viernes, 29 de enero de 2010

Comidas de lo más interesantes.

Hoy no se habló de fútbol en la comida. Hubo un pequeño rato de filosofía barata. Uno de los compañeros decía que se iba a esquiar este fin e semana. Otro iba a decir una gracia dándole otro significado a la palabra esquiar cuando se se calla de repente diciendo: "Me voy a callar, que hay señoritas delante".

Es en ese momento que se forma una interesante conversación al yo aseverar que el día que los hombres se atrevan a hablar de cualquier tema delante de las mujeres, realmente tendrán conciencia de igualdad.

Vaya debate. Los que decían que el mero hecho de ser biológicamente diferentes afectaba a la igualdad cultural y que era inevitable que ciertas conversaciones sólo se dieran entre varones como otros sólo en foros femeninos. Los que decían que son las formas las que debían únicamente cambiar si el foro era mixto... en fin, había para todos.

Hoy nos tomamos sendos chupitos de hierbas, que es viernes.

Se acercó Araceli a recoger la mesa de al lado. No sé por qué le encuentro mucho parecido con la morenaza que sale en la serie Águila Roja. Las dos tienen ese aire de lozana andaluza. Le pregunto que a qué hora comen ella. A las 12:00-me contesta- por eso cuando os sirvo me entra un hambre.... Qué simpática que es. Sexy y atractiva. Lo tiene todo.

Ayer, una de las dos "amigas" que recién me leen, me lanza una serie de preguntas. Preguntas que no les encuentro mucha relación con lo que cuento, pero no por ello les quito valor.

¿Para qué quieres que las chicas se fijen en tí? ¿Sólo quieres que se fijen? ¿Qué buscas en realidad?.

Desde luego las preguntas son muy directas. Yo no hablaba de que quisiera que las chicas se fijasen en mi, sólo comentaba el hecho de que lo hacían. No me importa el hecho de que no se fijen, pero el darme cuenta de que se fijan, me llama la atención. Y debo decir que, recién vengo experimentando estas sensaciones, me gusta.

¿Sólo quiero que se fijen? Puestos a desear, me gustaría que complementaran mi timidez en dirigirles la palabra con un acercamiento por su parte y un interés por trabar amistad. Me gusta conocer a las personas que llaman mi atención. Y, normalmente, no me atrevo. Con esto contesto a la pregunta de lo que busco en realidad. Amor, cariño y comprensión. Supongo que es lo que todos desearíamos tener en esta vida.

Y hoy no quiero dejar que se me escape mi sospechoso sentir al leer el evangelio de hoy. Jesús no deja de explicar el Reino de Dios con un montón de parábolas. En un principio lo hace para que la gente lo entienda. Personalmente, creo que tuvo cierta maldad, entendiendo como esta maldad que no tenía mucho interés en que personas que pasaran del tema pudieran entenderle. De ahí las parábolas. Pero, como diría mi madre, el jesuíta de él (mi madre dice que yo estoy hecho un jesuita) se cuidaba muy mucho de que sus amigos le entendieran, porque luego se lo explicaba a ellos en privado.

Hoy me dice el evangelio que no está hecho para el corazón del que no quiere oir. Las personas, cuando no queremos oir, no escuchamos. Nos cerramos en banda y nos comportamos como niños diciendo: "habla cucurucho que no te escucho". Lo mismo pasa con la palabra del buen Jesús. Quien no se transforma, no podrá entender nunca en qué consiste el amor. Seguirá por la vida sin saber afrontar los baches que en ella nos encontramos, seguirá lamentándose de la mierda de vida que le ha tocado vivir. Y si ya es duro vivir esta preciosa vida que nos han regalado, no me quiero ni imaginar lo que sería vivirla pensando que Dios sólo existe para solucionar los problemas que sólo está en nuestra mano resolver.

miércoles, 27 de enero de 2010

Rato de soledad.

Por fin un poquito de tiempo para desbarrar. Para desparramar.

