martes, 5 de mayo de 2009

Evangelio según San Juan 10,22-30

Se celebraba entonces en Jerusalén la fiesta de la Dedicación. Era invierno, y Jesús se paseaba por el Templo, en el Pórtico de Salomón. Los judíos lo rodearon y le preguntaron: "¿Hasta cuándo nos tendrás en suspenso? Si eres el Mesías, dilo abiertamente". Jesús les respondió: "Ya se lo dije, pero ustedes no lo creen. Las obras que hago en nombre de mi Padre dan testimonio de mí, pero ustedes no creen, porque no son de mis ovejas. Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy Vida eterna: ellas no perecerán jamás y nadie las arrebatará de mis manos. Mi Padre, que me las ha dado, es superior a todos y nadie puede arrebatar nada de las manos de mi Padre. El Padre y yo somos una sola cosa".

Qué bonito suena eso. “Fiesta de la Dedicación”. ¿A qué se referirá? Desde mi ignorancia sobre el tema debo decir que me gusta imaginarme unos días de fiesta dedicados a Dios. ¿Y cómo serían esos días dedicados a Dios? No es difícil de imaginar partiendo del hecho de que Dios se encuentra en todos y cada uno de nosotros. ¿Nos imagináis a todos dedicándonos a los demás? Siendo un poco asqueroso ahora, quiero pensar que es utópico, porque si fuera posible eso estaríamos en el mundo gominola, y eso haría que acabara pegándome un tiro.

"¿Hasta cuándo nos tendrás en suspenso? Si eres el Mesías, dilo abiertamente". Curiosa pregunta venida de quién tuvo la oportunidad de tenerle en persona. Muchos creen que es difícil creer en alguien si no está. Es difícil verlo en los demás. Pero mirad, entonces, incluso teniéndole delante de las narices, seguían sin verle. Por esa razón no lo tenemos nosotros más difícil para verle que los de entonces. Para seguirle hay que ser oveja suya. ¿Y dónde hay que echar esa instancia? En ningún sitio, basta con QUERER.

Me da cierta tranquilidad eso de que nadie podrá arrebatarme de su lado. Lo asocio directamente con las tentaciones. ¿Por qué he de temerlas? ¿Habrá alguna que me pueda arrebatar de sus manos? LO DUDO MUCHO. Me siento como el vaquero de la canción: tranquilo,… seguro,… sin miedo, …QUÉ TÍO!

1 comentario:

Yuria dijo...

¿fiesta de la dedicación? pues estaría muy bien incluirla en nuestro calendario.
saludos, nachete.