lunes, 3 de agosto de 2009

Bueno.

Se acabó el fin de semana. Esta vez lo pasé en Tarragona. Como Rosqui estaba conmigo y me apetecía bajarme a Ciriaca, hizo conmigo el vaje de ida y vuelta. No creo que repita porque no le gustó demasiado. en el coche al menos se pega una siesta pero en Ciriaca.... No es para ella. Tranquila Rosquilla, que no volveré a llevarte en Ciriaca.



Este mes voy a tener overbooking. Próximo fin de semana mis padres vienen a Girona. Al siguiente los padres políticos. Y en Septiembre unos amigos de la Srta. Pepis. Parece que Girona mola.



El domingo fui a la playa. El sábado hizo un poco raro, calor pero nublado. Siestas y descanso. Y Dexter y lectura. Y tengo que poner orden en el piso, que he dejado todo tirado.
"Eres como las plantas, si no hay luz, te quedas tonto". Esas fueron exactamente las palabras de mi jefe. Y aunque ahora no recuerdo el contexto en el que fueron proferidas, sí puedo decir que es una gran verdad.

Me recuerda al mito de la cueva de Platón.
Cuando uno de los que vive en la cueva sale afuera, al principio parece que le ciega la luz, pero una vez que se acostumbra, ve con más claridad la cantidad de contrastes que hay fuera y tiene una mente más abierta que los de la cueva.Es evidente que esto es una interpretación mia bastante libre.

Está también el tema del cuarto oscuro. Todo nos parece limpio y ordenado pero, cuando encendemos la luz, vemos clarametne la porquería que nos envuelve. Y ya no volvemos a estar a gusto en ese cuarto.

Es por eso que muchas veces preferimos vivir en la oscuridad. Y, aunque aparentemente parezca una paradoja, a nadie nos gusta ver la porquería que llevamos encima. Y eso es lo que tiene la luz. O lo que es lo mismo, lo que tiene Dios. Cuando uno es iluminado por Dios tiene dos reacciones: una de rechazo, porque no le gusta ver lo malo que tiene uno, y otra de aceptación y de ganas de ponerse a la obra para limpiar la porquería de nuestra vida.

Yo soy de estos últimos. Frente a la incomodidad de saber que no termino nunca "mi limpieza" y sentirme "sucio", pongo las ganas de quere estar limpio. Pero claro, ¿cómo mantenerse limpio viviendo en una nube de polvo constante que es la vida? Desde luego, no parece la mejor opción enclaustrarse en uno mismo. Hay que vivir, equivocarse (=ensuciarse) y recapacitar sorbe lo que hacemos. A veces nos manchan y a veces manchamos nosotros. ¿Y cómo podemos darnos cuenta de eso? Evidente, a la luz de una candela. ( A la luz de Dios)Porque si vamos a oscuras por la vida, no veremos más que lo que queremos ver.

4 comentarios:

Sundance dijo...

si como dices tí equivocarse = ensuciarse....toy llena de mierda!
Eso si, luego me doy una ducha de aprender de mis errores y me quedo que brillo y todo!

Me gusta mucho como escribes!

Besos Andorranos!

Bruni, Carla, ¡¡of course!! dijo...

El mito de la caverna: Platón. Lo conozco.

¿Rosqui? quien es, ¿Tu perro? (porque no quiero ni pensar que así pudieras o pudieses, llamar a tu chica)

¡¡Ya salió el cura!!!

En ese caso, besos castos

Nacho dijo...

Sundance: Bonita metáfora la tuya, jajaja. Mejor incluso que mi post, que creo que sí me ha quedado una mierda.

Bruni: ¿Qué cura?

Bruni, Carla, ¡¡of course!! dijo...

JJJUUUUAAAAAAAAAA!!!!!