De un tiempo a esta parte estoy notando algo inusual. Las chicas parece que empiezan a fijarse en mi. Noto que me miran. Y no como bicho raro precisamente. Si la srta. Pepis me escuchara me diría lo que me ha dicho toda mi vida: ilusiones tuyas Nacho. Y claro, tanto oir eso que me he creido que son ilusiones. No me miran, creo que me miran, que es diferente. Aún así, esas ilusiones me parecen REALES.

Si me veo reflejado en los espejos me digo a mi mismo: no eres gran cosa, pero tienes una personalidad interesante. Palmadas en la espalda que se da uno, je.

Cuando coincidimos varios compañeros en la comida, suelen darse conversaciones y situaciones curiosas. No me gusta cuando se habla de fútbol. No me interesa y no puedo entrar en la conversación. Se da a menudo cuando viene el jefe. La mitad de la mesa participa y la otra mitad, en la que me encuentro yo, mutis. Si se trata de otros temas participan todos. Entonces me pregunto: ¿Por qué leches se habla de fútbol si se exluye con eso a la mitad de los que allí están?

Vinieron el otro día a tomarnos notas del postre. Uno pregunta: ¿El yogur es casero? Carla, que así se llama la interesante camarera hondureña dice: sí, es casero. Entonces-dije yo, tráeme el que esté hecho con amor para mi. Risas de algunos. Mi jeje se pone colorado de vergüenza ajena, supongo.

Trae los postres, todos yogures. Rápidamente dibujo en la superficie un corazón sin ser visto por nadie. Lo muestro y les digo a todos: mirad, para que digais que luego no me hace caso. Jajajajaja. Y ante la cara de asombro de algunos mi jefe les dice: mira que sois pardillos, ¿es que no veis que se lo ha hecho él? jajajaaj. Ingenuos que son algunos.

Hoy llegué tarde a comer. Estaban todos sentados. Nada más sentarme les estaban trayendo el primer plato: Pregunta Araceli con su encantador acento de graná: ¿Lomo con salsa? Para mí-responde uno. ¿Lomo sin salsa? Para mí-responde otro. ¿Salsa sola? -pregunto yo, jajajajaja. Me salió del alma. Creo que Araceli se rió también. Mi jefe: "Es que delante de una chica no puedes evitar decir chorradas. Delante de los chicos no lo haces".
Qué le voy a hacer si me vuelvo payaso. Debo decir que Araceli es una morenaza muy guapa.

sábado, 23 de enero de 2010

Malito

Sí, malito. Ayer en cama. Hoy en casa. ¿Mañana moto?

jueves, 21 de enero de 2010

Pensamiento infantil

Mucha gente, al enterarse de las cosas que hacía acudía a él.

Una gran multitud de Judea, de Jerusalén, de Idumea, de la Transjordania y de la región de Tiro y Sidón. Personas venidas de los sitios más inverosímiles venían a ver a quien todo lo curaba. La noticia se extendía como un reguero de pólvora.

Jesús pidió una barca, para hablarles desde el agua y evitar que le aplastásen. En aquella época no existía el papamóvil.

Ignoro que pensarán los actuales judíos y musulmanes de Jesús. Bastante claro es que para ellos no era hijo de Dios, pero, ¿pensarán que fue un gilipollas? Debemos pensar que hoy día hay gilipollas que arrastran multitudes.

Hoy quería escribir, pero no tengo claro si quiero transmitir algo o plasmar un pensamiento que por su contenido podríamos denominar infantil.

Que si el nuevo Obispo de San Sebastián, que si el Papa, que si el Rouco, que si los sacerdotes pederastas, que si ... no voy a decir que son gilipollas, claro, pero me pregunto sobre las personas, que son muchas en el mundo, que forjan su opinión de la Iglesia basada en una especie de verdad humana sobre personas que, como yo, también forman parte de la Iglesia (los citados y otros), que son personas y también se equivocan y tienen la capacidad de acometer atrocidades. Voy a intentar explicarme.

