martes, 16 de junio de 2009

jueves 28 de MAyo

























































































































Este es el segundo día completo de mi viaje a Galicia. Salimos con un calor mañanero del Pazo do Castro de O Barco de Valdeorras, lugar que me vió nacer profesionalmente. El calor que se adivinaba se tornaba imposible a esas horas. Siempre fue O Barco una caldera.
Pusimos rumbo a Pedrafita do Cebreiro. Allí el día estaba algo arrugadillo. soplaba el viento. Hay que ver como cambia la situación cuando te encuentras en las alturas.
Tras explorar el pueblecito típicamente turístico, pusimos rumbo a Samos, siguiendo el Camino de Santiago, como peregrinos motorizados. Adelantábamos caminantes que se volvían saludándonos mientras otros descansaban y aireaban sus pies desnudos. Allí pudimos degustar hasta saciarnos con pulpo a la feira. Y en verdad digo, que comí hasta cogerle asco, y estaba tan bueno, que aún hoy no se lo he cogido. (El asco). Qué bueno!!!!
De allí pusimos rumbo a Palas de Rei. Tras una breve siesta tomada en una grada del pabellón donde comimos jabalí recientemente cazado, pusimos rumbo Santiago de Compostela. Este año no nos dejaron entrar con las motos en la Plaza del Obradoiro. Lástima, pues siempre levantaban expectación. Tras pasar apenas un hora libre allí, donde pude encontrarme con una buena amiga y tomarme una cocacola con ella, pusimos rumbo a Padrón, donde nos alojaríamos en el Pazo do Lestrove.
Serían las 19:30 la hora que llegamos. aún dió tiempo a tres temerarios, entre los que me encontraba, a darse un chapuzón en la piscina de aguas no precisamente caldeadas.
Tras la cena, me fui a la cama. Estaba rendido. Ni los chistes arropados de carcajadas que atravesaban mis ventanas consiguieron evitar que cogiera el sueño nada más posar la cabeza en la almohada.

1 comentario:

carla dijo...

veo que has hecho un bonito viaje hace poco a Galicia es una provincia de España que no conozco quizas el año que viene me decida ya que es año jacobeo
carla