lunes, 28 de febrero de 2011

Sin palabras





martes, 8 de febrero de 2011

¿Cuando vendrá el calor?


¡Qué tiempos aquellos! Uno ve fotos de sí mismo en el pasado y añora volver a ellos. Esas fotos hacen que odiemos el tiempo. El tiempo estropea los cuerpos. Aquellos que no preocupamos por nuestro físico, luchamos contra el paso del tiempo. A más tiempo, más sacrificio requiere por nuestra parte. Cierto es que nuestra lucha viene justificada sólo desde la aceptación de los genes que nos ha tocado heredar. Podemos ser de caderas anchas y espalda estrecha. Eso no podemos cambiarlo. Pero sí podemos ejercitar los diferentes músculos del cuerpo para que las proporciones sean más "saludables".

Afortunadamente, existe la prenda de vestir. Con ella podemos disimular sin esfuerzo aquello que, de otra forma, nos obligaría a realizar un mayor sacrificio y fuerza de voluntad. Esto ya distingue a dos tipos de personas. Bueno, igual a más, pero centrémonos en los que se preocupan por su interior y descuidan el exterior y los que se preocupan de su exterior descuidadndo su interior.

Con esto quería llegar a una idea: Igual que pasa con nuestros cuerpos, lo mismo pasa con nuestro yo interno. A medida que nos hacemos mayores, nos cuesta más sacrificio seguir creyendo en la bondad de las personas. Nos vamos haciendo malos y nos cuesta conservar aquella bendita inocencia.

Qué decir que no se sepa. Hay que sacrificarse y autoflagelarse. Darse latigazos a la conciencia, que para eso la tenemos. Al cuerpo no. ¿eh? Que es un regalo de Dios.

jueves, 3 de febrero de 2011

¡QUÉ GRACIA!

Y no me refiero a la gracia de Dios. Un colega de trabajo me comentaba hoy que su hija tiene en su Facebook una frase que viene a decir algo así como “si se pudiera razonar con personas religiosas, no existirían las personas religiosas”.

¿Qué imagen tiene el mundo de las personas religiosas? ¿Soy yo una persona religiosa? Supongo que lo soy para algunos pero no para otros.

¿Me considero una persona religiosa? Pues…, supongo que me considero, sí.

¿Y se puede ser religioso y razonable a la vez? Parece ser que, según esta chica, no.

Y digo yo, ¿Es que hay algo más razonable que Dios?

Jajajajaja. (Risas de loco, para confundir)