Volvamos a remontarnos a los tiempos de Jesús. Jesús, con toda la publicidad mediática de su época, (los medios no eran más que el boca a boca y algún morreo que otro), no iba solo por el mundo. Estaba rodeado, según las escrituras, de al menos 12 personas. En todo grupo que se precie, siempre está el listo, el tonto, el alocado, el simpático, el huraño y, como no, el GILIPOLLAS. ¿Acaso duda alguien de que en el entorno de Jesús no hubiera GILIPOLLAS? Se me llena la boca con esa palabra. Será porque soy el gilipollas más grande al plasmar aquí mi pensamiento.

Es evidente que, estando Jesús rodeado de algún que otro G. , su buena prensa estuviera nublada. Abundan en el evangelio textos que dicen que los discípulos tenían que apartarle a la gente, como guardaespaldas. ¿Suponéis que pensaría un pobrecito con algún mal que, queriendo acercarse a Jesús, le alejaran de Él de un empujón? Supongo que es lo que sienten todas esas personas que como yo, no ven más que guardaepaldas sin conocimiento dando empujones a diestro y siniestro impidiendo que otros se acerquen a Dios.

Sí, ya me sé esas ideas. Que si Jesús los eligió, será por algo, que como me atrevo a decir que podría haber gilipollas entre ellos. Me baso en mi mismo, jeje. Me eligió y no dejo de ser un gili por eso.

Y esas otras que dicen que al ser un personaje público, necesitaba de protección ante las masas para poder repartir mejor el mensaje. Subidme a una barca, dijo Jesús, supongo que sufriendo y cansado de ver a la gente que quería acercársele recibiendo empujones de sus amigos.

¿Cuanta gente entonces dejó de acercarse a Jesús por el comportamiento de sus amigos?

¿Cuanta gente HOY deja de acercarse a Jesús por personas que formamos la Iglesia?

No nos estamos dando cuenta de que empañamos el mensaje. Sin querer nos volvemos más protagonistas que aquellos que son muchos y que trabajan por y para Dios= personas por todos los rincones del mundo. Ellos son la Iglesia que deberían protagonizar la imagen que todos deben conocer.

miércoles, 20 de enero de 2010

GENERACIÓN NI-NI

Curiosa generación. Ni estudian, ni trabajan, ni se esfuerzan...

Se meten en una casa. Van de guays. Siguen de guays.

Les dicen que tienen que madrugar. Levantarse a las 7:00.

Los primeros se levantan a las 9:45.

¿De verdad existe esta clase de personas? ¿Se les puede llamar personas?

Se les ha acabado el tabaco. Se pelan un plátano para fumarse la cáscara. No me reí cuando no tenían ni zorra de encender una vitrocerámica.

¿Tu eres amorfa? ¿Y qué es amorfo? Pues subnormal.

¿Y cuando hablan de las tareas domésticas?

Me pregunto si hay muchos como estos o se trata simplemente de un montaje.

domingo, 17 de enero de 2010

Divino día redondo


Ayer nos hizo un día estupendo, ¿verdad?

Cuentan las viejas crónicas que su encuentro fue provocado por una divinidad que se encontraba a miles de km de distancia.

Con cierta desconfianza de lo que podrían llegar a ser el uno para el otro, le decían a su divinidad que se dejara de historias.

Pero le hicieron caso y se conocieron.
Dieron un pasito y luego otro.
Dicen que con ello lograron un bonito paseo.

Y se sentaron, bebieron y comieron. Y rieron y compartieron.
¿Y ahora qué? Dicen los dos mirando al cielo.
Tú nos uniste y tú nos faltas. Y estarás para que el vínculo sea completo.

Nacho ¿Qué es eso tan duro que guardas en el pantalón?
Aún no sé si llamarlo regalo, pero lo que si es, es un DON.

sábado, 16 de enero de 2010

Sábado especial

Hoy va a ser un sábado especial.

Me acabo de levantar. No ha sonado el reloj.
Todos los músculos de mi cuerpo en completo estado de relajación. Peso muerto.

He abierto los ojos. ¿Me levanto?
Por supuesto.

Películas de las tantas.

Ahora están echando "El Leñador" en La 2. Trata de la historia de un expresidiario que cumplió condena por su delito de pederastia. Abusaba de menores. Sale en teoría rehabilitado, pero desprende su preocupación por volver a reincidir. No quiere.

