Ayer con gran sopresa escuchaba la noticia. Resulta que una tal Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, está ardiendo en la hoguera, cual bruja en tiempos de la Inquisición. Por orden del actual Papa, los Legionarios de Cristo deben eliminar todos los libros que escribió su fundador, tener cuidado de que no vuelva a aparecer en ninguna librería. Eliminar su nombre de cualquier memoria escrita o digital. Prohibido volvar a citar su nombre. Cualquier honor que hubiera tenido en el pasado deben rescindirlo por ley "divina".
Y digo yo, si tienen por orden eclesial borrar su memoria, ¿por qué no se borran ellos del mapa que son obra suya?
Por si aún no he sido entendido voy a explicarme mejor. La razón de toda esa locura radica en que el tal Marcial Maciel fue un reconocido pederasta. Innumerables niños pasaron por su regazo. Siendo un hombre que cometió estas atrocidades, ¿cómo vamos a tenerle como un santo varón? Hasta ahí, de acuerdo. Pero esta actitud POLÍTICA del Papa no me gusta un pelo. Entiendo que el Papa no es un político de tres al cuarto. La cara de la Iglesia no se lava con esta actitud. Bueno, igual para los que son cortos de mente sí, pero para las mentes como la mia, no creo que ese sea el camino.
Si un hombre tiene ideas, las lleva a cabo, y son buenas para el género humano... ¿Acaso si ese hombre se equivoca de camino y se vuelve un criminal, deja de tener valor todo lo que hizo hasta que se torció su vida? Y eso que ni conozco al tal Marcial ni me gusta nada la imagen de negro de los legionarios de cristo. Pero borrar toda memoria suya porque se volvió un peligro para la sociedad...
¿Es este el perdón que predica la Iglesia?
Si un hombre tiene ideas, las lleva a cabo, y son buenas para el género humano... ¿Acaso si ese hombre se equivoca de camino y se vuelve un criminal, deja de tener valor todo lo que hizo hasta que se torció su vida? Y eso que ni conozco al tal Marcial ni me gusta nada la imagen de negro de los legionarios de cristo. Pero borrar toda memoria suya porque se volvió un peligro para la sociedad...
¿Es este el perdón que predica la Iglesia?