martes, 8 de febrero de 2011

¿Cuando vendrá el calor?


¡Qué tiempos aquellos! Uno ve fotos de sí mismo en el pasado y añora volver a ellos. Esas fotos hacen que odiemos el tiempo. El tiempo estropea los cuerpos. Aquellos que no preocupamos por nuestro físico, luchamos contra el paso del tiempo. A más tiempo, más sacrificio requiere por nuestra parte. Cierto es que nuestra lucha viene justificada sólo desde la aceptación de los genes que nos ha tocado heredar. Podemos ser de caderas anchas y espalda estrecha. Eso no podemos cambiarlo. Pero sí podemos ejercitar los diferentes músculos del cuerpo para que las proporciones sean más "saludables".

Afortunadamente, existe la prenda de vestir. Con ella podemos disimular sin esfuerzo aquello que, de otra forma, nos obligaría a realizar un mayor sacrificio y fuerza de voluntad. Esto ya distingue a dos tipos de personas. Bueno, igual a más, pero centrémonos en los que se preocupan por su interior y descuidan el exterior y los que se preocupan de su exterior descuidadndo su interior.

Con esto quería llegar a una idea: Igual que pasa con nuestros cuerpos, lo mismo pasa con nuestro yo interno. A medida que nos hacemos mayores, nos cuesta más sacrificio seguir creyendo en la bondad de las personas. Nos vamos haciendo malos y nos cuesta conservar aquella bendita inocencia.

Qué decir que no se sepa. Hay que sacrificarse y autoflagelarse. Darse latigazos a la conciencia, que para eso la tenemos. Al cuerpo no. ¿eh? Que es un regalo de Dios.

4 comentarios:

arcademonio dijo...

Pronto llegaran las cálidas temperaturas...emociones elevando los grados...no pienso flagelarme ni cuerpo ni mente...infinitos besos de bolsillo...

Jo dijo...

pretexto quieres para andar enseñando todo!!! pecador!!!
jajajaja

Moadiario dijo...

Si, antes una se tomaba una ensalada y un jugo, un par de días y bajaba un kilito.... ahora estas 15 días con ejercicio y no se mueve ni Dios de su sitio!!!
Hola... aqui estoy.... sigo viva y me acuerdo de tu yogur!!!
Saluditos...
;-)

neuriwoman dijo...

Bueno chiquillo pues ya llego el calor, precisamente vengo desde el blog de Chesana porque lei tu comentario al respecto.

Que le vamos a hacer si los feos somos mayoría, y los pocos que nacen guapos y guapas con la edad se ponen peor todavía (debe ser que se nota más la perdida de la belleza que la de la fealdad).

En fin, por aqui andamos viviendo, envejeciendo, perdiendo la belleza y sobre todo la inocencia de antaño cuando todo nos sorprendia.

Saludos cordiales desde el Mare Nostrum.