El ritmo de esta película es extraño. Como otras películas que echan a estas horas. De esas que empiezan a partir de las 0:00 h o 0:30h.

En Navidad, la srta. Pepis y yo, tras venir de tomar unas cervezas, al llegar a casa puse la TV. Empezaba una película titulada "El agente de estación". Me gustó mucho. Estábamos cansados pero nos quedamos a verla.

Se trataba de un señor que tenía enanismo. Era un adulto enano. El ritmo de la película es como la que estoy viendo ahora. Un ritmo de corazón lento. Me gusta. Este hombre no solía hablar con nadie. Prefería ir a su bola. Total, nadie se atrevía a acercársele. ¿De qué vas a hablar con un enano? Las personas le miraban como con pena. Otros como si fuera una atracción de circo y los de mal corazón se reían de él y se mofaban.

Este hombre trabajaba en una tienda de modelismo ferroviario. Fue lo que me llamó la atención al principio de la película. Será deformación profesional. El dueño de la tienda murió y la tienda fue puesta en subasta como todo el género. Le dejó al enano en herencia un antiguo edificio de estación. El pequeño hombre se muda.

Allí conoce a un vendedor de café, helados, etc. Un chico muy simpático que ve en el a un amigo. No ve a un enano. La pelicula es encantadora. Pese al correcto comportamiento del enano que educadamente intenta prescindir de su compañía, el vendedor de helados insiste en ser su amigo.

Aparece en escena una mujer separada que es pintora. Se forma un extraño triángulo en la película. El enano les enseña a ambos lo maravilloso que es estar sentado en un banco viendo pasar trenes. Sí, ya sé, ¿qué tiene de maravilloso estar sentado al lado de la vía a ver pasar los trenes?

Me transmitió lo que sentían los personajes. Se sabían que se tenían los unos a los otros mientras miraban pasar el tren. Los tres, a su manera, antes de conocerse entre sí, estaban solos. A través de esa observación de los trenes pasar sentían su compañía mutua. No tenían por qué hablar. Se sabían amigos. Compartían los silencios y los silbatos de locomotora.

La pelicula me recordó los tiempos en los que yo compartía silencios con mis amigos. Me limitaba a disfrutar de su compañía. Me vi reflejado en la pelicula. Sabía que sentían los personajes. Me hizo pensar en los amigos que tengo lejos. En los amigos que he hecho lejos también. Ahora disfruto de su compañía y de sus silencios también. Incluso a través de la red.

No sé si me he explicado bien. Sentarse con un amigo a ver pasar un tren, podría asemejarse a un paseo por Cofete, con la compañía del sonido de las olas del mar.

viernes, 15 de enero de 2010

Somos de mente pequeña

Se acaba el día.

Aún no se ha acabado porque aún no estoy acostado.

Es tarde y tengo sueño. Acumulé, hice méritos. Luego está el trabajo y el dormir poco. Todo suma.

Hoy toca una gran lectura. Jesús vuelve a Cafarnaun. Y cuando los de allí se dan cuenta de que está en la casa, comienzan a visitarle. A un paralítico le suben al techo y le bajan en la camilla por unas cuerdas para que pudiera verle. Jesús, maravillado de la fe que tenían le dice: Hijo, tus pecados te son perdonados. Y esta última frase es lo que más me ha tocado el corazón. Me deja la sensación de haber abierto por fin los ojos. Explico por qué.

Unos escribas, que estaban allí sentados, pensaban para sus adentros: Blasfema. ¿Quién puede perdonar pecados además de Dios?

Jesús al darse cuenta de lo que pensaban les dice: ¿Por qué pensais eso? ¿Qué es más fácil: decirle al paralítico "tus pecados te son perdonados" o decirle "levántate, coge tu camilla y echa a andar?" Y ante el asombro de todos los que están ahí le dice lo segundo y el paralítico se pone de pie, caarga con su camilla y se va por su propio pie ante el asombro de todos, que daban gloria a Dios diciendo "nunca hemos visto una cosa igual".

