viernes, 25 de septiembre de 2009

Y las fotos no parecen acabarse






Anda que no me quedan por poner fotos de vacaciones. Me quedan 15 fotos más. Como dicen las malas lenguas (eso lo digo yo, porque quizá tengan razón), a buenas horas, mangas verdes.

Estoy convencido de que quien no las ha vista en su día, aún tarde, disfrute de imágenes que ya pertenecen al pasado.

Destaco el observatorio astronómico que tenían los mayas. Y el templo de los guerreros (última foto), donde ponían el corazón extraido del sacrificado encima de la escultura de piedra central, donde, al elgir el momento de hacerlo, estaba en el centro del sol que amanece, pareciendo cobrar vida la escultura con el corazón depositado. Una forma que tenían los guerreros de alcanzar la luz, supongo. Aunque me he inventado la historia, tiene algo que ver con la realidad.

Y aprovechando que casi no publico y que hoy me ha dado por escribir, veremos qué sale.

¿Quién no ha quedado alguna vez en el medio de algunas amistades? Recuerdo una vez que fuimos por lo menos 15 en el grupo. Yo llegué el último. Además, yo ya tenía mi vida. Ellos hacían casi todo juntos. yo no siempre podía, también tenía mi propio círculo de amigos, tenía que repartirme.

Recuerdo que fue algo doloroso quedarse en el medio. Por alguna razón que jamás llegué a comprender, el grupo se disolvió. Unos se empezaron a llevar mal con otros, otros empezaron a decir improperios y palabra mayores de los unos. Y yo en el medio. Unos no podían ver ni soportar a los otros. Y yo en el medio. Y cuando digo en el medio, me refiero a que yo no tenía ningún sentimiento de rencor hacia nadie. ¿Por qué unos u otros pedían que me decantase? ¿Por qué me condicionaban? Estás conmigo o estás contra mi. Cuanto daño ha hecho esa supuesta evangélica frase. ¿Por qué cuesta tanto perdonar? La de oidos sordos que tuve que hacer para evitar que mis amigos me envenenaran contra ellos mismos. A la fecha de hoy, al que veo (la vida nos alejó a todos) me saludo con él. Y sé de buena tinta que entre ellos, se cambian de acera para no cruzarse.

Creo que mi actitud entonces fue la buena. Aunque mis amigos (unos) dijeran de mis amigos (otros) que no me convenían. Y aunque todo aquello pasó hace muchos años y no recuerdo las barbaridades que se dijeran ni contra ellos ni contra mi, sé que ninguno de ellos debería sentirse ofendido porque tenga relación con los unos con los que los otros sintieron que les hicieron mucho daño. Si me ven como un traidor o como una falta de respeto hacia ellos... Lo siento mucho. Ningún tipo de fidelidad puede exigir rechazo hacia nadie. Por lógico que parezca, va contra la ley de Dios (ley del amor). Y los que tienen mi amistad, saben que pueden contar conmigo... SI ME RESPETAN. Da pena perder amigos por esto.

3 comentarios:

Reales dijo...

Yo te respeto, entonces.. cuento contigo???? sé que sí (hoy no hay dudas).

Mil besos

Bruni, Carla, ¡¡of course!! dijo...

¡¡Qué chulaaaaaaaaaas las máscaras!!!!! los collares que llevan la piedra también me gustan!!.
¿Me compraste alguno?

¡¡REGUAPO!!

MUAKS

(Te escribo pronto, es que no tengo mucho tiempo los inicios de curso son espantosos, pero me aucerdo mucho de ti pellejo)

MARIETA dijo...

Páter, tan llamao pellejoooooooooo