los ojos al alegrarse de que estés allí? Si él no pierde la esperanza... ¿por qué vamos a perderla nosotros? Yo creo que gracias a personas como tú, esos sitios de atrás del altar siguen estando abarrotados de las risas de antes, cuando en teoría teníamos que estar serios porque nos veía toda la asamblea. Qué tiempos. Me ha hecho ilusión saber de ti.

11 comentarios:

MARIETA dijo...

Estoooo profI... T'a quedao un poco laaaaargo, no??
Pero me lo he leído, que conste.
Al igual que los últimos serán los primeros pocos granos, si están juntos hacen un granero, te sirve?
Saludiños.

Nacho dijo...

Mi querida Marieta. HAbrás podido observar que de un tiempo a esta parte no actualizo con la frecuencia de antes. ¿no crees que desde esta nueva perspectiva es imposible que un post me quede largo?

Lo bueno del blog es que no hay un director que te marque un número máximo de palabras.

Moadiario dijo...

Pues fijate q me ha gustado, lo de las redes vacias, lo de Dios resucitado... oye, me ha encantado!!!
Besitos...
PD. Cada cual hace con su blog lo q quiere!!! como con la vida misma!!!

MARIETA dijo...

profI, no me entendiste... O me malinterpretaste. Ya te lo explicaré con alguna metáfora o parábola o algo.

Eva dijo...

A mi lo que me ha gustado ha sido lo de las oportunidades que se nos presentan muchas veces, y el comentario para Yoli también,resumiendo..... que ninguna queja!

Juani dijo...

que tengas un buen fin de semana nachete
saluditos

Yoli dijo...

Hola!
El Jueves Santo no te vi en el coro, ¡qué pena! , la verdad es que al salir de misa nos fuimos enseguida a mi casa a ver la película de “La Pasión de Cristo” con nuestro grupo de catequesis de jóvenes que seguimos reuniéndonos (para mí una gran suerte), y a nuestro modo fue una celebración de la Pascua.
A la luz de tu post (¿se llama así no?) creo que hasta el año pasado, he vivido un tiempo como Pedro, con mi día a día, sin más alegrías ni tristezas. Si bien es cierto que como soy bastante optimista, siempre he intentado disfrutar de cada momento y ser feliz (supongo que también Pedro sería feliz pescando peces). Sin embargo, un buen día Dios se presentó, llamó a mi puerta, y supongo que no se la cerré porque me resultó conocido, aunque hacía tiempo que no le veía tan cerca. Y me dijo algo así como ¿no te parece que ya es hora de que hagas algo nuevo, algo más? (y como Pedro y los demás, sentí que ¡era el Señor!) Y fue cuando decidí dar catequesis a los chavales.
Al comenzar el curso me dijeron que daría a un grupo de comunión. Tenía miedo, sí. No sabía si sería capaz. Era una gran responsabilidad. (Seguro que cuando aquel hombre les dijo a los discípulos que volvieran a echar las redes tampoco ellos lo hicieron sin más, seguro que dudaron, protestaron,…).
Pero finalmente también yo, (como ellos), estoy recogiendo la red llena de peces. Siento que es más lo que gano que lo que doy. Intento hacerlo lo mejor posible, pero lo que más me gustaría es que esos niños vieran y conocieran al Jesús con el que yo he vivido, y eso no sé si lo conseguiré. Volviendo a la parábola del sembrador que es la que me llevó a encontrar este blog, mi tarea en este caso es echar la semilla, pero me gustaría que no se limitara a eso, me gustaría poder cuidar y transformar la tierra en la que va a caer (que en algunos casos, creedme que es muy buena, pero en otros…) Es una tarea algo difícil en estos tiempos… Pero es bonita (unos días más que otros, claro), y sobre todo, es una tarea que hoy me llena, que me ayuda a tener a Jesús más cerca y me hace ver que cada día es un regalo que hay que aprovechar.
Vaya! Creo que se nota que no soy nada asidua a los blogs y quizá me enrollo mucho en estos comentarios… A mí la tecnología me superó hace mucho…
Que seáis felices y disfrutad el fin de semana.
Yoli

SOMMER dijo...

Esto del evangelio es como un juego de niños. Cada uno lo cuenta de una manera, y el otro lo interpreta como le da la gana.

En fin...

Nacho dijo...

Yoli: Lo haces bien, Yoli. Ojalá todo el mundo aprendiera de tus comentarios.

Sommer: No sé si te termino de entender. Pero desde siempre, Dios habla al hombre directamente al corazón. Y hoy me dice esto. Mañana..., ¿Quién sabe?

Marieta: Estoy esperando ese "algo"

Juani: buen fin de semana.

Eva: Pero te puedes quejar, ¿eh?

MOA: No creas que estoy de acuerdo en todo contigo. No creo que podamos hacer todo lo que queramos con nuestra vida. Seríamos unos irresponsables. ¿NO? Pero te entiendo, tranquila, era por rizar el rizo.

Moadiario dijo...

Totalmente de acuerdo con esa puntualización.... evidentemente podemos hacer lo q queramos siempre y cuando "no molestemos" o perjudiquemos conscientemente a los demás!!!!
Besitos y buen finde!!!!

LA MAMI dijo...

NENEEEEEEE MASA PA MI CUERPO MENOPAUSICO.
CRUZAR LAS AGUAS DEL LAGO TIBERIADES ES MUY CARO , UNOS 1000 EUROS EN BARCA...
JESUCRISTO LAS CRUZO ANDANDO NO ME EXTRAÑA, CON ESOS PRECIOS JAJAJAJAJJAJAJAJJJA
NO HE LEIDO EL POST PERO SEGURO QUE ES BUENO
YO TB TQ, PORQUE TE DEBES DE ESTAR CAGANDO EN MIIIIIIII
ALA SAPITO BUEN FIN DE SEMANAAAAAA Y DISFRUTAAAAAA, Y SACA A PASEAR A LA CULEBRILLA QUE TE PONDRAN MULTAAAAAAA
BESOS PARA ANA
BESOSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS COFETEEEEEEEEEEEE