Somos de mente pequeña. Parece que nos gusta el espectáculo, los titiriteros, el mundo de la farándula. No nos damos cuenta que el mundo nos está venciendo. Nadie se acuerda ya de que un día nos dijeron: vencereis al mundo. Hemos olvidado lo importante.

Hoy nos hacen a nosotros esa pregunta: ¿Qué pensamos que es más difícil? ¿Perdonar o decirle a un paralítico que eche a correr?

Perdonar, sin duda alguna. Se nos hace harto difícil. Un poder sanador que nos cura el corazón y somos incapaces de usarlo. Pensamos que el perdón sólo está hecho para Dios. Si observamos que alguien de nuestro entorno es capaz de perdonar a alguien a quien nosotros no podríamos, nos encolerizamos. No tardamos en crucificar a aquél que es capaz de perdonar. Una vez más, la historia se repite. No somos capaces de perdonar, pero menos lo somos de soportar que alguien sea capaz. En algún lugar de nuestra mente hemos olvidado y arrinconado ese don. Al que perdona enseguida le colgamos el Sambenito de persona non grata. Nos hace sentir mal. No nos gusta que nos hagan sentirnos como la escoria que somos.

La sensación es parecida a esa ciudad con muchos pobres por la calle. Es mejor esconderlos. Nos hacen sentir que somos unos miserables.

Pero, ¿alguien no ha sentido alguna vez el alivio de perdonar? Al principio es difícil, sí, pero sólo porque pensamos que lo es.

Hoy Jesús nos da una lección magistral y, ¿cómo nos comportamos? Como las vacas al tren. Nos quedamos maravillados de escenas de titiritero y sin embargo nos deja inermes frente a la grandiosidad del perdón. Y encima desprendemos odio. ¿O es envidia de ver que alguien puede perdonar más fácil que nosotros?

Lo que más rabia me da es pensar que aún habrá millones de personas que prefieren crucificar contra el aprendizaje del perdón.

sábado, 9 de enero de 2010

Sensibilidad de una obra de arte.


Esta obra me llegó vía e-mail. Para los profanos en arte moderno, diré que se trata de un IYLT Original. Gracias a la tecnología, SS.MM. los Reyes Magos de Oriente, pudieron enviarme este fabuloso regalo. Claro que también me dijeron que tendría que viajar si quería tener el original. Me parece una buena condición.

Las obras de arte, al igual que las lecturas del Evangelio, suelen tener dos significados. Lo que el autor quiso transmitir y lo que transmite en el momento de ser observado.

Los que han visto su obra, se preguntan a menudo si no serán imágenes de sí misma. Ella, cada vez que lo escucha, sonríe y niega rotundamente que se pinte así misma.

Se ve una chica de alegre melancolía, si es que podemos tildar así a esa tristeza vaga, profunda, sosegada y permanente. La luna, que alimenta su noche, la mira sonriente, provocando que se sonroje y devuelva una tímida sonrisa. Con esa travesura en forma de pecas sobre la nariz, dicen que no te aburrirás nunca con ella.

Su alma y sensibilidad no sólo viene reflejado en sus ojos. Lo complementa esa fabulosa melena que ondea al viento como bandera que corona el mundo.

Esos árboles que afianzan sus raíces me recuerdan a la raíz de la familia. Bajo esa sombra familiar se esconde el conejo o la liebre, vete a saber, de un lobo que acecha, en su empeño por llevarse a la tripa lo bueno e inocente de la morena muchacha.

Un ciervo de potente cornamenta permanece al lado de quien se me antoja que puede ser su pequeña cervatilla. Esa luna nos los ilumina para que sepamos que nunca estaremos solos en la oscuridad de la noche.

Y los dos ratoncillos de campo, que bajo el manto negro asemejan la conciencia del uno sobre el otro.

