Mientras estaba con ellos, cuidaba en tu Nombre a los que me diste; yo los protegía y no se perdió ninguno de ellos, excepto el que debía perderse, para que se cumpliera la Escritura.
Pero ahora voy a ti, y digo esto estando en el mundo, para que mi gozo sea el de ellos y su gozo sea perfecto.
Yo les comuniqué tu palabra, y el mundo los odió porque ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
No te pido que los saques del mundo, sino que los preserves del Maligno.
Ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
Conságralos en la verdad: tu palabra es verdad.
Así como tú me enviaste al mundo, yo también los envío al mundo.
Por ellos me consagro, para que también ellos sean consagrados en la verdad.
Bueno, esta semana voy a estar ausente. El próximo miércoles salgo como dije para Galicia. Me hizo especial ilusión que C. o J. o como quiera llamarse me deseara un feliz viaje. Le había perdido la pista y volví a encontrarla. Con qué cosas tan pequeñas se pone uno contento.
La lectura de hoy es para serenarse. A todos nos gusta que nos digan que rezan por nosotros, que hay personas que piden por nosotros y que constantemente estamos en su pensamiento y en sus buenos deseos de que nos vayan bien las cosas.
Hoy es Jesús quien nos confiesa abiertamente su preocupación. Y siendo Él quien nos quiere... ¿Por qué no vamos a serenarnos? Una muy querida amiga mia decía el otro día que no sabía por qué Dios permite tantas cosas malas en el mundo si nos quiere tanto. Y claro, no le iba a dar una catequesis sobre que el aml del mundo sale del hombre y no de Dios. Cuando era pequeño, por más que nos riñeran mis padres, si mis hermanos me hinchaban las narices mucho les daba pal pelo. Y eso no significaba que mis padres nos quisieran menos, pero no podían evitar que nos cascáramos de vez en cuando.
Me llama especialmente la atención de la oración de Jesús cuando dice que "seamos uno". Eso fue lo que sentí el otro día, cuando fuimos a visitar la ermita de Ntra. Sra. de Loreto en Tarragona. Encontramos una misa con varios niños (asombrado me quedé), en CASTELLANO, y con cantos en los que participaban todos. Me sentí encontrado. Uno con ellos.
Y es que es fantástico saberse protegido. A principios de esta semana, andaba agobiado por trabajo. No podía con ese desánimo ni pensando en todos aquellos que lo estaban pasando peor que yo al no tener trabajo. Y hacía tiempo que no me desanimaba. No soy de las personas que se desaniman fácilmente. Y ´pasó que fui a Valencia por trabajo. Y allí me animé. Encontré la solución a un problema laboral y encima fui premiado por conocer a tres valencianas con las que pasé la tarde.
Siempre que he dicho abiertamente que soy un "protegido" de Dios me he sentido incomprendido. Y hoy, especialmente tras leer la lectura, vuelvo a reiterarme en lo dicho. Me siento arropado por DIOS.