Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo obtendrán.
La gloria de Dios consiste en que ustedes den fruto abundante, y así sean mis discípulos.
A estas palabras se aferra uno cuendo piensa en lo que se nos avecina. Uno tiene que seguir siendo uno mismo y esperar que, todo lo malo que tenemos, Dios nos lo recorte para que sigamos dando fruto. Si no fuera por sus recortes, seguramente yo no estaría como estoy ahora. Aún en la incertidumbre de qué será de mi vida aún conservo una pizca de mi entusiasmo y alegría de vivir. Aunque también podría decir que uno se imagina qué se sentirá al ser arrollado por un tren a gran velocidad.
En la vida terrenal, como en la divina, es curioso observar cómo se cortan los sarmientos que no dan frutos. Si todos no considerásemos vides, y nos pusiéramos a observarnos desde arriba, nos daríamos cuenta de aquellos sarmientos que no nos dejan crecer como personas. Existe gente que no nos conviene. Nos ahoga. Nos quita nuestra energía vital en provecho propio y nos destruye.
Cortémonos esos sarmientos ahora que aún estamos a tiempo. Una vid pocha, difícilmente resistirá las heladas.
Ganas tengo de que llegue la tarde. Me espera un fin de semana lleno de vida. Vienen a verme mi amigo canario. Qué ganas tengo de verle, escucharle, verle reir... Serán sólo dos días, pero merecerán la pena. El domingo haremos una excursión por el interior de Girona. No sé si será mucho tute, pero pretendo llevarle a Besalú, observar desde la carreterea Castellfollit de la Roca, La Pobla de Lillet, Castellar de N'Hug y la impresionante vista al más puro estilo Highlands bajando por el collado de Tosses. Si aún no estamos cansados y no se nos ha hecho muy tarde, igual damos un rodeo y les enseño Rupit, con su fabuloso puente colgante. Ya veremos. La visita decidirá. El lunes, que es fiesta en Girona, daremos un paseo por esta fabulosa ciudad. Por la tarde nos tocará despedirnos.
Por cosas como esta, merece la pena vivir.
En la vida terrenal, como en la divina, es curioso observar cómo se cortan los sarmientos que no dan frutos. Si todos no considerásemos vides, y nos pusiéramos a observarnos desde arriba, nos daríamos cuenta de aquellos sarmientos que no nos dejan crecer como personas. Existe gente que no nos conviene. Nos ahoga. Nos quita nuestra energía vital en provecho propio y nos destruye.
Cortémonos esos sarmientos ahora que aún estamos a tiempo. Una vid pocha, difícilmente resistirá las heladas.
Ganas tengo de que llegue la tarde. Me espera un fin de semana lleno de vida. Vienen a verme mi amigo canario. Qué ganas tengo de verle, escucharle, verle reir... Serán sólo dos días, pero merecerán la pena. El domingo haremos una excursión por el interior de Girona. No sé si será mucho tute, pero pretendo llevarle a Besalú, observar desde la carreterea Castellfollit de la Roca, La Pobla de Lillet, Castellar de N'Hug y la impresionante vista al más puro estilo Highlands bajando por el collado de Tosses. Si aún no estamos cansados y no se nos ha hecho muy tarde, igual damos un rodeo y les enseño Rupit, con su fabuloso puente colgante. Ya veremos. La visita decidirá. El lunes, que es fiesta en Girona, daremos un paseo por esta fabulosa ciudad. Por la tarde nos tocará despedirnos.
Por cosas como esta, merece la pena vivir.