No está sola pues la protagonista de esta obra. Y aquí, pobre mortal que soy, estaré siempre para admirarla.

jueves, 7 de enero de 2010

Religiones y otras banalidades

El otro día, creo que era el día de reyes, mientras comía con mi padres, salía en la TV un Marroquí afincado en Benidorm desde hace 40 años. Este hombre, tras mostrarnos su gran integración, mostrándonos sus 4 restaurantes, sus grandes amigos de toda la vida (españoles que le ayudaron desde su comienzo) hizo un comentario que me llamó la atención de todas las preguntas que le hicieron: ¿Qué religión prefiero?-decía-A mi me gustan todas las religiones.

Me tocó esa respuesta. Si me hicieran a mi esa pregunta contestaría todo lo contrario. NO ME GUSTA ninguna religión.

¿Eres religioso Nacho?
Jamás de los jamases. Yo nunca he sido ni seré religioso.

¿Cómo entonces has tenido esa trayectoria de catequista, preparador de misas de niños, participación en coros con niños, etc? ¿No hay incongruencias en tus respuestas?
Entonces debe ser que no entiendo que es ser religioso. Para mi, religioso es aquél que antepone la liturgia al sentido común, la del que deja de ayudar a cruzar la calle a un ciego porque llega tarde a misa, la del que no va a comulgar porque dice haber comido carne en viernes de cuaresma,...

No, no soy religioso. Salvo que conicido con Sabina. Mi religión es el cuerpo de mujer.

En otro orden de cosas, me comentaba un amigo joven que tengo acerca de lo que él denominaba bacanal. La pasada Nochebuena, se juntaron 4 amigos y dos amigas en su casa. Uno de ellos estaba nervioso porque de lo borracho que estaba no se empalmaba ni tocándose compulsivamente. Un segundo se fue a una habitación con una chica y un tercero con la otra chica a otra habitación.

Al poco, mi joven amigo entró en una de las habitaciones. El cuadro que se encontró fue un par de calcetines sobresaliendo por encima de la cama mientras la chica galopaba. Era tan lento el movimiento que no se le ocurrió otra cosa que agarrarle a la chica de sus posaderas forzándole a agilizar el moviento mientras le decía: ¡mas rápido, más rápido!.

Les dejá en su nuevo ritmo y se va a la otra habitación. Se encuentra a la otra pareja bajo el edredón. No se corta en acercarse y destapándoles el edredón les suleta: ¡Qué! ¿Cómo lo llevais?

Aparece en escena el de los calcetines y le dice: Ya hemos acabado. Dice ella que vayas, que te vas a enterar de lo que es galopar de verdad.

En fin, oir para creer. Nacho, soy joven, estas locuras son las típicas de juventud-contestábame a mis sonoras carcajadas mientras le escuchaba.

Sigo pensando que mayor locura es la mía no siendo tan joven como él, que sigo creyendo en el amor de Dios.


viernes, 1 de enero de 2010

Canción de hoy

Esta mañana, en mi habitual paseo de año nuevo, venía canturreando una canción de misa de niños, que curiosamente pega muy bien con la idea que tengo de Dios y que me gusta expresar.

La letras dice:
Yo no busco a Cristo en las alturas, ni lo buscaré en la oscuridad, dentro de mi ser, en mi corazón, siento que Jesús conmigo está.

Me parece curioso como una simple canción destinada a los niños puede tener tanta miga y tanta verdad. Sí, ya sé, verdad para mi, pero bueno, qué quereis, la siento como verdad.

Siempre he visto mucha gente mirar al cielo, buscando a Dios. Cuando los problemas de la vida, que nadie dijo que fuera fácil, les puede, se convencen de que su dios no está en el cielo, porque no ha hecho nada para evitarles el sufrimiento, ha permitido que el mal exista y les salpique. Dios no puede estar en el cielo obsrevando y permitiendo todo eso.

Entonces se revuelven contra ese dios y tornan a una vida que a mi se me antoja oscura. Dan la espalda a dios. Aprenden a vivir con el dolor y el mal. Siempre han estado ahí y siempre estarán. No merece la pena luchar contra ello, ni con la ayuda de dios.

Entonces es cuando a mi me entra la alegría de la navidad. Una nueva oportunidad que tenemos para que Dios nazca en nosotros.

