lunes, 10 de agosto de 2009

"Folletos de Fe".

"La fe es una opción, y yo respeto la decisión de cada uno, lo que no me gusta es que hablen de una luz que parece los demás no tenemos o que parecemos vivir en las sombras y no sabemos lo que nos estamos perdiendo. Yo he vivido en la fe, y simplemente prefiero vivir sin ella."

Esta frase que he leido, no sé por qué, pero me ha llegado al alma. Es posible que alguna vez la haya sentido. No sé si algun vez me sentí identificado. Pero ha sido leerla y mi espíritu ha saltado inquieto. LO DICE TODO.
"
Yo siempre he pensado porque así me lo han dicho y así lo he sentido (si me lo dicen y no lo siento, como si no me lo hubieran dicho) que la Fe es un Don de Dios. Y Don es regalo. ¿Has apreciado en el centro de las ciudades esos que reparten publicidad? ¿No has pensado alguna vez qué trabajo más desagradecido? Unos les cogen los folletos y otros los rechazan.

Pues yo creo que así nos pasa con la Fe. Unos deciden aceptarla y la cogen, y otros no.

Están aquellos que nada más ver al repartidor de publicidad, le esquivan o pasan a su lado ignorándole.

Están los otros que cogen el folleto y ,sin leerlo, lo tiran sin más al suelo delante de las narices del repartidor o poco más allá.

Los hay más educados también. Cogen el folleto y sin leerlo tampoco (es imposible que cualquier cosa que aparezca en ese folleto pudiera interesarles lo más mínimo) lo tiran, pero no al suelo, no que no es cívico, lo tiran a una papelera.

Y luego están lo que lo cogen, lo leen y se lo guardan en el bolsillo. Estos últimos se dividen entre los que lo tiran días después y los que no lo tiran y sacan la ropa de la lavadora con un montón de papelitos en blanco oliendo a detergente.

No sé por qué, se me antojó comparar esto con la Fe. Nunca me gustó la expresión "Vivir en la Fe". Me da yu-yu. Prefiero decir vivir con Fe o sin ella. Creo que la Fe es como el folleto de los repartidores. La coges o no la coges. Puedas cogerla y al momento tirarla, o permanecer con ella un tiempo, hasta que te cansas de tenerla en los bolsillos. Los hay que viven con Fe toda su vida (hasta que la lavadora la transforma en papelines blancos olor jabón, jajaja).

Lo que con esta comparación quiero decir (sin pretender explicar todos los casos) es por qué una persona que tuvo Fe y decide vivir sin ella, cree que ya no es posible volver a tenerla. ¿Acaso cuando tiramos un folleto, ya sea al suelo o a la papelera si vamos de progres guays, creemos que nunca más nos volveremos a encontrar con un repartidor de folletos? NO, ¿verdad?

Pues lo mismo pasa con el regalo de la Fe. Siempre habra un Dios esperándonos en cualquier esquina, entrada de la plaza mayor de Salamanca o cualquier lugar turísitico ofreciéndonos nuevamente folletos de Fe.

3 comentarios:

Bruni, Carla, ¡¡of course!! dijo...

Yo no tiro los papeles a la papelera para ir de progre guay, sino para mantener limpia mi ciudad.


Ahora me ha caído encima un folleto enorme con barbas , más pesado que el monte TABOR

Qué pena no ser Cactus para pincharte un rato.

Perosonalmente, no me gusta hacerme esperar. ¿En qué esquina anda exactamente el susodicho que lo ponga a caldo?

BESOS PROFANOS

Nacho dijo...

Bruni: como decía Judas, ¿seré yo maestro?

Tu no pinchas, tú cortas, jajaja. Además, todos sabemos que la Bruni anda con guardaespaldas que no dejan acercarse a los folletistas o folloneros, jajaja

Bruni, Carla, ¡¡of course!! dijo...

Folle, follo, esa es una invitación poco cristiana, no?