Leía un poema de educación que le voy a dedicar a Yuria, y a Cactus Girl, como no. No sé si les gustará:

Educar es lo mismo que
ponerle un motor a una
barca...
Hay que medir, pesar,
equilibrar.

Pero para eso uno tiene
que llevar en el alma un poco
de marinero, un poco
de poeta, un poco de pirata
y un kilo y medio de
paciencia concentrada.

Pero es consolador soñar
que ese barco -ese niño-
mientras uno trabaja
irá muy lejos por el agua.

Soñar que ese navío
llevará nuestra carga
de palabras y pensamientos
hacia puertos distantes,
hasta islas lejanas...

soñar que cuando un día
esté durmiendo nuestra
propia barca, en barcos
nuevos seguirá nuestra
bandera enarbolada.

E. Gainza.


Por que la labor de los educadores es muy importante. Gracias.

Año nuevo.


Ya es día 1 de Enero de 2010. Y aunque el cielo sigue encapotado y negro como ayer, ya es de día. Supongo que hace un rato. Debo decir que he dormido.

El evangelio de hoy da protagonismo a los pastores. Fueron al lugar y vieron a Dios ahí, recién nacido, en el pesebre. Dice el evangelio que la gente se maravillaba de lo que decían los pastores. Y María, que debía ser muy lista, se guardaba estas cosas en el corazón.

Sin meterme con los pastores de ahora, que hay pocos, casi menos que cuando yo era pequeño, que recuerdo quedarme atrapado en el medio de la calle del pueblo mientras me atravesaba un rebaño de ovejas. Siempre me sorprendía lo de cagada que dejaban la calle.

Los pastores de entonces, eran lo peor. Ni entre ellos se respetaban. Como descuidaras una oveja ya la viste, pues seguramente un pastor más avispado que tú ya te la ha pispado. Y si ya eran mal considerados los pastores, imaginad también ladrones. ¿No es soprendente que sea a estos a los que el ángel les lleve la Buena Noticia y estos PASTORES, sean los que no dejan de visitar a Dios nacido y a glorificar su nombre. Me pregunto cuantos de ellos dejarían de robarse las ovejas unos a otros. Y me soprende que los que allí estaban se maravillaban de lo que decían estos pastores. y supongo que también de lo que hacían.

Pero, ¿Y nosotros? ¿Qué nos impide hoy acordarnos de que el otro día nació Dios? ¿Es que le hicimos un hueco y lo olvidamos ahí? ¿No vamos a visitarle como los pastores? ¿Se nos ha ocurrido pensar que le puede faltar algo? ¿Quizá un poco de azúcar o sal? ¿Acaso no nos volveremos a acordar hasta el día de reyes? Eso si asociamos la idea de los reyes al niño Dios.

Parece que el Año Nuevo, la cena de Fin de Año y que muchas personas pasen el primer día del año durmiendo hace que olvidemos lo importante.

Me gusta que se celebre el nacimiento de Dios el 25. 5 días antes de que acabe el año Dios se empeña en nacer en nuestra vida.Como si no se fiase de nuestro propósito de cambio que la raza humana se empeña en repetir todos los años. Él se ofrece antes, nos da la oportunidad de, antes de acabar, haber emprendido el cambio que nos haga mejroes personas, más felicces, más atentas, más conscientes de que no estamos solos.

¿Y no es maravilloso el ejemplo de María? Ignoro si por entonces sería consciente de todo lo que iba a tener que pasar y sufrir su retoño, pero ya empezaba a guardar en su corazón todas las cosas bonitas que le iban pasando. Como ella guardaba los gestos de los pastores, yo guardo todo lo que viene de personas que me han sido regaladas una vez más. Cuando me pregunten el día de Reyes qué es lo que me han traido, volveré a decir una vez más: Amor y Felicidad. Unos me mirarán desconfiando, otros con pena, como si eso no les pareciera un estupendo regalo caro. Pero yo, más feliz que una perdiz, os guardaré en mi corazón, al ladito de ese Dios que se empeño en nacer una vez más.

FELIZ 2010